RESEÑA: LAS FANTASÍAS HISTÉRICAS Y SU RELACIÓN CON LA BISEXUALIDAD.

RESEÑA: LAS FANTASÍAS HISTÉRICAS Y SU RELACIÓN CON LA BISEXUALIDAD.

AL PROFESOR:

ANTHONY SAMPSON

UNIVERSIDAD DEL VALLE

INSTITUTO DE PSICOLOGÍA

PROGRAMA ACADÉMICO DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGÍA CLÍNICA CON ORIENTACIÓN PSICOANALÍTICA I

SEXTO SEMESTRE AGOSTO-DICIEMBRE DE 2014

SANTIAGO DE CALI DICIEMBRE 3 DE 2014

RESEÑA LAS FANTASÍAS HISTÉRICAS Y SU RELACIÓN CON LA BISEXUALIDAD.

Este capítulo es un artículo escrito por Freud en 1908, con el fin de plantear la relación de las fantasías con los síntomas histéricos, relación que ya previamente había comenzado a estudiar y que en este capítulo aborda a profundidad.

Para abordar este tema el autor plantea que las fantasías de grandeza de los paranoicos es plenamente conocida por las personas, no obstante establece que lo realmente novedoso es establecer que existen formaciones psíquicas análogas  que se presentan en las psiconeurosis especialmente en las histerias, estas formaciones son las fantasías histéricas, las cuales permiten diferenciar algunos nexos con los síntomas neuróticos.

Por otra parte Freud plantea que las creaciones de las fantasías concientes son los  sueños diurnos  que se pueden presentar en jóvenes o adultos sin discriminaciones de género; dichos sueños son de naturaleza erótica en el caso de las mujeres y en el caso de los hombres puede ser ambicioso o erótico, puesto que en realidad son el cumplimiento de un deseo que es generado por la privación y la añoranza, por lo tanto estos sueños son reservados con vergüenza  perteneciendo a lo más íntimo de la personalidad. Las personas que presentan estos sueños según Freud son fáciles de reconocer dado pueden sonreír repentinamente, mantienen ausentes  y en momentos conversan consigo mismos.

Estas fantasías son en realidad construcciones desfiguradas y mal entendidas  por la instancia psíquica del consiente, estas fantasías sirven para entender los sueños nocturnos los cuales se forman a partir de los sueños diurnos. Freud También plantea que hay fantasías que se  pueden presentarse de manera inconsciente lo que puede ocasionar que se vuelvan patógenas. Estas fantasías patógenas se pueden deber  a fantasías conscientes “Sueños diurnos”  que se dejaron en el olvido intencionalmente lo que provoco que fueran al inconciente por la represión con lo cual la fantasía presentaría algunas variaciones o siguiera siendo la misma, o por el contrario estas fantasías patógenas pueden ser es decir aquellas fantasías o sueños diurnos que emergen de manera involuntaria, pueden bien haberse formado en el inconsciente lo que implica que tengan un vínculo con la vida sexual de la persona siendo igual a la fantasía que le provoco a la persona satisfacción sexual durante la masturbación que se constituye primero con la convocación de la fantasía y después con la actividad propiamente de autosatisfacción. Para Freud  la masturbación  antes era destinada simplemente a obtener placer en una zona erógena específica, no obstante esta acción se complejizo ya que se unifica con la representación-deseo que fue tomada del circulo de amor del objeto para realizar de forma parcial una fantasía, sin embargo,  cuando la persona deja de provocarse satisfacción tanto masturbadora como fantaseada, la fantasía misma se pasa al inconciente y se convierta en un síntoma patológico al menos en una parte del contenido de la fantasía,  si la persona no logra sublimar su libido “desviar la excitación sexual”.  

Estos síntomas patológicos en algunos casos son los síntomas histéricos los cuales son el resultado de fantasías incocientes figuradas por conversión que emergen de manera involuntaria y que toman las sensaciones sexuales  e inervaciones que acompañaba a la fantasía conciente con el fin de cumplir la meta de todo procesos patológico que es restablecer la satisfacción sexual al menos en un pequeña parte. Igualmente Freud establece que dichos síntomas  patológicos de los histéricos no siempre se expresan en las fantasías, si no en la realización conciente y de esa manera fingen atentados, maltratos y agresiones sexuales.

De esta manera el autor plantea que la histeria debe ser estudiada en relación a las fantasías, ya que de estas proceden los síntomas histéricos, por lo tanto la técnica psicoanalítica busca deducir a partir de los síntomas histéricos las fantasías inconscientes para que devengan al conciente, por lo tanto todo lo que se pueda averiguar con relación a la sexualidad de los psiconeuróticos, es a partir de la relación que se puede establecer a partir de los síntomas y las fantasías  inconcientes, dicha relación es compleja y múltiple, esto se debe a la prisa con la que la fantasía inconciente procura expresarse, y por esto  un síntoma no corresponde a una sola fantasía inconciente todo lo contrario un síntoma  puede expresar múltiples fantasías las cuales no  se expresan en el síntoma de manera arbitraria dado que para que se exprese la fantasía en el síntoma debe subsistir una relación sujeta a leyes de composición.

Finalmente Freud se encarga de ampliar el tema de los síntomas histéricos y su relación con las fantasías y por último la bisexualidad.  Estableciendo primero la esencia de los síntomas histéricos  bajo nueve fórmulas plenamente determinadas. Muchas de estas fórmulas son similares entre sí como la primera y segunda fórmula las cuales relacionan el síntoma histérico con vivencias o impresiones traumáticas, mientras que la tercera y cuarta formula lo relacionan con el cumplimiento de un deseo que según la tercera formula son formaciones psíquicas que intentan cumplir el deseo mientras que la formula cuatro plantea que son fantasías, así mismo la quinta y la sexta relacionan los síntomas histéricos con la satisfacción sexual, aunque  para la formula cinco implica una relación con la pulsión sexual, mientras que para la seis implica un retorno a una modalidad de satisfacción sexual. Las formulas siete y ocho plantean el síntoma histérico en relación a mociones de carácter pulsional que mantiene su significado o constitución sexual, la séptima formula plantea que los síntomas nacen por dos mociones pulsionales opuestas, dado que una ellas intenta expresar la pulsión mientras la otra intenta sofocarla, por otra parte la octava plantea que el síntoma histérico sustituye las mociones inconcientes  no sexuales, sin perder el significado sexual. Las formulas siete y ocho según Freud son las que dilucidan de manera correcta el factor sexual ya que las que las preceden se contienen en ellas, lo que permite mantener el nexo entre el síntoma y la fantasía, además de los componentes de las pulsiones sexuales los cuales gobiernan al individuo a través de dicha relación.

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