TIEMPO DE CALIDAD EN LA FAMILIA
Enviado por Rafael Alvarez • 24 de Agosto de 2018 • Trabajo • 4.563 Palabras (19 Páginas) • 206 Visitas
TIEMPO DE CALIDAD EN LA FAMILIA
A diferencia de lo que sucedía hace apenas tres décadas atrás, en las que, sobre todo, la presencia de la mujer en la casa atendiendo a los hijos, apoyándolos en las tareas escolares, conviviendo con ellos, participando en juegos, enseñándoles las labores de la casa, así como el hecho de contar en casa solamente con la radio y en el mejor de los casos una televisión, situación que propiciaba la convivencia en la mesa de los padres con los hijos, y la oportunidad del padre, que por lo general era el que trabajaba, de estar al pendiente de las situaciones que se presentaban durante el día, y poder platicar con los hijos para orientarlos y corregirlos, y como no recordar la reunión en las noches para contar cuentos o elevar algunas oraciones en agradecimiento por el día que terminaba, y el tan esperado fin de semana para acudir toda la familia a participar de la misa y después comprar un choco milk, una gelatina, el mandado o acudir al parque y saborear de una rica paleta o un helado, al fut-bol, a visitar a los familiares y en el mejor de los casos a la matiné; la generación actual de padres de familia disponemos de menos tiempo para estar con nuestra familia, y además los niños se ven sometidos a presiones que antes no existían (actividades extracurriculares).
Las exigencias, que nosotros mismos nos imponemos, por el deseo de tener más o mejores cosas, y las obligaciones del ritmo de la vida actual, en muchas ocasiones, nos imponen tener que dedicar gran parte del día a la actividad laboral, o en general pasar buena parte de este, separados de nuestro cónyuge y nuestros hijos.
En términos generales nos encontramos hoy en día con que los trabajos son muy exigentes, con jornadas que se alargan y se extienden hasta pasada la media tarde o noche y además el nivel de exigencia hace que, en ocasiones, los padres tengamos que terminar el trabajo desde casa, situaciones que conllevan a disponer de menos tiempo del que disponían otras generaciones para estar con nuestros hijos.
Sin embargo, cuando este es el caso, los niños se encuentran que ambos progenitores están sometidos a un mayor estrés, y que la mayoría de las veces no están con ellos por la tarde. “Es ahí donde entra en juego el tiempo de calidad que comparten y, dedicarles, por poco que sea ese tiempo, un espacio de comunicación, diversión, relajación y ocio. Si esto se da, los padres están asegurando una alta autoestima en sus hijos acompañada de valores que les servirán para toda la vida”, opina la psicóloga Ana Lucía Rosel.
A contrario sensu se puede afirmar que la falta de tiempo de calidad en la familia trae como consecuencia que cada vez haya más familias en crisis, mismas que están aportando a la sociedad hijos que en su infancia crecen con baja autoestima son fácilmente influenciables, atraso en su proceso de aprendizaje, tienen dualidad de comportamiento son introvertidos o extrovertidos, son víctimas o victimarios de bullying, así como te aman te pueden odiar; la situación se agrava cuando llegan a la adolescencia etapa de por sí difícil en la vida de la familia, son jóvenes que su vida se encuentra sin valores, sin definición en sus metas y objetivos para su futuro personal y profesional, son conformistas, groseros, altaneros y son fáciles víctimas de las adicciones (pornografía, redes sociales, alcoholismo, drogadicción), sin límites y sin una supervisión tienden a probar nuevas experiencias sexuales, música, bailes, se vuelven chantajistas (saben cómo lograr lo que ellos quieren de sus padres, dicen lo que sus padres quieren oír, o hacen lo que saben que a sus padres les dará felicidad barren sus cuarto, limpian, etc.), embarazos en edad temprana, el problema se agrava en su juventud pasan de una carrera a otra, el comportamiento que tuvieron en la adolescencia se empeora, ahora se vuelven promiscuos, se convierten en hijos que tienen miedo a la responsabilidad por que aún y cuando ya trabajan siguen viviendo en casa con sus padres.
Ahora bien, si esta problemática, que se origina en el seno de la familia y luego se traslada a la sociedad por medio de los ambientes, en los que interactúa cada miembro de familia, es propiciado por el tiempo de calidad que los padres dedican a los integrantes de su familia, resulta necesario definir o que se entiende por tiempo de calidad.
A continuación, referenciamos definiciones de algunos autores:
A grandes rasgos, dada la reducción del tiempo disponible con los hijos, se trata de hacer que éste sea lo más provechoso posible para su desarrollo armonioso, mitigando de alguna manera esta dificultad. (Alejandro García Alamán)
Aquel en que se comparten juegos, sonrisas, cuentos y actividades activas con los niños. Es un tiempo maravilloso para relacionarnos con ellos, para disfrutar y para que disfruten con nosotros. (@armando_bastida)
El tiempo de calidad es una referencia informal al tiempo compartido con la familia, la pareja o los amigos que es de algún modo importante, especial, productivo o provechoso. Es tiempo que se reserva para prestar atención plena e indivisa a la persona o tarea en cuestión. También puede referirse al tiempo dedicado a realizar alguna actividad favorita. (Wikipedia sobre el ‘quality time’)
Tiempo en el que nuestra familia disfruta de nuestra compañía, de cariño, aprendizaje y desarrollo.
El tiempo de calidad es algo que buscamos en todas nuestras relaciones personales. Se refiere a los momentos especiales en la vida que forman parte de nuestra base emocional, aunque no recordemos cada detalle de ellos.
Tiempo de calidad es utilizar efectivamente el tiempo disponible para atender las necesidades de nuestra familia.
En lo personal me quedo con la definición que hace el Cambridge Dictionary: “Tiempo que pasas con alguien, prestándole toda tu atención porque valoras la relación.”
Tanto mi esposa como yo trabajamos, y en ocasiones me comenta, “¿no te pasa a ti, que sientes que el tiempo no rinde?, ¡cada vez siento que el tiempo pasa más aprisa!, por más que hago algún espacio para estar en casa con los niños, apenas si llego le sirvo de comer a Nathalia, si está Rafa comemos con él y salgo para continuar con las siguientes actividades, y por la noche, ya que llegamos juntos, les preparo de cenar y es el momento en que vemos a Esaú, siento que es poco el tiempo que pasamos con ellos, seguro que a ti también te pasa.”, y claro que me pasa considerando que salgo por la mañana de casa y regreso ya por la noche, entre semana desde hace muuuucho tiempo no comparto la mesa con mi familia, a la hora de la comida.
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