Tanatología Conclusión

Conclusión

Con base en la evidencia se considera que el duelo ante el fallecimiento de un ser querido se puede volver difícil,  por lo tanto el proceso del duelo debe vivirse dignamente, lo que implica enfrentar el dolor y minimizar el sufrimiento, permitiéndonos asimilar cada una de nuestras emociones que van apareciendo durante este proceso, así mismo el impacto de la perdida dependerá de grado de intimidad de la relación, los lazos emocionales y del vinculo que se vivía, pero también de la capacidad de desprendimiento y el grado de resiliencia con el que cuente la persona.

Es de importancia el apoyo tanatologico en el proceso de una perdida ya que se da una orientación que permitirá aceptar y entender, emocionalmente la perdida así mismo se tendría las herramientas necesarias y red de apoyo para enfrentar este proceso y reconocer y abrirse al dolor, expresarlo y lo más importante, no reprimirlo.  La capacidad del ser humano es infinita en varios aspectos, por lo tanto la persona siempre saldrá adelante.

La muerte es un proceso por el que todos tenemos que pasar, y debemos adaptarnos a la pérdida aunque ello conlleve tiempo y esfuerzo. Por ello la importancia del desarrollo y la difusión del tema como así los cuidados paliativos, tratando de eliminar el sufrimiento y no al ser humano que sufre, y sobre todo la actitud de solidaria en el acompañamiento de la persona que se encuentra en el proceso de duelo.

Efectivamente no es el olvido la clave para vivir sanamente el duelo. Pensar en el dolor sin negarlo, sin dulcificarlo, pero también sin reducirlo a una experiencia oscura y sin salida, esa es la clave.

“El duelo es un proceso, no un estado”

-Anne Grant

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