¿Quién es el niño?

Universidad Autónoma de Nuevo León
Facultad de Salud Pública y Nutrición[pic 1][pic 2]

Crecimiento y Desarrollo Humano
Docente. Rebeca Edith Martínez Ibarra

1. Elabora un resumen

Irma Guadalupe Reyes Padrón
Matrícula: 1999397
Grupo: 031

Fecha de entrega: 31 de enero del 2023

¿Quién es el niño?

Aspectos históricos.

Muy pocos son los registros que suministran información sobre los niños en la época prehistórica, aunque se ha constatado que el infanticidio era común. En Mesopotamia, alrededor del año 2100 a.C., se escribió sobre el cuidado de los niños. En Egipto, en el periodo de 1600 a 1450 a.C., fueron escritos tres papiros que más tarde se hicieron famosos: Ebers, Westea y Brugsch; en ellos se incluían temas de Pediatría y Puericultura. Los griegos plantearon que, durante la vida, el ser humano pasaba por cuatro edades: la del niño al que le dieron el nombre de país, la del adolescente, efebo, la del adulto, aner y finalmente la del anciano, gerón. En Atenas, al décimo día de nacido un hijo, se decidía si era aceptado o rechazado en la familia. En la época de la Escuela Hipocrática se escribió mucho sobre las enfermedades de los niños, las que aparecían referidas en tres de los libros del Corpus Hippocraticum. En Roma, a diferencia de otras culturas, el infanticidio era considerado como delito, aunque los padres que lo cometían no pasaban de ser amonestados. Los romanos asignaron nombre al niño según las tres etapas en que dividieron el periodo de la niñez, infantum, desde el nacimiento hasta los siete años; impuber, hasta los doce o catorce años, y puber, después de esta edad. En la Edad Media se escribió poco sobre los niños. En esta época eran tratados como pequeños adultos y vestidos como tales; a los siete años, los que no pertenecían a las clases altas sociales debían trabajar. La mortalidad infantil era muy alta y la esperanza de vida al nacer era baja. El poder paterno era excesivo; así, en el siglo XIII, en Alemania, un padre podía vender a su esposa e hijos. En la América precolombiana quienes ejercían las labores de medicina no se dedicaban a la atención de los niños; esta tarea la cumplían las parteras y las mujeres viejas. Durante el renacimiento se da un mayor interés por el niño, en 1472 se publica el primer libro dedicado a las enfermedades infantiles, escrito por Paolus Bagellardi de la Universidad de Padua. Después de la Revolución Francesa, Juan Jacobo Rousseau publicó Emilio, libro en el que hizo grandes aportes a la educación del niño. Durante los siglos XIX y XX se avanza bastante en el estudio del niño; aparecen educadores como Juan Enrique Pestalozzi, quien impulsa la disciplina con amor y Federico Fröebel, quien fue el iniciador del sistema kindergarden y al igual que el anterior influyó bastante en la educación prescolar. Actualmente la mirada del adulto hacia el niño es muy variada, según la cultura y la clase social, pero en general en el mundo hay un interés cada vez mayor por el niño. No obstante, faltan aún mucho camino por recorrer y es tarea de los puericultores liderar este proceso.

Herencia biológica y ambiente.

Tanto la herencia como el ambiente tienen gran influencia en la configuración corporal y en la estructuración de la personalidad del niño. Sin entrar a asignar un porcentaje de influencia a la acción de una o de otra en un niño determinado o en los niños en general, sí es fundamental tener siempre en cuenta la interacción permanente de estos dos factores para dar como resultado un ser humano concreto, que establece relaciones especificas consigo mismo, con los los demás y con el mundo que lo rodea.

La herencia biológica.

Con la unión del óvulo y el espermatozoide durante la concepción, se aporta el ácido desoxirribonucleico (ADN), que suministra la información requerida para la transmisión genética de la herencia humana. El ADN está distribuido y veintitrés cromosomas contenidos en el espermatozoide y veintitrés cromosomas contenidos en el óvulo; los cromosomas estás compuestos por seis mil millones de nucleótidos, formados por una base nitrogenada, un azúcar y una molécula de fosfato. Con la combinación de cromosomas maternos y paternos y el proceso permanente de mutación al azar, se da una variedad casi infinita en los fenotipos de la especie y por ende en la individualidad genética de cada persona.

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