La teoría de la Gestalt

LA TEORÍA DE LA GESTALT

La psicología de la Gestalt se puede encuadrar dentro del marco más amplio de la psicología humanista, ya que pone énfasis en las vivencias subjetivas de cada persona, da importancia a aspectos positivos de la psicología tales como la autorrealización y la búsqueda de decisiones acertadas, y trabaja con una concepción del ser humano como agente capaz de desarrollarse de forma libre y autónoma.

Esto significa que no se centra en los aspectos negativos de la mente, tal y como ocurre con ciertos tipos de psicoanálisis, ni ciñe su objeto de estudio a la conducta observable de las personas, como pasa en el conductismo.

La psicología de la Gestalt fue impulsada principalmente por Max Wertheimer y sus discípulos Wolfgang Köhler y Kurt Koffka.

Un poco de historia sobre la Gestalt

La teoría de la Gestalt apareció en la Alemania de principios de siglo XX como reacción a la psicología conductista, que rechazaba la consideración de los estados subjetivos de consciencia a la hora de investigar sobre el comportamiento de las personas. A diferencia de los conductistas, los investigadores que se adscribían a la teoría Gestalt se preocupaban básicamente por estudiar los procesos mentales que por aquella época se consideraban algo fundamentalmente invisible, al no existir herramientas para llegar a conocer bien lo que ocurría en el cerebro.

De este modo, la teoría de la Gestalt nos acerca a una concepción del ser humano caracterizado por su papel activo a la hora de percibir la realidad y tomar decisiones. Según los gestaltistas, todos creamos en nuestra mente imágenes más o menos coherentes sobre nosotros y lo que nos rodea, y estas imágenes no son la simple unión de las secuencias de información que nos llegan a través de nuestros sentidos, sino que son algo más.

Estudio de la percepción

El fenómeno en el que más se centraron los psicólogos de la Gestalt fue la percepción, especialmente la visión y la organización de la misma. Este interés comenzó en 1912 cuando Wertheimer descubrió el “fenómeno phi”, una ilusión óptica en la que varios objetos estacionarios parecen moverse cuando son presentados de manera muy rápida. Esto les permitió postular el principio de la permanencia de la visión.

El descubrimiento del fenómeno phi puso de manifiesto que la idea de que nuestra visión simplemente representa el mundo tal y como es en realidad es falsa. Así, Wertheimer empezó a investigar y pronto se dio cuenta de la existencia de lo que llamó “fenómenos emergentes”, que son experiencias de la percepción que no se derivan de elementos de la realidad sino de la forma en que funciona nuestra mente.

– Marco teórico

Los psicólogos de la Gestalt desarrollaron una serie de principios teóricos que les guiaron en el planteamiento de todas sus teorías. Los más importantes fueron el principio de totalidad, y el principio del isomorfismo psicofísico.

El principio de la totalidad plantea que la experiencia consciente tiene que ser considerada de forma global, ya que la suma de todos los elementos es mayor que el conjunto de sus partes por separado. Así, dentro de un conjunto de elementos aparecen las llamadas “propiedades emergentes”, que no pueden ser observadas si no se cuenta con todas las piezas.

Un ejemplo de esto es el ya mencionado fenómeno phi, que únicamente aparece cuando se presentan fotografías estáticas de manera sucesiva y con gran rapidez. Este fenómeno no podría observarse si solamente hubiese una imagen, o si no estuviera presente el grado de velocidad necesario.

Por otro lado, el principio de isomorfismo psicofísico planteaba que existe una correlación directa entre la experiencia consciente y la actividad cerebral. Así, para cada fenómeno perceptivo que nos encontremos sería posible hallar algún tipo de actividad cerebral que lo acompañe.

– Metodología

A partir de estos dos principios teóricos, los psicólogos de la Gestalt crearon nuevas formas de investigar sobre la percepción humana. Las más importantes fueron el análisis experimental de los fenómenos, y los experimentos bióticos; es decir, experimentos llevados a cabo en entornos naturales y con situaciones poco controladas.

– Propiedades

• Emergencia

Conocido también como principio de aparición, dibuja una imagen en la mente a partir de una percepción global que hemos ido adquiriendo con percepciones visuales anteriores. Es decir, aunque la mente no se determine con claridad que objeto existe a partir de sus partes, es posible que emerja en la mente a partir de la forma global.

• Reificación

Denominada también cosificación. Hace referencia a la información espacial no explícita que percibimos al ver una imagen. Es decir, la mente es capaz de extraer más detalles de los que la forma de la imagen nos muestra.

• Multiestabilidad

Es conocida también como percepción multiestable. Explica el fenómeno que se produce en la mente al poder ver dos objetos/siluetas en una misma imagen.

• Invariancia

En este fenómeno la mente es capaz de percibir objetos geométricos simples, aunque estos sean modificados en su rotación, escala o traslación. Incluso siendo distorsionados o deformados elásticamente o aplicándole cambios de iluminación o contraste, la percepción sobre el mismo será siendo reconocible.

La teoría de la Gestalt y el concepto de "forma"

La palabra alemana Gestalt, que muchas veces se traduce al español como "forma", representa este proceso por el que construimos marcos de percepción de la realidad: todas las personas interpretamos la realidad y tomamos decisiones sobre ella en base a estas "formas" o "figuras" mentales que vamos creando sin darnos cuenta. La teoría de la Gestalt se centra en dar explicaciones acerca de nuestra manera de percibir las cosas y tomar decisiones a partir de las "formas" que creamos.

Algunas escuelas de la psicología consideran que las representaciones mentales que se crean en nuestra consciencia son la suma de piezas de imagen, sonido, tacto y memoria.

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