Terapia Experiencial
Enviado por Camila Henriquez • 20 de Agosto de 2015 • Apuntes • 5.365 Palabras (22 Páginas) • 113 Visitas
INTRODUCCIÓN A LA PSICOTERAPIA
Clase 1: 13.03.06
Lo que motiva a una persona a ir donde un psicólogo es la sensación de malestar que los domina. Las personas dicen que se sienten mal. En virtud de lo anterior, se intenta hacer que la persona comience a sentirse bien consigo misma. Esto se logra a través de la psicoterapia que constituye un método en el cual se produce una conversación o diálogo entre el terapeuta y la persona.
Se han desarrollado varios enfoques para realizar psicoterapia. El primer enfoque es el psicoanálisis que se preocupa por las causas internas que provocan el malestar. El segundo enfoque lo constituye el conductismo que tiene como directriz la objetividad.
En la segunda mitad del siglo XX se empiezan a cuestionar los dos enfoques antes descritos. Surge la psicología humanista que deja de hablar de las personas como objetos para referirse a ellas como sujetos, como personas activas. En la psicología humanista se le da importancia al poder de decisión de la gente, a la libertad.
Cronológicamente:
Viena 1890 Psicoanálisis
Chicago 1910 Conductismo
San Francisco 1960 Humanismo
El movimiento humanista cuestiona la forma de entender el mundo, se comprende que no existe una única manera de entender la realidad. Ya no hay una única verdad. Cada uno tiene su propia verdad y todos estamos en lo correcto.
En 1960 comienza a surgir el concepto de libertad. Apunta al deseo de ir en contra de lo establecido, de un poder decidir entre las cosas que se desean. Surgen en consecuencia visiones de mundo distintas que generan etapas nuevas de la vida como la adolescencia y la juventud. En estos períodos se produce un espacio de transición hacia la adultez en los que se goza la independencia. Tiene los beneficios de un adulto pero sin las responsabilidades de uno. Existe la libertad de decir, hacer y decidir. En los 60 los jóvenes y adolescentes se dan cuenta del poder que tienen y lo utilizan. Con este fenómeno en psicoterapia ya no se acepta que el terapeuta diga lo que quiera. Todo este espíritu genera el movimiento estudiantil que tiene como bandera de lucha la consigna "somos sujetos protagonistas y vamos a cambiar el mundo". Este movimiento se da fuertemente en tres lugares:
Berkeley 1967
Valparaíso 1967
París 1968
Este espíritu nuevo es importante en psicología porque surge una nueva forma de hacer psicoterapia. A los psicólogos les preocupa denominar a las personas como pacientes porque ello denota pasividad, pone a la persona pasivamente esperando algo. Les preocupa también que se conciba a la psicoterapia como una ciencia, cuando realidad corresponde a una técnica que tiene que estar en concordancia con la libertad de las personas.
A partir de este momento se destaca la importancia de la emoción. El sentir es puesto en primer lugar. La psicoterapia como técnica no escapa a este pensamiento y a partir de ese momento el determinante de la psicoterapia es el sentir.
La libertad y la emoción son los dos elementos que los humanistas le cuestionan al conductismo y al psicoanálisis.
El movimiento humanista tiene como base una corriente filosófica nueva, que valora la diferencia y la heterogeneidad, es el existencialismo. Esta perspectiva responde a la fenomenología que constituye una técnica creada por Husserl que viene a resaltar la descripción.
Centrarse en la descripción es lo que permite adquirir más conocimiento. En este sentido la pregunta ya no es que es qué es lo que siente sino cómo siente. Hay un énfasis en la experiencia. Lo que interesa es la descripción del fenómeno y no su interpretación, en el momento en algo se rotula se deja de describir. La rotulación de existir, es posterior a la descripción detallada. Para Husserl, además del énfasis en la experiencia, es central la intencionalidad de la conciencia. Cuando uno es conciente de algo lo hace hacia determinado aspecto voluntariamente elegido, vale decir, la intencionalidad de la conciencia es activa (yo lo hago) y orientada (yo la dirijo).
Como se ha dicho el existencialismo se fundamenta en la fenomenología cuyos máximos representantes son Heidegger, Jaspers y Sartre.
HEIDEGGER
Señala que no se puede tener a la lógica como juez absoluto, se propone una desconfianza a la razón lógica. La razón no siempre es la mejor decisión. Muchas decisiones no se basan en la lógica o en la razón. El enamorarse por ejemplo es un acto irracional. Por esta razón no toda conducta irracional debe ser eliminada. Esto no quiere decir que la razón o la lógica deban ser eliminadas sino que hay decisiones que se basan en la razón y otras que no.
Otro elemento mencionado por este autor es que uno es en función de la realidad. El ser en el mundo (dasein) es ser allí en la realidad concreta, uno no existe en un mundo aislado de la realidad. Por lo tanto la descripción de una persona no puede obviar la realidad concreta que le circunda, no se puede obviar el contexto. Esto es importante en psicoterapia pues al cómo siente se debe incorporar el contexto de la persona.
Un tercer elemento heideggeriano es el tiempo. El ser allí incluye el devenir, el ser en el mundo ocurre también en un tiempo, esto genera una conciencia de las posibilidades y de las limitaciones, lo que se relaciona con la libertad de los individuos.
JASPERS
Plantea que la comunicación es importante porque permite el conocimiento del otro. Cuando el otro me comunica me entero como la otra persona vive su mundo, su realidad y sus verdades. En la medida en que se conocen las verdades se conoce el contexto y por lo tanto las limitaciones y con ello la experiencia posible y la existencia posible. La cuestión ahora es “yo puedo convertirme en…”
SARTRE
Este autor propone que el ser humano se va construyendo, la experiencia precede a la esencia, uno se va haciendo y cuando llegas a algo tienes una esencia de esa cosa. Al irnos construyendo somos responsables, la libertad es la posibilidad de elegir, por lo tanto, debemos hacernos responsables de nuestras decisiones. Señalar que no había opción de elegir algo cuando en realidad si la había (porque siempre la hay) es actuar con “mala fe”. Esto también es importante en psicoterapia porque actuar con mala fe implica colocar la responsabilidad de los actos afuera, en los otros y no en uno mismo donde corresponden.
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