Psicopedagogía de la niñez y la adolescencia

Aprendizaje en los primeros seis años de vida

Psicopedagogía de la niñez y la adolescencia

Instituto IACC

11 de Enero del 2020

        DESARROLLO[pic 1]

1.-  Explique y fundamente ¿cuál es la función de la herencia en el desarrollo de José?

En el caso de José, podemos mencionar que en cuanto a su herencia se han otorgados rasgos morfológicos que afecta en sus capacidades del desarrollo (puede verse afectada alguna zona específica del cerebro).

En cuanto a la parte abierta del código genético se observan potencialidades, como es en el caso del  lenguaje en el cual en el caso de José deberá recibir una estimulación aún más constante para poder desarrollar esa área de forma adecuada.

Podemos señalar que de acuerdo a los antecedentes familiares las dificultades que presenta José en el área de lenguaje son atribuibles a rasgos genéticos (padres, hermanos) pero que con una adecuada estimulación lograra superarlas.

2.- En el caso de José ¿de qué manera se podría ver afectado su aprendizaje en los primeros seis años de vida y cuáles sería las causas de dichas dificultades?

En el caso de José sin una adecuada intervención y estimulación podría verse afectada el área cognitiva, ya que debido a las dificultades de lenguaje y atención que presenta, durante esta etapa no podrá comprender de forma adecuada los contenidos o conceptos básicos, para luego seguir avanzado en los cursos posteriores, es en esta etapa en donde los niños aprenden con mayor facilidad con un adecuado apoyo y ambiente.

Las causas de dichas dificultades se podrían atribuir a una herencia cognitiva, por los antecedentes que menciona la madre con respecto a la situación vivida por los padres y hermanos, una opción es descartar alguna dificultad en el área de Broca la cual tiene directa conexión con el área del lenguaje. Otra causa importante es la falta de estimulación de José ya que esta tarea es un trabajo en conjunto del establecimiento pero sobre todo de su núcleo familiar quienes son comparten la mayor parte del tiempo con él, se deben realizar actividades que potencien las dificultades que presenta.

Caso Benjamín

“La familia Díaz está compuesta por Ana, mujer de 35 años, casada hace 10 años con Vicente, de 40 años de edad. Ambos padres trabajan en el área de finanzas de un banco. Vicente trabaja en ese lugar desde hace 15 años y Ana hace 8 años.

Ambos tienen dos hijos, Benjamín que actualmente tiene 6 años de edad y Claudia de 15 años de edad.

Benjamín fue un niño prematuro de 31 semanas de gestación, pesó 1.600 gr y midió 40 cm. Ana comenta que su embarazo no fue muy bueno. En esa época comenzaron con los primeros problemas económicos y tuvieron que irse a vivir con los padres de Vicente. Ana cometa además que discutía mucho con su marido y, en ocasiones, llegó a sentir tristeza y desánimos profundos que la dejaban algunos días acostada sin ánimo de seguir con su rutina diaria. Reconoce también que, muy ocasionalmente, prendía un cigarro para calmarse aunque sabía que no era sano para su embarazo.

El nacimiento de Benjamín fue complejo porque fue sin mucho aviso y Ana considera que ella no reaccionó muy bien, pues Benjamín tuvo que pasar un tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica.

La abuela paterna de Benjamín apoyo a Ana durante los primeros meses de la vida del niño. La ayudaba con los cuidados y el proceso de lactancia, sobre todo porque Ana sufría de mastitis. Hasta los 3 meses de Benjamín lloraba constantemente y solo después de los 6 meses ya logró dormir más y estar más tranquilo. A esta edad agarraba objetos y levantaba la cabeza y el tronco con los brazos estirados cuando estaba boca abajo. Ya a los 9 meses juntaba las manos y pasaba los objetos de una a otra, se daba vuelta solo y balbuceaba. A los 12 meses ya se mantenía de pie sin ayuda durante al menos 5 segundos.

A los 15 meses de edad ya caminaba solo, subía escaleras gateando y tenía un vocabulario de 2 palabras: papá y mamá.

A los 2 años de edad hablaba aproximadamente 10 palabras y prefería comunicarse con señas o indicando objetos y situaciones.

En esta etapa ingresa a la sala cuna, pues Ana decide comenzar a trabajar. En la sala cuna las educadoras les explican a los padres que Benjamín necesita más estimulación en el lenguaje, pues cuesta que los demás le entiendan cuando se comunica.

A los 3 años ingresa a una escuela de lenguaje donde comienza a recibir apoyo de diversos profesionales de la educación, respondiendo muy bien a la estimulación recibida. Cerca de los 4 años ya podía sostener una conversación breve mientras jugaba al teléfono.

Logro también controlar su esfínter y aprender a ir al baño solo, tomar utensilios solo y jugar a la pelota con su papá, pero presentando algunos problemas de coordinación.

Al ingresar a pre-kínder, Benjamín ya podía comunicarse bien con sus pares y educadoras, sin embargo, presentaba algunos problemas para comprender algunos contenidos del área de lenguaje. Ya en kínder esto fue más evidente, pues no alcanzaba el nivel de conocimientos esperados para su edad. Era muy distraído y tendía a enojarse si algo no le resultaba como quería. Si este enojo era muy fuerte, se demoraba mucho tiempo en volver a calma y regularse.

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