¿Por Qué Recordamos?
Enviado por sandrix01 • 10 de Febrero de 2021 • Documentos de Investigación • 2.196 Palabras (9 Páginas) • 188 Visitas
¿Por Qué Recordamos?
En la antigua Grecia, si querías dar un banquete u organizar una fiesta con mucho estilo, se buscaba al mejor poeta, aquel que con las palabras expresara de forma ingeniosa una situación, un sentimiento o expusiera la memoria de un pueblo a través de sus virtudes y batallas. Así es como arribamos a Tesalia, una de las periferias de Grecia, específicamente en la casa de Escopas, el cual había organizado un gran banquete y tenía como gran atracción la presencia del poeta Simónides de Ceos. Luego de recitar algunos de sus poemas de memoria, sale del recinto para recibir su paga, y es ahí cuando sucede lo impensado; la estructura se desploma, aplastando a todos los invitados, dejando solo escombros y los cuerpos irreconocibles de aquellos que habían asistido. Se había perdido toda esperanza de identificar los cuerpos, las familias lloraban desconsoladas; pero, en medio del tumulto se alzó Simónides, el poeta, y uno a uno fue señalando a cada familia donde yacía su pariente.
Simónides dejó un legado muy importante, nos enseñó que la memoria es un arte, que recordar es un privilegio para aquellos que han vivido. Hoy en día, la memoria parece ser algo poco apreciado, cuando no queremos olvidar algo lo tercerizamos y almacenamos esa información en una computadora, nuestro celular o algún dispositivo electrónico, poco a poco olvidamos cómo recordar. Nuestra memoria es una biblioteca vacía que espera cada día algo nuevo, nuevas experiencias, aventuras, nuevos recuerdos que al final serán reflejo de nuestra vida y definirán nuestro ser. Entender la memoria es entender el rol que juega la experiencia en nuestras vidas, es comprender que nuestros hábitos, miedos, alegrías y metas están influenciadas por todo nuestro pasado. Es imposible recordar cada momento de nuestra vida, y es que la función de nuestra memoria no es esa, no es almacenar toda información, sino almacenar la información importante.
Para los griegos, esta facultad llegó a ser tan importante que fue divinizada, esta diosa llevaba por nombre Mnemósine. A su vez, ella era madre de las 9 musas que conocemos, demostrando que antes de tener música, arte, comedia, ocupamos conocimiento. Los poetas y reyes invocaban a esta diosa, para así poder tener esa ventana hacia el saber memorizado y crear arte, la cual para los helenos era la manifestación de la conexión entre lo divino y la memoria. Mnemosine también era el nombre de uno de los ríos del Hades, el cuál todo ser debía buscar; su contraparte era el río Lete, el río del olvido, usualmente asociado con la muerte, porque un alma sin memoria es un alma sin vida. Al igual que los griegos, hemos creado mil y un analogías para poder entender de manera clara cómo funciona la memoria, pero la realidad es otra, es un proceso tan complicado que a pesar de contar con tanta tecnología, los científicos no logran descifrar completamente cómo este proceso, que a priori parece sencillo y mecánico, se lleva a cabo. Y es que nuestro cerebro emplea diferentes regiones para realizar esto y resulta difícil poder descifrar con certeza cómo cada pieza se une para formar un recuerdo.
Las fotos capturan momentos, nos trasladan a otra época, es muy común que los únicos recuerdos de los primeros años de nuestra vida sean aquellos plasmados en las fotografías de los álbumes familiares; los primeros 5 años de nuestra vida suceden prácticamente sin dejar una huella en nuestra memoria, y es que el cerebro reemplaza los recuerdos por nuevos que se van creando, este fenómeno se llama amnesia infantil. A partir de los 5-6 años de edad ya nuestro cerebro empieza a crear las memorias que luego de tantos años recordaremos; en esta edad todo parece fascinante, ya que todo es nuevo, y nuestros ojos se maravillan ante los descubrimientos que hacemos, poco a poco vamos reconociendo al mundo, para luego dejar de reconocerlo y empezar a recordarlo. Sin duda en esta temprana etapa de nuestra vida es cuando sucede el mayor desarrollo cognitivo, somos como una esponja que absorbe todo aquel conocimiento que lo rodea. Resulta fascinante la memoria de un niño en esta edad, lejos de la monotonía, cada día para él es una nueva aventura, un vaivén de emociones que forman nuevos recuerdos. En la niñez nuestros recuerdos se verán afectados muchas veces por la carga emocional de estos, en algunos casos resultaran en momentos agradables, como nuestra primera vez en bicicleta, o en situaciones desagradables que en ocasiones derivan en fobias. Bower fue un pionero en esa relación emociones/memoria, y su teoría principal proponía que cada vez que la persona se encuentra en diferentes estados emocionales activa una red de conexiones cognitivas la cual evoca momentos y situaciones relacionadas a ese estado.
Es fácil recordar el nacimiento de un hijo, un viaje, la muerte de un pariente, pero ¿qué pasaría si pudiésemos recordarlo todo? Pocos casos de este tipo se han registrado, uno de los más reconocidos es el de Jill Price, que sufre de hipertimesia, o cómo se le conoce: “La mujer que nunca olvida”. Al mejor estilo de las tiras cómicas, esta mujer parece tener un superpoder, ella recuerda todos los días de su vida; pero algo que parece un don puede resultar en una maldición. El recordar cada efímero detalle ha hecho que ella pierda el sentido de abstracción, su cerebro no sabe identificar qué es importante y qué no lo es; leer un libro resulta en una tarea difícil, cada palabra evoca un sinfín de experiencias que hacen que se distraiga de la actividad principal. A pesar de que este fenómeno afecta a un selecto grupo de seres humanos, nuestro cerebro parece estar diseñado para almacenar una gran cantidad de información, luego de un cálculo a partir de las conexiones neuronales se obtuvo que aproximadamente se podría almacenar 2,5 petabytes de información, o 300 años de video. Con esta capacidad nuestro cerebro parece no tener límites. Pero no debemos olvidar la otra cara de la memoria, aquellos casos donde el ser humano es incapaz de recordar su pasado. Es famoso el caso del paciente conocido como EP, el cual se podría decir que tuvo la peor memoria; su caso de amnesia fue tan severo que ni siquiera podía recordar que la tenía. Las personas con este trastorno no logran transferir las memorias de un corto a un largo plazo, y en otros casos no pueden recordar eventos que pasaron hace muchos años.
Ahora, ¿imaginemos que en algún punto de nuestra vida olvidamos completamente todo aquello que hicimos, todas las cosas que aprendimos, todas las experiencias ganadas? Eso es precisamente lo que les pasa a las personas que sufren de amnesia retrógrada, una amnesia en la cual ya sea por enfermedades o traumas la persona olvida todos los eventos que hayan ocurrido antes del comienzo de la enfermedad. Para tratar de comprender como funciona la memoria y la amnesia retrógrada imaginemos la memoria como un disco duro y cada experiencia vivida como una foto o un mini video, y luego ese disco duro es invadido por virus o sufre algún golpe, algún accidente que lo daña, y perdemos todas esas fotos y mini videos. Eso es exactamente lo que le ocurre a las personas que sufren de ese tipo de amnesia, estas personas tienen que pasar el resto de su vida tratando de llenar de nuevo su vida, ya no con esos momentos inolvidables, sino con nuevos recuerdos, con nuevas caras y experiencias que los hagan sonreír al recordar.
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