La fórmula para el ÉXITO EN EL TRABAJO

La fórmula para el ÉXITO EN EL TRABAJO

Dios desea que los cristianos prosperen tanto en lo espiritual como en lo material. ¡Quiere que gocemos de la vida! Jesucristo mismo dijo: “He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia’’ (Juan 10:10 RV60 en todo el artículo, salvo indicación contraria).

“Yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud”, escribió el apóstol Juan bajo inspiración divina (III Juan 2). Para tener vida abundante tenemos que poner en práctica el camino de vida que la genera. Esto incluye acatar los principios del trabajo y la vida cristiana que Dios revela en su Palabra.

Estudiemos la Biblia para ver qué actitud y qué concepto debemos tener del trabajo.

1. Cuando Dios colocó a Adán en el huerto del Edén, ¿lo hizo trabajar? Génesis 2:15. ¿Qué labor le asignó el género humano? Génesis 1:26-28.

En los dos primeros capítulos del Génesis. Dios se revela como un creador, como alguien que labora. Su obra de creación se hizo en seis días. Y cuando creó a los primeros seres humanos a su propia imagen, dispuso que también ellos laboraran.

Dios les dijo a los padres de la humanidad que subyugaran la tierra, que desarrollaran su ambiente, lo cuidaran y lo utilizaran para producir. Dios sembró el huerto del Edén y luego puso al hombre allí para que lo cultivara y aumentara su hermosura.

2. ¿Vino Jesucristo a la tierra para cumplir una obra, o sea para trabajar? Juan 9:4. ¿Reveló que el Padre sigue trabajando? Juan 5:17.

3. ¿Quiere Dios que nosotros disfrutemos de nuestro trabajo y saquemos algún provecho de él? Eclesiastés 2:24; 3:22. ¿Debemos cumplir nuestras labores con ahínco? Eclesiastés 9:10.

Dios trabaja con ahínco. Nosotros hemos de parecernos más a él trabajando diligentemente en todo lo que nos venga a la mano... trátese de nuestro empleo, de los quehaceres domésticos o de algún trabajo independiente.

4. ¿Señaló el apóstol Pablo que el trabajo es nuestro medio de manutención? 1 Tesalonicenses 4:10-12.

Nótese el versículo 12 en la Biblia de Jerusalén: “a fin de que viváis dignamente ante los de fuera, y no necesitéis de nadie”.

5. ¿Qué ordenó Pablo respecto de los holgazanes? II Tesalonicenses 3:10. ¿Les ordenó que trabajaran? Versículos 11-12.

6. El esfuerzo diligente, ¿vale siempre la pena? Proverbios 10:4-5; 13:4. La persona laboriosa, ¿suplirá siempre sus necesidades? Proverbios 20:13; 28:19. Los que no están dispuestos a trabajar, ¿quisieran tener los bienes del diligente, sin conseguirlos? Proverbios 1 3:4; 21:25.

7. ¿Busca el holgazán toda suerte de peligros para justificar su negligencia? Proverbios 22:13; 26:13-15. ¿Inventa excusas hábiles para explicar por qué está sin empleo o por qué no debería trabajar? Proverbios 26:16. ¿Cuál es la verdadera causa de su pobreza? Proverbios 6: lO-II.

8. ¿Se convierte en hábito la pereza? Proverbios 19:15.

Hay quienes se valen de cualquier excusa para desplomarse en la cama o en una silla. ¡No distinguen entre el cansancio y la simple pereza! Otros permanecen delante del televisor cuando deberían estar trabajando o haciendo algo constructivo.

9. ¿Se necesita esfuerzo y a veces hasta incomodidad física para vencer la pereza? Proverbios 20:4.

10. ¿Es útil toda labor? ¿Trae pobreza la palabrería vana? Proverbios 14:23.

Si usted está desempleado, puede aprovechar este principio desde ahora. ¿Cómo? Convirtiendo la búsqueda de un empleo en un “trabajo”. Dedíquele por lo menos 40 horas semanales. Persista y sea ingenioso. Lea libros o artículos que le enseñen a buscar mejor.

Si no hay demanda para nuestro tipo de trabajo, podemos buscar asesoría en cuanto a otros tipos de empleo. O quizá podamos adaptar nuestros conocimientos y habilidades para desempeñar una labor diferente. Y pidámosle a Dios que nos ayude a conseguir empleo. Una vez que lo tengamos, estaremos listos para poner en práctica otras instrucciones del Nuevo Testamento.

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