“La maternidad en nuestra época”
Enviado por Mariana Pacchioni • 18 de Noviembre de 2021 • Apuntes • 6.152 Palabras (25 Páginas) • 80 Visitas
Trabajo Final “La maternidad en nuestra época” Autora: Mariana Pacchioni Psicóloga e-mail: marianapacchioni@outlook.es
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La maternidad en nuestra época.
Resumen:
Pare reflexionar acerca de la relaciones entre género y familia el presente trabajo se enfoca en la maternidad en nuestra época. Pivoteando sobre el eje de lo materno se analiza esta cuestión desde tres perspectivas: el psicoanálisis, el feminismo y una selección de realizaciones audiovisuales contemporáneas de cine argentino. Este último eje está planteado con el fin de dar cuenta los interrogantes propios de la época actual, entendiendo que el arte expone las preguntas que interpelan cada período sociohistórico.
Palabras clave: Maternidad. Psicoanálisis. Feminismo. Cine.
Introducción:
La familia es un sistema que le permite al capitalismo reproducirse y perpetrarse. Para ello la función de las mujeres ha sido históricamente fundamental dado que se ha adherido de manera arbitraria el significado mujer con el de madre. A principios del siglo XIX comienzan a instituirse cuestiones médico-higienistas atadas al rol materno, entendido éste como una especie de enfermería de los niños. Las mujeres quedaron entonces conminadas al ámbito doméstico, porque ello garantizaba el bienestar de los hijos y del marido.
Pero con el paso del tiempo los modos de maternaje fueron cambiando, por ello la idea es reflexionar acerca del tema de la maternidad en la época actual a partir de la revisión de los abordajes del psicoanálisis clásico y el feminismo, siendo éstas dos perspectivas diferentes. El eje del atravesamiento epocal será trabajado con películas argentinas contemporáneas que muestran un viraje en el posicionamiento de las mujeres frente a la maternidad y la aparición de nuevos interrogantes al respecto. En este caso he seleccionado dos films contemporáneos de ficción que enuncian específicamente la temática de la maternidad con el propósito de interpretar su tratamiento y qué cuestiones propias de nuestra época aparecen allí.
Lo femenino y lo maternal: la postura psicoanalítica.
Freud en sus primeros escritos explicó el desarrollo sexual de niños y niñas de manera análoga. De hecho, establecía un paralelo entre ambos suponiendo en la niña una inclinación al padre y en el niño una tendencia a la madre. A partir de 1919, en el texto “Pegan a un niño” Freud comienza a manifestar una insatisfacción con éste paralelismo. Será en 1924 en “El sepultamiento del complejo de Edipo” donde acentúe un curso distinto en la sexualidad de varones y niñas. Sin embargo, reconoce allí que el desarrollo de la niña se le presenta poco claro, por estar también la niña bajo la determinación de una economía fálica y un complejo de castración, que darán lugar a un sepultamiento del Edipo, la formación del superyó y el consiguiente período de latencia. En el mismo escrito y siguiendo con la experiencia edípica de la niña Freud expone:
“El complejo de Edipo de la niñita es mucho más unívoco que el del pequeño portador del pene; según mi experiencia, es raro que vaya más allá de la sustitución de la madre y de la actitud femenina hacia el padre. La renuncia al pene no se soportará sin un intento de resarcimiento. La muchacha se desliza —a lo largo de una ecuación simbólica, diríamos— del pene al hijo; su complejo de Edipo culmina en el deseo, alimentado por mucho tiempo, de recibir como regalo un hijo del padre, parirle un hijo.” (Freud, 1925, P.186).
Es éste planteo de una ecuación simbólica el que liga el desarrollo sexual infantil femenino con el deseo de un hijo, idea que retomará un año más tarde para explicar que:
“la libido de la niña se desliza —sólo cabe decir: a lo largo de la ecuación simbólica prefigurada pene = hijo— a una nueva posición. Resigna el deseo del pene para remplazarlo por el deseo de un hijo, y con este propósito toma al padre como objeto de amor” (Freud, 1925, p.274)
Queda claro que Freud hace derivar diferencias de constitución psíquica en varones y mujeres a partir de su diferencia anatómica genital, enlazando de ésta manera lo biológico y lo psíquico. Desde éste enlace es que su postura al respecto del deseo de hijo es un equivalente al deseo de pene de la mujer a partir del descubrimiento de la castración consumada que según el autor existe en las corporalidades de las mujeres.
Posteriormente volverá sobre la cuestión femenina para reformular alguna de las ideas ya expuestas, reconociendo explícitamente que ya resignó su expectativa de establecer un analogía entre el desarrollo sexual femenino y masculino.
En “Sobre la sexualidad femenina” Freud equivale el destino de la feminidad a la maternidad. Lo explica diciendo que: “La preferencia de la niña —a diferencia del varón— por el juego de la muñeca suele concebirse como signo del temprano despertar de la feminidad” (Freud, 1931, p.238). Un año después en las “Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis” retoma ésta cuestión resaltando que el punto en que se diferencian el desarrollo sexual de la niña y el niño es el descubrimiento de la castración. A partir de allí Freud marca tres orientaciones posibles en la niña: la inhibición sexual, el complejo de masculinidad o la feminidad normal. Respecto de éste último destino Freud dice literalmente que “la situación femenina sólo se establece cuando el deseo del pene se sustituye por el deseo del hijo, y entonces, siguiendo una antigua equivalencia simbólica, el hijo aparece en lugar del pene” (…) “En la expresión compuesta “un hijo del padre”, muy a menudo el acento recae sobre el hijo, y no insiste en el padre. Así, el antiguo deseo masculino de poseer el pene sigue trasluciéndose a través de la feminidad consumada. Pero quizá debiéramos ver en este deseo del pene, más bien, un deseo femenino por excelencia”. (Freud, 1932, p. 119). Incluso agrega que solamente el hijo varón le brindará a la mujer una satisfacción irrestricta dado que sobre él trae consigo el pene anhelado.
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