“La concepción de las psicopatías y tratamiento ambulatorio desde la Higiene Mental”
Enviado por JuanjoCarp96 • 11 de Noviembre de 2019 • Apuntes • 3.530 Palabras (15 Páginas) • 188 Visitas
Universidad de Buenos Aires Facultad de Psicología
Historia de la psicología
Cátedra II- Prof. Rossi Lucia Arminda
Informe Domiciliario Historia de la Psicología
Titulo: “La concepción de las psicopatías y tratamiento ambulatorio desde la Higiene Mental”
“La concepción de las psicopatías y tratamiento ambulatorio desde la Higiene Mental”
Introduccion:
El presente trabajo tiene como objetivo el estudio de la concepción de las psicopatias y el tratamiento ambulatorio que se dio bajo la corriente de Higiente Mental en Argentina. La cual, constituyó un movimiento dentro del campo psiquiátrico en Argentina, desde el que se planteó el valor del diagnóstico precoz y tratamiento ambulatorio de las psicopatías mentales, y recibió institucionalización a partir de la creación de la Liga Argentina de Higiene Mental en la década de 1930. Su campo de acción era la población en general, destinado a la prevención de factores sociales y biológicos que pudieran desencadenar en la locura. Esta corriente estuvo fuertemente ligada a las nociones de Medicina Social, ya que se consideró que su campo excedía el espacio asilar y debía extender su aplicación a los lugares abiertos. Además, también se apoyó en ideas ligadas a la Eugenesia, algunas medidas para la protección de la raza se consideraron que cuidaban la salud psíquica de presentes y futuras generaciones. Esta última remitió a una serie de discursos y prácticas que involucraron pautas de selección de grupos raciales y políticas públicas relacionadas con la preservación del orden público, como la restricción a la inmigración, la esterilización de ciertos grupos, la exigencia de certificado pre-nupcial (en 1936 a partir de la Ley 12.331), el aborto eugenésico y el control diferencial de la natalidad. El movimiento de la Higiene Mental también tuvo como objetivo principal optimizar las condiciones que rodeaban al enfermo mental.
Desarrollo:
De los criterios humanistas de la decada del 20’ a la biotipologia, eugenesia y espiritualismos de las decada del 30’
En Argentina, los años desde 1916 a 1930, muestran un período de democracia de participación ampliada. Se observa una cierta prevalencia de criterios humanistas, dejando de lado las limitaciones naturalistas y positivistas de la psicología, el sujeto es tomado desde una perspectiva más activa, es percibido en sus posibilidades de decisión, construcción y valorativos. Se le otorga mayor importancia en la higiene infantil en tanto ésta constituye un área de prevención. Se torna prevalente la educación diferencial y la psicología correctiva, así como también tienen lugar la psicotecnia y la orientación profesional. Surgen prácticas orientadas a lo asistencial, a lo educativo y lo laboral, desde este punto, se reorientan los objetivos de las investigaciones en los laboratorios, en dirección a problemáticas que sean atentas a la dimensiones productivas y prospectivas del sujeto.
Bajo el golpe nacionalista de Uriburu, en 1930, comienza un periodo de participación restringida en lo político que se caracteriza en lo social por la merma de la inmigración en contraposición a las decididas redistribuciones poblacionales internas (migraciones desde lo rural a lo urbano). En estas decadas, la problemática social deja de ser abordada desde la perspectiva laboral, para ser conceptualizada desde los criterios asistencialistas de la medicina social. El hecho de que la noción de higiene social de la década anterior pierda énfasis a favor de la “higiene mental” da cuenta de la subordinación de lo psicológico al discurso médico.
Se produce la creación de la Liga Argentina de Higiene Mental cuyos primeros debates para su configuración se dieron dentro de la Sociedad Argentina de Neurología y Psiquiatría de Buenos Aires entre 1926 y 1929 (Dafgal, 2015). Esta Liga fue fundada por el médico Gonzalo Bosch. Se formaron consultorios externos en el Hospicio de las Mercedes y un local que constituía su sede social en el centro de la ciudad de Buenos Aires. La creación de la Liga fue el resultado de un proceso de transformaciones en el campo psiquiátrico argentino que paulatinamente se fue acercando a posiciones más cercanas a la Medicina Social[a] . Siguiendo el Estatuto, Gonzalo Bosch estableció que dentro de las medidas de Higiene Mental se encontraban el cuidado de niños, la regularización del régimen de matrimonio, el examen prenupcial, la extensión de la red de hospitales psiquiátricos y la creación de dispensarios, consultorios externos, recorridos domiciliarios, internaciones rápidas, entre otros. Se daba una combinación entre medidas relativas a la Medicina Social y otras que formaron parte del campo de la Eugenesia. Dentro de los logros institucionales de la Liga estuvo la creación de la Escuela de Visitadoras de Higiene Mental y la Escuela de Enfermeros psiquiátricos en 1934. Uno de los antecedentes de la primera fue la fundación de la Escuela de Visitadoras de Higiene Social en 1924 a instancias del Instituto de Higiene y la Cátedra de Higiene de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. En 1938 se fundó el Instituto Neuropsiquiátrico bajo la forma de una escuela médica gratuita para individuos considerados anormales donde se atendieron enfermos nerviosos y mentales en sus tres dispensarios. En 1943 recibió mil ochocientos enfermos y evacuó 12.816 consultas.
Componentes de la Medicina Social: Higiene mental y Profilaxis social
Arturo Ameghino (médico argentino estudioso de la Eugenesia y la Medicina Social) estableció que la Higiene Mental era parte de la Medicina Social junto con la Profilaxis Mental. La Medicina Social se encargaba de velar por la salud colectiva a través de instituciones estatales, esto lo producia por medio de la prevención y del tratamiento de las enfermedades y males sociales, se buscaba fijar las leyes de adaptación, de la perduración y de la perfección humana.
En Argentina toma noción un concepto relacionado con la medicina social desde 1880 con la creación del Departamento Nacional de Higiene, se trata de la noción de higiene publica. En este momento la primera preocupación fue el acondicionamiento urbano (potabilización del agua, control de la basura, entre otros) ante la gran ola de inmigración europea que había llegado a la ciudad (Rossi, 2006: 155).
En los años de 1930 se propuso la intervención sobre el medio social para prevenir patologías colectivas. La medicina social abarcó especialidades como la higiene industrial y alimentaria, del sueño y la higiene de la vejez, entre otras. La Medicina Social tenía dos tendencias: la Higiene Mental y la Profilaxis social. Era en la Higiene Mental donde predominaba la protección directa a la sociedad, lo que incluía fortalecer débiles, prolongar vidas, rehabilitar valores desmedrados por la enfermedad y aumentar el rendimiento de los rezagados. La otra tendencia, denominada Profilaxis Social, en la que prevalecía evitar la reproducción de seres débiles o perniciosos, mediante fines de tipo eugenésico referidos a la protección de la raza. En la definición de la Medicina Social se aunaban objetivos, sanitarios y eugenésicos, ya que tenía como principal objetivo la protección de la salud de la colectividad mediante la asistencia sistemática “y busca en ese camino el equilibro y bienestar social. Arturo Ameghino propuso en Revista de Psiquiatría y Criminología un programa mínimo de Higiene Mental para Argentina. En primer lugar, la acción sobre las causas sociales de la locura en individuos que la tenían latente, que variaban según las épocas, regiones y la influencia de agentes circunstanciales. Fueron identificadas principalmente con la sífilis y el alcoholismo y no era sólo eliminando estos dos factores sino por el estudio clínico de cada caso que se llegaría a descubrir los complejos secretos que originaban socialmente la locura. Se reconoció todo un sector intermedio de la psicopatía mental ya que las pequeñas rarezas, los primeros signos de desorden mental fueron vinculadas a la peligrosidad y se debía intervenir a través de la prevención. En segundo lugar, la Higiene Mental apareció en este programa al servicio de fines eugenésicos, ya que ésta no sólo estaba a cargo de cuidar al caído sino de evitar que su mal se propague a generaciones venideras. Para ello Ameghino establecía la necesidad de controlar la entrada de inmigrantes al país, ya que la mezcla de razas podía ser motivo de degeneración, una suerte de descarga degenerativa, evitando la entrada de criminales, mafiosos, malandrines, y también defenderse de los degenerados silenciosos, aparentemente inocuos.
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