Mitos y realidades de la Orientación Vocacional: Retos, áreas de oportunidad
Enviado por Ana222222 • 30 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 1.041 Palabras (5 Páginas) • 278 Visitas
Mitos y realidades de la Orientación Vocacional: Retos, áreas de oportunidad.
Cuando escuchamos el término Orientación vocacional regularmente pensamos en alumnos de preparatoria, atormentados, o no, por la obligación de elegir una carrera. Aunque esto no se aleja de la realidad, ésta imagen es solo una fracción pequeña de lo que todo el ámbito de la Orientación Vocacional representa, donde no solo el orientador funge un rol importante sino todos los agentes involucrados en el proceso educativo.
El orientador, dentro del proceso de asesoría enfrenta grandes retos, los cuales se convierten en áreas de oportunidad de mejoramiento en el proceso de orientación.
La mayoría de éstos retos se inscriben en un marco cultural repleto de mitos o creencias falsas sostenidas sin evidencia teórica muy distantes de la realidad que el estudiante vive y enfrenta.
El orientador no actúa por sí mismo, sino que su práctica se lleva a cabo dentro de un contexto educativo, en el cual las culturas, políticas y prácticas se mantienen a través del tiempo, llegando a institucionalizarse. En éste contexto, tratar de incidir de manera profunda desde el plan curricular se torna una tarea ardua, imposibilitando impactar en los alumnos desde el ámbito de la orientación. Y es que se cree que la orientación vocacional es algo transversal, que ocurre en un momento específico bajo una circunstancia determinada, y si bien tiene por motivo una demanda particular, la elección de carrera, dicha demanda se responde tomando en cuenta diversos factores que son de carácter longitudinal y convendría revisarse a través del tiempo, durante la estancia académica.
Los factores anteriormente citados se refieren a aspectos tales como el autoconocimiento o conocimiento de sí mismo, el cual implica una labor introspectiva que requiere desarrollarse; el conocimiento actualizado tanto de las oportunidades académicas como laborales, el cual requiere un trabajo investigativo que permita identificar y clasificar las diferentes actividades profesionales con miras a un desempeño laboral que implique oportunidades de aprendizaje y de experiencia personal.
De igual forma, existe una creencia de los profesores sobre la orientación profesional previamente establecida, que generalmente establece a ésta solamente como una herramienta a utilizar en caso de necesitarse, otorgándole una baja credibilidad. Por razones similares, es difícil establecer una coordinación entre los diferentes actores educativos, padres, profesores, alumnos y orientador, haciendo la labor más compleja de lo que debería ser.
De igual manera, la actividad del orientador se confunde muy a menudo, puesto que por el hecho de tener la psicología por formación profesional, se derivan estudiantes con la finalidad de obtener un consulta clínica, cuando en realidad, la orientación, aunque bien abarca aspectos psicológicos, no es nada parecido a una psicoterapia, sino que se desarrolla en un contexto psicopedagógico.
Uno de los mitos más comunes dentro de la orientación vocacional es que la vocación es algo con lo cual cada persona nace, pero esto no es del todo cierto, pues, si bien hay factores que pueden predisponer ciertas habilidades y aptitudes en las personas, el medio en el que cada persona se desarrolla y el contexto en el que se desenvuelve, propicia diferentes habilidades y por ende vocaciones. Dentro de este mito la creencia popular nos dice que no se puede encontrar en la búsqueda y experimentación de diversas actividades y con la práctica constante de estas, pero lo cierto es que esto es parte del camino para encontrar una vocación.
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