La neurobiología del pensamiento: los descubrimientos innovadores de Patricia Goldman-Rakic 1937 – 2003

La neurobiología del pensamiento: los descubrimientos innovadores de Patricia Goldman-Rakic 1937 – 2003

La habilidad del cerebro para crear representaciones mentales es la base de la abstracción, es un proceso que nos libera de nuestro ambiente.

A pesar de que muchos científicos creen que este tema está más allá de la investigación científica, se ha empezado a comprender este proceso a un nivel celular, en gran parte gracias a la innovadora investigación de Patricia Shoer Goldman-Rakic.

Patricia Shoer nació el 22 de abril de 1937 en Salem, Massachusetts. Fue justamente un año después de su nacimiento que se publicó el trabajo del investigador Carlyle Jacobsen, sobre la importancia de la corteza prefrontal dorsolateral en la generación del pensamiento. Con ayuda del neurocirujano experto en primates John Fulton, Jacobsen provocó lesiones en las distintas partes de la corteza cerebral de los primates, descubriendo que aún con dichas lesiones bilaterales en esta corteza, los primates podían resolver rompecabezas de difícil complejidad si la información necesaria estaba presente en el ambiente, mientras que se manifestaba un breve retraso de información necesario para ser retenido mentalmente, reduciendo el desempeño aleatorio que se requiere. Así bien, Jacobsen concluyó que los primates sin el área de asociación frontal aprenden y retienen hábitos sensorio-motores, además de que son capaces de  discriminar visualmente, pero no de recordar información por un breve momento.

Estos estudios de lesiones demostraron también que los primates con ablación en la corteza prefrontal o de enfriamiento de la misma podía inducir una lesión funcional, cuestión que lo volvía distraído, inflexible, perseverante e hiperactivo; si la lesión estaba en la corteza prefrontal orbital se presentaba una alternancia en las respuestas emocionales y cuando se lesionaba la región dorsolateral se veía afectada la cognición.

Lo que respecta a los circuitos, las investigaciones arrojaron que los déficits más prominentes en tareas de memoria de trabajo espacial estaban relacionados con lesiones frontales y los déficits más sutiles estaban relacionados con el caudado e hipocampo.

Patricia trabajó con Rosvold para continuar con el trabajo de Jacobsen, determinó que los monos con lesión surcal podría  realizar tareas visuoespaciales que no requerían de memoria o realizan tareas de memoria que hicieron uso de la información visuoespacial. Esto dio los primeros indicios de la organización paralela que subyace en las operaciones cognitivas.

Circuitos básicos para la memoria de trabajo

Cavada y Goldman- Rakic encontraron que el suculum principal de la corteza prefrontal tiene conexiones recíprocas con el área 7 de la corteza parietal de asociación, una región conocida por el procesamiento de orden superior de la información visio-espacial, así mismo existen conexiones a través del cuerpo calloso que llegan con su contraparte del hemisferio opuesto.

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