Psicoanalisis de fathers and daughters.

Lo mejor de mi vida
 

        Esta película nos cuenta la historia de Jake Davis, un escritor que perdió a su esposa en un accidente automovilístico, que lucha contra una extraña enfermedad mental que lo hace tener ataques convulsivos, lo cual le dificulta criar a su hija de 5 años, Katie. La película también se enfoca en Katie cuando es mayor, estudiante de psicología y trabajadora social que tiene problemas enfrentándose a los recuerdos y traumas emocionales dejadas por su infancia difícil y la relación que tuvo con su padre.

        Al comienzo de la película es difícil comprender por qué ella tiene ese com-portamiento –que en realidad se explica por medio del psicoanálisis de Freud–, pero al final de la película todo cobra sentido.

        Como ya mencione, cuando Katie era una niña perdió a su madre y debido a los ataques que sufría su padre, este tuvo que institucionalizarse en un hospital psiquiátrico, dejando a la niña con la única hermana de su esposa. Jake estuvo ahí 7 meses y cuando regresó, su hija estaba muy feliz de tener a su padre.

        En el tiempo en que Katie es mayor ella le dice al psicólogo que no puede amar, que no es capaz de sentir nada, pero no siempre fue así, puesto que al principio de la película podemos apreciar las variadas emociones de la niña. Al no poder experimentar emoción alguna, se refugia en las relaciones de una noche, esto le “ayuda” a al menos sentir algo.

        Es muy claro que ella tiene esa clase de comportamientos porque el “Ello” predomina en sus decisiones, su líbido, sus instintos y sus ganas de sentir algo la hacen actuar de esta manera, aunque a veces ella ni siquiera sepa por qué es así o la razón por la que hace lo que hace.

        En el ello se encuentra el inconsciente, aquel espacio en el que están los acontecimientos que no podemos o no queremos recordar porque nos causan mucho dolor, en este caso, el hecho de que su madre murió, que su padre estuvo en un hospital psiquiátrico, los ataques que sufría y después, su muerte. Todo esto lo vivió ella cuando tenía 5 y 6 años. Definitivamente ella utilizaba como mecanismo de defensa el aislamiento, porque no tiene ninguna reacción emocional en la actualidad; de niña, cuando perdió a ambos padres, sufrió tanto y se cerró, no quiso volver a sentir ese dolor, ni ninguna cosa que le causara aflicción.

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