Posibles efectos de la adicción al consumo de la pornografía

Posibles efectos de la adicción al consumo de pornografía en  linea en el desarrollo de distorciones cognitivas en jóvenes adolescentes.

Edgar Alejandro Jaimez Morales

Universidad Autónoma de Baja California

Facultad de medicina y psicología

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Métodos cualitativos y cuantitativos (271)

Luis Eduardo Villalobos Gallegos

02/12/2021

Resumen

A menudo los adolescentes carecen de la atenuación de riesgos necesaria para discernir y gestionar los peligros de estos  contenidos de forma segura y saludable. Esto se ve reflejado en que los adolescentes están luchando cada vez más con el uso compulsivo de Internet (CIU), y los comportamientos compulsivos relacionados con el contenido pornográfico en línea y el cibersexo. Los contenidos sexuales tienen un impacto en la cognición.   Los participantes tienen pensamientos obsesivos compulsivos sobre los contenidos sexuales, concretamente recuerdan los contenidos pornográficos que han visto desde que los consumieron por primera vez. No pueden evitar pensar, concentrarse, esperar ver e imaginar el contenido sexual que han visto, entre otros de los diversos problemas que puede acarrear la adicción a la pornografía como desarrollar un modo de pensar y entenderla sexualidad distorsionado, pérdida de autoestima y confianza en uno mismo y sentimientos de incapacidad.

Por ende, el objetivo de esta investigación es conocer si exite una correlación positiva entre la adicción al consumo excesivo de pornografía online en el desarrollo de distorciones cognitivas en adolescentes. Se contará  con la participación voluntaria de jóvenes de sexo indistinto que deberan tener entre 10 a 19 años.  La encuesta se aplicará en un periodo de un mes, para poder recolectar datos y tomar el tiempo de analizar los datos, aplicable del 20 de noviembre al 20 de diciembre para recolección de datos. El análisis estadístico se realizará mediante la prueba de Spearman.

Introducción

Según Owens, es importante entender el impacto sistémico del consumo de pornografía de forma excesiva, y específicamente la exposición a los estímulos pornográficos en el desarrollo de los adolescentes; entendiendo la importancia de esto ya que el desarrollo de los adolescentes implica cambios críticos y significativos en una multitud de ámbitos como lo son el físico, emocional, cognitivo, social, espiritual y sexual. En consecuencia, se considera que los adolescentes son uno de los públicos más susceptibles a los contenidos sexualmente explícitos.

Cada vez los jóvenes y adolescentes tienen más maneras de acceder a diversos contenidos pornográficos en línea, Owens menciona que a menudo los adolescentes carecen de la atenuación de riesgos necesaria para discernir y gestionar los peligros de estos  contenidos de forma segura y saludable. Esto se ve reflejado en que los adolescentes están luchando cada vez más con el uso compulsivo de Internet (CIU), y los comportamientos compulsivos relacionados con el contenido pornográfico en línea y el cibersexo. Love (2015) plantea en su investigación de la neurociencia de la adicción a la pornografia, que mientras que la "adicción" se ha asociado históricamente con el consumo excesivo de drogas y/o alcohol, la floreciente investigación neurocientífica en este campo ha cambiado nuestra comprensión en las últimas décadas. Ahora es evidente que diversos comportamientos, que refuerzan repetidamente los circuitos de recompensa, motivación y memoria forman parte de la enfermedad de la adicción.

Love (2015), también menciona que como resultado de las crecientes pruebas neurocientíficas, la Sociedad Americana de Medicina de la Adicción (ASAM) amplió formalmente su definición de adicción en 2011 para incluir tanto comportamientos y sustancias, dictaminando así que a adicción es una enfermedad primaria y crónica de la recompensa cerebral, la motivación, la memoria y los circuitos relacionados. La disfunción de estos circuitos conduce a manifestaciones biológicas, psicológicas, sociales y espirituales características, manifestaciones biológicas, psicológicas, sociales y espirituales. Esto se refleja en un individuo que busca patológicamente recompensa y/o alivio mediante el consumo de sustancias y otros comportamientos. La atención a la novedad (búsqueda de señales destacadas en el entorno) favorece la supervivencia de la conducta, y las investigaciones demuestran que activa el sistema de recompensa del cerebro. Por lo tanto, el acto de búsqueda (que incluiría la navegación) es una de las acciones que activan el sistema de recompensa. También lo hacen los estímulos que violan las expectativas (positivas o negativas), lo que se encuentra a menudo en  la pornografía en Internet.

Según Chichana (2020), en junio de 2018 la OMS hizo público el borrador de la undécima edición (CIE-11), que aprobó finalmente en mayo de 2019 y que incluye el Trastorno por comportamiento sexual compulsivo (Compulsive sexual behaviour disorder) como categoría específica dentro del Trastorno del control de los impulsos. Los criterios propuestos son: Repetitivas conductas sexuales que se convierten en el foco principal de la vida de la persona, hasta el punto de ser negligente con su salud o con la atención de otros. Descuidando a su vez sus intereses, actividades o responsabilidades.  Ha hecho numerosos esfuerzos infructuosos para controlar o reducir significativamente su conducta sexual compulsiva. Continúa realizando la conducta sexual a pesar de las consecuencias adversas como ruptura de relaciones, impacto negativo en la salud, laborales, ocupacionales, etcétera.

Peter y Valkenburg (2009) mencionan que las personas con adicción a la pornografía pueden pasar largos períodos de tiempo visualizando imágenes, videos y demás material pornográfico, situación lo cual puede llevar al aislamiento social, a experimentar depresión severa y cambios impredecibles de ánimo. Setyawati (2010) señala que el periodo de la adolescencia se caracteriza por la exploración en los campos de la sexualidad y la identidad, así como por una mayor participación en conductas de riesgo.

Según los resultados de la investigación de distorsiones cognitivas y consumo de pornografia Setyawati (2010), Los contenidos sexuales tienen un impacto en la cognición.   Los participantes tienen pensamientos obsesivos compulsivos sobre los contenidos sexuales, concretamente recuerdan los contenidos pornográficos que han visto desde que los consumieron por primera vez.  No pueden evitar pensar, concentrarse, esperar ver e imaginar el contenido sexual que han visto. Les resulta difícil concentrarse en hacer cosas, ya que tienen problemas para dormir debido a que tienen fantasías sobre escenas de relaciones sexuales. La exposición a contenidos pornográficos en Internet conduce a la adicción a la pornografía, especialmente en los adolescentes que todavía están experimentando la pubertad, en la que no han alcanzado la etapa de madurez psicológica social de los adolescentes. El impacto afectivo consiste en la excitación sexual y la satisfacción sexual son  el deseo y el placer de ver contenido pornográfico y el impulso de realizar escenas de sexo para lograr una mayor excitación. Otro efecto psicológico es una relación significativa entre la intensidad o la frecuencia de acceso a la pornografía y los sentimientos de soledad, incluida la depresión mayor.  Los individuos que acceden a la pornografía online tienden a experimentar problemas clínicos, concretamente síntomas depresivos que los individuos que buscan pornografía offline o por medios diferentes. La adicción a la pornografía en Internet también afecta a la vida emocional de los adolescentes, de modo que son propensos a tener pesadillas, sentimientos de vergüenza, culpa, ansiedad y confusión, así como a la autoestima, sentimientos de insatisfacción con el propio cuerpo y ansiedad sexual.

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