PSICOPATOLOGÍA INTRODUCCIÓN

PSICOPATOLOGÍA

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo hablo sobre la psicopatología del bebé, el libro menciona que por primera vez se había abordado la problemática del bebé desde diversas disciplinas, ya que éste era visto a través de los otros, desde que se concibe es cuidado pero en relación a los demás, si la familia, el médico, el trabajador social, consideran que se le deben hacer estudios de laboratorio, ultrasonidos, etc se realizarán y esto se realiza “por el bienestar del bebe” aunque a él nunca se le haya preguntado si quería ser analizado.

Al final lo que se espera es que después de tantos cuidados que se tuvo con el bebé desde la concepción misma, éste nazca sano y fuerte y así además será aceptado social y culturalmente y será receptor de elogios por parte de las personas que lo rodean.

Pero no siempre es agobiado de elogios, ya que sucede que pueden nacer enfermos ó una vez que hayan nacido desarrollar algún tipo de enfermedad fisiológica o psicológica, lo que genera malestar y angustia de sus familiares, ya que no era de lo que se esperaba de este nuevo miembro de la familia.

La realidad es que parecería que el más importante es el bebé, pero no es así. Lo impportante aquí es todo aquello que los familiares esperan de él, que nazca sano, que sea inteligente, que nazca con un buen peso, que no nazca con alguna malformación o enfermedad, que sea el hijo que siempre soñó la mamá darle a su esposo o el

nieto que siempre soñó darle a su padre. Todo vinculado a los deseos de todos los involucrados, excluyendo al bebé.

Otra cuestión importante es cuando la madre no tiene una buena relación con el bebé, y lo rechaza, le grita, no lo quiere ver, etc. ¿Cómo saber si por el rechazo de la madre el bebé sufre de depresión? ¿O de insomnio? ¿Si el bebé siente soledad? ¿Cómo poder identificar si el bebé sufre alguna de las situaciones antes mencionadas? ¿Cómo distinguir de un llanto por hambre que por un llanto derivado de la angustia o soledad?

Incluso cuando el bebé nace con alguna anomalía los más desconcertados son los padres, ya que ellos hicieron “lo humanamente posible” para que este nuevo ser llenara todas sus espectativas. Sin embargo la gestación no está libre de un sin número de variables que pueden influir en la gestación del nuevo ser y provocarle enfermedades, por ejemplo cuando la madre sufre de preclampsia, el feto sufre e incluso puede morir ¿y este suceso no le puede traer consecuencias posteriores al bebé? Si según Freud, lo que se sufre en la niñéz afecta al sujeto en su vida adulta; la pregunta es ¿Lo que se sufre durante la gestación o siendo bebé no influirá en su vida adulta también?

¿Inclusive si está en riesgo la vida tanto de la madre como del bebé, no se le pregunta al padre, quien quiere que sobreviva? Al bebe no se le toma en cuenta en esta desición y aunque hubiese sido un individuo sano, vale más la vida de la madre que la del bebé, según la valoración del padre. Me surge otra pregunta ¿Los individuos en gestación tienen derechos? ¿y si los tienen quién los puede hacer valer? Ya que al ser el bebé un individuo indefenso los que tienen la facultad de decidir por ellos son los Padres, pero en el caso que ellos no piensen objetivamente ¿Quién podría defender al bebé y hacer valer sus derechos?.

Aquí es donde nos auxiliará la investigación de expertos que de manera ética y profunda aporte nuevos conocimientos a cerca de lo que viven y sienten los bebés y del derecho que tienen de desarrollarse plenamente como cualquier individuo y sobre todo el trabajar de manera interdisciplinaria en beneficio del bebé, que e a su corta edad puede estar sufriendo.

DESARROLLO

La separación y los efectos de la ausencia materna fueron popularizados por Rene Spitz; éste describió, bajo el nombre muy elocuente de hospitalismo, los efectos de las separaciones precoces, que origina la depresión por dependencia, el bebé según Spitz al ser alejado de su madre sufría ya que siempre había estado a lado de ella.

Según S. Freud, el bebe nace, en efecto totalmente dependiente de los cuidados maternos, con los cuales forma una unidad oindisoluble, omnipotente, puesto que no se distingue de su madre, cuya vigilancia le asegura cuidados perfectos.

Spitz describe de los cuidados maternos el holding y el handling

(manipulación); dentro de un ambiente de juego , no impiden que la madre viva y/o exprese su ambivalencia; el inquieto bebé debe aprender a sobrevivir y a separarse de su madre gracias a un área “yo-no yo”, que es un área de juego y de cultura (self).

Los psicoanalistas klenianos piensan que el bebé quiere apropiarse de su madre, a quien no posee y quien se vuelve mala porque no le pertenece a él o porque le pertenece a su padre. Es buena madre cuando puede incorporarla como un buen alimento, pero se convierte en seno malo porque su envidia lo ha dañado.

Los vínculos entre el bebé y su madre es la expresión del apego generalizado, que es la manera en que los compañeros de la generación precedente tienen para proteger a sus pequeños contra el ataque de los predadores. El bebé humano no es capaz de seguir a su madre y a colgarse de ella, la madre comprende “quiere que lo tome en brazos”. Esta anticipación materna es rápidamente retomada por el bebé quien desde los tres meses se anticipa tendiendo los brazos cuando la escucha. De esta manera se dan las interacciones precoces son intercambios imaginarios y fantasmáticos, por que la madre introduce en su práctica de crianza a otro bebé que no es el que tiene en brazos, el bebé imaginario es aquel que tiene que ver con su deseo de embarazo, el que ella ha construído para su pareja, es el resultado de sus deseos de maternidad y data de su propia infancia.

Con estos distintos bebés, comparte un baño de afectos armonizados y sincronizados (mímica, diálogo tónico y vocalizaciónes entonativas y recíprocas).

El bebé aquejado de autismo no reconoce la significación de la mímica deladulto, particularente la de su madre, así desconcertada al no poder realizar su programa interacticoi, la madre se deprime.

La evolución del bebé sólo puede comprenderse si le damos lugar a aquello que tenemos el hábito de llamar temperamento; y no es evidente que esta evolución sea mejor en los bebés calmados que no exigen esfuerzos por parte de aquellos que los educan. A partir de la preocupación por los disminuídos físicamente, los psiquiatras han empezado a estudiar las consecuencias producidas por su educación, y especialmente por las relaciones que tienen con sus padres.

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