¿Por qué el histérico y el obsesivo son la pareja perfecta?

¿Por qué el histérico y el obsesivo son la pareja perfecta?

Primero comenzaremos diciendo que en realidad la histeria así como la neurosis obsesiva no son formas de ser, ni tipos de personalidad; en realidad son formas de responder al deseo.

Generalmente, se asocia a la histeria con las mujeres y a la neurosis obsesiva con los hombres. Sin embargo, vale la pena mencionar que existen hombres histéricos y mujeres obsesivas.

El sujeto obsesivo inconscientemente siempre busca a una mujer histérica y la persona histérica, siempre busca a un hombre obsesivo. Esto tiene una simple explicación: el obsesivo desea a la histérica y la histérica desea el deseo del obsesivo dando como consecuencia a la pareja perfecta.

A propósito de pareja, justamente la percepción que el individuo tiene sobre cómo manejan sus padres su particular relación de pareja, desde el tercero al quinto año de su vida; detona las tendencias histéricas que pueda tener en años posteriores de su existencia.

Este proceso de triangulación genera en el niño la necesidad de utilizar un lenguaje que le permita atraer la atención de sus padres. Justamente es ahí donde surge la dramatización, una de las características principales de la histeria.

Histeria y obsesión pueden convivir como un par ideal, “el neurótico confunde la demanda del otro con el objeto de su deseo y en esta medida en que cómo dos toros entrelazados (figura topológica) sellan un pacto, se anudan a un fantasma que les permite sostener su deseo, ella, la histérica, como un insatisfecho y él, el neurótico obsesivo como imposible” (Vacarezza, 2002)

Haremos una pequeña referencia a lo que es una relación entre un histérico y un obsesivo para posteriormente poder entrar a cada una de las estructuras y conocer más a fondo los tipos de relaciones y de reacciones.

La persona obsesiva prefiere a una persona que no desee y por eso mismo puede pasarse la vida intentando satisfacer el deseo de una persona histérica, ya que no puede ver más allá de lo que esta simplemente le pide, sin ser lo que desea; mientras que la histérica empieza a creer (teniendo un poco de razón) que si ella cede al deseo del obsesivo, éste perderá el interés por ella y esto es algo que una persona histérica no se puede permitir.

Existen grandes diferencias entre un obsesivo y un histérico las cuales son:

Histérico: es predominante en las mujeres, sus mayores temas de conversación son el sexo, origen de la vida, la identidad sexual, una conducta extremadamente seductiva, tienen miedo de perder al ser amado o en su caso a la persona que les brinda toda la atención, suelen ser teatrales y exageradas en su forma de expresarse o a la hora de contar algo, ya que pretenden ser el único foco de atención, nadie puede destacar más ni brillar más que ellos y generalmente tienen su deseo insatisfecho.

El obsesivo, por otra parte, es más predominante en varones, sus temas de conversación centrales son: muerte, la razón de su existencia, culpas sobre lo que ha hecho, suele ser una persona aislada.

Ahora bien, ¿Qué es la histeria, como la podemos definir?

“Es una de las neurosis de defensa o psiconeurosis, se caracteriza por un grupo de síntomas que se manifiesta a través de alteraciones predominantemente orgánicas y por síntomas que se manifiestan en diversas esferas de lo predominante mental.” (Anaya, 2011)

El síntoma histérico, por lo regular, es estable. Quienes lo padecen, logran detener, temporalmente el conflicto y la ansiedad que éste genera. Suelen ser muy ansiosos, hipocondríacos.

“El histérico nunca percibe sus propios objetos internos o los objetos externos del mundo tal como se los percibe comúnmente, sino que él transforma la realidad material de estos objetos en realidad fantasmatizada: en una palabra: histeriza el mundo. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué significa histerizar?” (Nasio, 1990)

Es muy importante entender que la persona histérica, no ve el mundo de forma común: son personas fantasiosas, que buscan ser siempre el centro de la atención. De ahí que buscan, con relatos exagerados o hasta fantásticos; se esmeran en captar la atención de quienes están a su alrededor.

“El histérico es, fundamentalmente, un ser de miedo quien, para atenuar su angustia, no ha encontrado más recurso que sostener sin descanso, en sus fantasmas y en su vida; el penoso estado de la insatisfacción. Mientras esté insatisfecho, diría el histérico, me hallaré a resguardo del peligro que me acecha.” (Nasio, 1990)

Pero, ¿A qué le tiene miedo el histérico?, básicamente su miedo es a sentir las cosas de verdad, como realmente son, la persona histérica aparenta que sabe perfectamente cómo se siente, lo cual es algo equivocado puesto que ellos están viviendo dentro de su mundo de fantasía y felicidad, ellos también presentan un miedo a poder gozar y a disfrutar, ya que sienten que si hacen eso desaparecerán.

Su gran temor a dejar de ser el centro de atención y a ser abandonadas, se muestran insatisfechos para ocultar, por una parte, su temor y por otra para evitar relacionarse emocionalmente con las personas, mostrándose sumamente indiferentes y hasta cierto punto distante, dejando ver solo lo que quieren, por ejemplo su sensualidad, dramatizando de más y haciendo su vida un poco

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