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¿Qué se entiende por abuso sexual?


Enviado por   •  15 de Agosto de 2021  •  Apuntes  •  5.548 Palabras (23 Páginas)  •  113 Visitas

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¿Qué se entiende por abuso sexual?

 Según la según la Organización Mundial de la salud (OMS) se entiende como: "[...] una acción en la cual se involucra a un menor en una actividad sexual que él o ella no comprende completamente, para la que no tiene capacidad de libre consentimiento o su desarrollo evolutivo (biológico, psicológico y social) no está preparado, o también, que viola las normas o preceptos sociales". Otra de las definiciones más aceptadas internacionalmente es la del National Center of Child Abuse and Neglect (1978), según la cual el abuso sexual infantil (ASI) se entiende como "los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimular sexualmente a sí mismo, al niño o a otra persona" (Acero, 2009).

Por otro lado, la Academia Americana de Pediatría ha definido al Abuso Sexual Infantil (ASI) como la práctica de un contacto físico o visual, cometido por un individuo en el contexto sexual; con violencia, engaño o seducción, ante la incapacidad del niño para consentir, en virtud de su edad y diferencia de poder (Vitriol, Vásquez, Iturra & Muñoz, 2007).

El Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) (2007) agrega: "la violencia sexual como el término más amplio y el abuso sexual como la manera específica a un tipo penal o delito definido según las características de la víctima y circunstancia de indefensión". Acero (2009) expone el concepto de abuso sexual, entendido este, desde el punto médico legal, como el contacto entre un menor y un adulto, en el que el menor de edad es utilizado para satisfacción sexual de un adulto o de terceros, desconociéndose su nivel de desarrollo psicosexual.

En Colombia, el ICBF (2007) percibe el abuso infantil como una forma de violencia sexual, [...] el incesto, la violación, el tocamiento o manoseo a un niño o niña con ropa o sin ella, alentar o permitir a un niño o una niña que toque de manera inapropiada a un adulto y el abuso sexual sin contacto físico: seducción verbal, solicitud indecente, realizar actos sexuales en presencia de los niños o niñas, la masturbación, pornografía, exhibición de los genitales o gestos sexuales para obtener gratificación sexual, espiándolos mientras se visten, bañan o realizan sus necesidades de aseo.

Así, el ICBF (2007) plantea que el abuso sexual va más allá del contacto físico e incluye todas estas manifestaciones que pueden perjudicar psicológicamente a un niño en lo que respecta a temperamento y personalidad, además de aspectos psicosomáticos y psicopatológicos como se podrá corroborar durante el seguimiento de la revisión.

Medicina Legal constató que en el 78% de los casos, el agresor era un conocido del niño o niña, especialmente padre, padrastro u otro familiar (Unicef, 2002). En cuanto al perfil del agresor/a, con respecto al sexo, se constata que los varones están significativamente más implicados como agresores en los abusos sexuales a menores, con unos porcentajes que oscilan entre el 80% y el 92%, especialmente cuando las víctimas son niñas.

Factores de Riesgo

Al realizar un sucinto análisis del trabajo de Finkelhor (1986, 2000 y 2002), éste sugiere que si bien algunas características están asociadas con mayor riesgo: niñas más que niños, preadolescentes y adolescentes de pocos años, el hecho de tener un padrastro, de no vivir con los padres biológicos, de tener una madre psicológicamente dañada, una crianza inadecuada o el presenciar conflictos familiares, estos no son factores confirmatorios ni invalidantes en la identificación de casos actuales de ASI. En consonancia con Finkelhor, Osnore (1998), en un estudio realizado para identificar antecedentes y conductas de riesgos en un grupo de niños abusados sexualmente, encontró un elevado número de familias disfuncionales (74.4%) y alcohólicas (35%) asociadas a casos de ASI, lo que nos señala la importancia que tienen estas manifestaciones en la génesis de este problema.

Además de estos factores familiares emocionales o afectivos, o del vínculo, factores económicos también representan riesgos. Para Zielinski (2004), el bajo estatus socio económico representa un factor de riesgo. Del mismo modo, hay diferencias geográficas en los reportes de abuso que pueden estar asociadas con la pobreza y los estándares de vida (Usta & Farver, 2010). Por otra parte, Kalra (2006) asocia el ASI con los bajos niveles educativos de las madres.

Consecuencias  en la salud mental

El foco ha sido sobre la sintomatología de las víctimas, y los problemas que ellos afrontan en la vida adulta. En particular el estudio de Behrman (2007) hace énfasis en la variedad de efectos que tiene el ASI sobre la vida de las personas, tales como ansiedad y depresión, culpabilidad y vergüenza, disociación, compulsividad, necesidad de perfección y control, sentirse usadas, inquietud con otros adultos en autoridad, ideación suicida, abuso de sustancias, baja autoestima, inhabilidad para el autocuidado físico, emocional y social, además de una sensación de infancia perdida. De la misma manera, Western (2010) encuentra la depresión subsecuente, la susceptibilidad al suicidio, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias y psicosis como efectos del ASI. Zinzow, Seth, Jackson, Niehaus & Fitzgerald (2010) argumentan que la variabilidad en los síntomas está relacionada a la culpabilidad que se le atribuye a la familia y/o al perpetrador.

El stress post-traumático, conocido indicador psicopatológico, es en muchos casos una reacción posterior a los efectos del ASI (Mahoney, 2005; Usta & Farver, 2010), así como los trastornos depresivos o de ansiedad (Wilson, 2010). Por ejemplo, en los casos de trastorno limítrofe de personalidad, el estudio Machizawa (2005) encontró que existe una fuerte asociación entre la severidad de los traumas (abuso físico, sexual y emocional) de la infancia y esta enfermedad. De acuerdo con Pereda (2009), la presencia de conductas sexual izadas, también denominadas comportamientos erotizados, es uno de los problemas más frecuentes en víctimas de abuso sexual infantil, y son tomadas habitualmente como un indicador de marcada fiabilidad para su detección. 

Las historias de abuso sexual en la niñez han sido ligadas al miedo, a la ansiedad, a la depresión, al insomnio, a los desajustes sexuales, al comportamiento auto-destructivo, a los dolores de cabeza, a la agresión, a la rabia, a la baja autoestima, al abuso de sustancias, a los intentos de suicidios y a la obesidad (Bridgeland, Duane & Stewart 2001; Cornman, 1997; Hall, 2000; Knisely, Barker, Ingeroll & Dawson, 2000; Roberts, 1996; World Health Organization, 1997, citados en Wilson 2010).

 PREVENCION:  https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/procesos/lm3.pp_lineamiento_tecnico_de_programa_de_p_y_p_para_la_proteccion_integral_de_nna_generaciones_con_bienestar_v1.pdf

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