Primeros 3 capítulos del libro "El sútil arte de que te importe un carajo"
Enviado por Lizzeth24 • 29 de Abril de 2021 • Resumen • 2.489 Palabras (10 Páginas) • 1.930 Visitas
Capítulo 1
No lo intentes.
El libro empieza hablando de Charles Bukowski el cual era un borracho, perdedor y un poeta. Bukowski había querido ser un escritor durante décadas, pero todos los lugares a los que sometía sus obras, lo rechazaban, dicho rechazo lo empujo a la depresión, acompañada por alcohol, la cual lo seguiría la mayor parte de su vida.
Bukowski trabajaba como archivador de cartas en una oficina postal. Por las noches tomaba y escribía, siento esta su realidad por 3 décadas, dicha que consistía en una nube de alcohol, drogas, apuestas y prostitutas. Y cuando tenía 50 años, un editor de una pequeña casa editorial le tomó un extraño interés, no le prometió grandes cantidades de dinero o de ventas, pero desarrollo un extraño interés por Bukowski y le dio una oportunidad, oportunidad que tomó inmediatamente.
Después de firmar el contrato Bukowski publicó un libro llamado Cartero, a lo que logró posicionarse como novelista y poeta. Gente como él son el pan de cada día de la narrativa cultural, la encarnación del “sueño americano”, un hombre que siempre siguió intentándolo y lo logró, pero la duda entra en por que su epitafio está escrito “No lo intentes”.
A pesar de su fama y sus ventas, Charles seguía siendo un perdedor, su éxito no estaba derivado de su determinación de ser ganador, sino de saber que ya era un perdedor, cosa que aceptó y escribió con honestidad de ello, nunca trato de ser más de lo que era. Su genialidad provenía de poder ser completamente honesto consigo mismo y de poder compartir fracasos sin temor alguno.
Su historia real era el sentirse como un fracasado, a él no le importaba la fama, y esta no lo cambió, ni él cambió para conseguirla, por lo general, la autosuperación y el éxito se dan en paralelo, pero no significa que sean equivalentes.
Hoy en día nuestra cultura está orientada a expectativas positivas poco realistas, como el ser los más felices, el tratar de ser perfectos, de tener a la familia y la vida perfecta, pero cuando nos detenemos y consideramos los consejos de vida convencionales en realidad se centran en lo que carecemos, apuntan a lo que pensamos que nos falta, a nuestros fracasos y los acentúa.
Esta fijación en lo positivo solo nos recuerda lo que no somos, lo que nos falta y lo que debimos ser, pero fracasamos, porque una persona feliz no necesita pararse frente al espejo y decirse que lo es. Una persona que es suficiente para si mismo, no necesita hacer que los otros lo crean, si es así, no eres o no estas donde quisieras estar.
Nos volvemos apegados a lo superficial y a lo falso, tratando de conseguir la felicidad y satisfacción, la clave para una buena vida es que te importen menos las cosas, para que en verdad te importe lo que es verdadero, inmediato y trascendente.
El circulo vicioso del sobre análisis es una peculiaridad insidiosa que, si la dejamos, nos puede volver locos, pero aun así esta forma parte de la belleza del humano, de por si pocos animales son capaces de pensar, pero solo los humanos son los únicos capaces de tener pensamientos acerca de nuestros propios pensamientos (conciencia).
La sociedad a través de la cultura del consumismo, ha cultivado en las redes sociales una generación entera de gente que cree que sentir experiencias negativas no está bien. Si se entra a las redes sociales siempre existe una historia de alguien teniendo una vida más exitosa que la nuestra. Este maldito vicio del sobre análisis se ha convertido en una epidemia, volviéndonos estresados y neuróticos.
Pero esto no es lo que nos mete en problemas, sino el sentirnos mal por sentirnos mal, nos sentimos culpables por sentirnos culpables, nos enoja estar enojados, y nos pone nerviosos el estar nerviosos, dicha razón por la cual es importante que las cosas nos importen un carajo, lo que salvará al mundo cuando aceptemos que el mundo está mal. Este circuito vicioso de sobre análisis puede tener un corto circuito, con el cual dejamos de odiarnos por sentirnos mal.
El deseo de una experiencia más positiva es, en sí misma, una experiencia negativa. Y la aceptación de la experiencia negativa es, en sí misma una experiencia positiva.
Diciendo básicamente que nunca serás feliz si continúas buscando en que consiste la felicidad, nunca vivirás si estás buscando el significado de la vida, el cual puesto en una manera más sencilla es “No lo intentes”.
Esto lo que se refiere, no es a que no logres, nada, solo que, en vez de buscar una experiencia positiva, hay que aceptar la negativa, lo cual resultará en una experiencia positiva. Haciendo entender que todo lo que vale en esta vida es ganado a través de superar la experiencia negativa asociada.
Muchos de nosotros sufrimos durante nuestras vidas al darle demasiada importancia a situaciones que no lo merecen, mientras que las verdaderas cosas que deberían importarnos se ven opacadas por las que no.
La frase del sutil arte de que las cosas te importen un carajo habla, en esencia, de aprender a concentrarte y a priorizar tus pensamientos de manera efectiva: cómo elegir lo que vale para ti y lo que no te importa, con base en tus valores personales. Esto es difícil; el lograrlo requiere una vida de práctica y disciplina. Y fracasarás varias veces, pero quizás es el esfuerzo más valioso que se puede realizar en la vida, siendo este tal vez el único esfuerzo que posee valor en la vida.
Existen 3 sutilezas para clarificar el tema de que te valga un carajo.
Sutileza n°1. Que algo te importe un carajo no significa ser indiferente, significa estar cómodo por ser diferente.
Sutileza n°2. Para que te importe un carajo la adversidad, primero debe importarte algo más importante que la adversidad.
Sutileza n°3. Te des cuenta o no, siempre estás eligiendo qué es importante para ti.
Capítulo 2
La felicidad es un problema
Este capítulo habla acerca de un rey que va a nacer en las colinas del Himalaya, y cuando llegara al mundo, el monarca decidió darle la vida perfecta, el niño no conocería de sufrimiento y todo deseo le seria satisfecho.
Construyeron altos muros alrededor del palacio y al niño lo malcriaron, hasta el punto de que cuando creció, ese era un ignorante respecto a las crueldades de la existencia humana.
Pero entre más crecía, se dio cuenta de que no importaba la riqueza que le diera su padre, esta nunca era suficiente y se sentía vacío. Por lo cual una noche salió del palacio y quedo horrorizado con todo el sufrimiento y dolor que existía en el exterior y aunque volvió al palacio, se volvió más insoportable y culpaba a su padre, por algo que él se hizo a sí mismo, pensando que el sufrimiento le otorgaría lo que estaba buscando, volvió a escapar, pero esta vez fue para siempre, y así pasaron años, con el viviendo como un mendigo, y otros años más y se dio cuenta que esa vida de sufrimiento, no era tan buena como él creía, no le aportaba un revelaba algún misterio del mundo ni su propósito único.
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