Trabajo Autónomo. Libro “Criaturas de un día”. Irvin Yalom. Capítulo 2 “Sobre ser real”.

1. Trabajo Autónomo. Libro “Criaturas de un día”. Irvin Yalom. Capítulo 2 “Sobre ser real”.

Alumna: Florencia Marchionni.

Materia: Teoría y Práctica de la Consultoría Psicológica.

Contestar las siguientes preguntas, transcribiendo textualmente y fundamentando teóricamente:

1 ¿Cómo expresa el protagonista su autoconcepto?, ¿Cómo se ve a sí mismo?

Yalom cuenta que su cliente Charles siempre comenzaba a transpirar cuando veía un auto de policía en la autopista, como si se tratara de un farsante o un impostor a quien estuviesen buscando.

En palabras del protagonista: “La culpa en flotación libre buscando un pecado, ese soy yo”.

Se disminuía a sí mismo, y los sueños que tenía eran inexorablemente autodenigrantes: Se veía con enormes heridas sangrantes acurrucado dentro de una celda o una cueva; era un marginal, un bruto, un criminal, un fraude.

En otro sueño cuenta que estaba esperando junto a un grupo de personas su turno para un casting de una película. Esperó que lo llamaran, y después dijo sus líneas bastante bien. El director lo llamó aparte y lo felicitó. Después le preguntó sobre sus papeles anteriores y él le contestó que nunca había actuado en una película. El director golpeó la mesa con la mano, se paró y gritó mientras se iba: “No eres actor. Estás actuando de actor”. Charles corrió tras él gritando: “Si uno actúa de actor, uno es efectivamente un actor”. Pero el director seguía caminando y de repente se alejó. Charles gritó lo más fuerte que pudo: “Los actores actúan de personas. ¡Eso es lo que hacen los actores!”. Pero fue inútil. El director se había desvanecido y él estaba solo.

La inseguridad de Charles parecía fija, y no podía integrar sus logros a su noción de yo. Cuestiones tales como ascensos laborales, mensajes de amor de su esposa, sus hijos, sus amigos, respuestas fantásticas por parte de sus clientes o empleados... pasaban rápido como el agua, como si él fuese un tamiz y nada de eso tuviese valor, peso, consistencia.

También sostenía la creencia de que el terapeuta se sentía impaciente y aburrido él. Pasaban horas y horas examinando las fuentes del desprecio que sentía por sí mismo.

Es fundamental para el desarrollo de un buen autoconcepto la valoración y aceptación de los demás; Rogers llamaba a esto “necesidad de amor”. Una necesidad fundamental del ser humano para desarrollarse de forma plena y feliz. Esta necesidad de amor y afecto es innata. Por esto, ciertas personas (en la niñez y posteriormente en la vida adulta) adquieren gran importancia, porque estas personas significativas pueden influir fuertemente en el individuo al dar o negar amor y aceptación, y su influencia es decisiva en el desarrollo psicológico. Las personas significativas que ejercieron un rol paternal en la vida de Charles mueren sorpresivamente, por lo que podríamos decir que el autoconcepto que construye el cliente, estaría relacionado con éstas muertes.

2 ¿Cuál fue su motivo de consulta inicial, y cuál el posterior?

En mi opinión el motivo de consulta inicial tiene que ver con dos cuestiones. Por un lado su autoconcepto, ya que un autoconcepto o una noción de yo realista lleva consigo una percepción realista sobre la realidad externa, y la situación en la que el individuo se encuentra parado. El autoconcepto es fluido y cambiante; no tenemos una personalidad fijada de antemano, sino que nos vamos modificando a medida que nuestras experiencias (internas y externas) cambian. Al inicio de la terapia, Yalom cuenta que pasaban horas examinando las fuentes del desprecio que su consultante sentía por sí mismo: Coeficiente intelectual y exámenes de admisión deslucidos, incapacidad para responder al acoso escolar, acné adolescente, incomodidad en la pista de baile, eyaculaciones precoces ocasionales, preocupaciones por la pequeñez de su pene. Muchas experiencias que lo habían hecho sufrir y que por supuesto habían ido configurando su noción de yo.

En un primer momento (cuando somos bebés) las experiencias que podemos tener son únicamente internas, pero a medida que nos vamos desarrollando, la tendencia a la mejora lleva al niño a establecer interacciones con otras personas y cosas, ampliándose su autoconcepto.

Por otro lado, para Charles lo más oscuro comenzó una mañana cuando tenía ocho años. Un día gris y ventoso, su padre, marino olímpico, partió para realizar su navegación diaria desde Bar Harbor, y nunca regresó. Ese día está fijo en su mente: la espantosa vigilia de la familia, la tormenta que se volvía cada vez más hostil, el ir y venir inquieto de su madre, los llamados a amigos y a la guardia costera, la obsesión con el teléfono que estaba sobre la mesa de la cocina cubierta por un mantel a cuadros rojos, el miedo por el viento que bramaba mientras caía la noche. Lo peor de todo eran los lamentos de su madre cuando, a la mañana siguiente, la guardia costera llamó por teléfono con la noticia de que habían encontrado el barco vacío flotando y dado vuelta. El cuerpo de su padre nunca apareció.

Mientras relataba esto, las lágrimas cayeron por las mejillas de Charles y la emoción le cerró la garganta, como si el acontecimiento que acababa de narrar hubiera pasado ayer y no veintiocho años atrás.

- “Ese fue el final de los buenos tiempos, el final de los cálidos abrazos de oso de mi padre y de nuestros juegos juntos al lanzamiento de herraduras, a las damas chinas, al Monopoly. Creo que en ese momento me dí cuenta de que nada volvería a ser lo mismo.”, dijo Charles.

Este momento es importante ya que se comenzó a configurar en su noción de yo, algo fuerte en base al sentido de la vida. Luego Charles conoció a James Perry, un empresario veinte años mayor que él, con quien tenía una relación muy estrecha, compleja (amigos, empleador y empleado, mentor y protegido). James lo cuidaba y le daba cariño como un padre. Posteriormente Charles se entera de que Perry se había suicidado. El dolor de pérdidas pasadas volvió a emerger, no solo por su padre sino también por su madre, quien había muerto hacía tres años y un mes, por Michael un amigo de la infancia que había muerto en séptimo grado, y por Cliff, un consejero de campamento que había muerto por la rotura de un aneurisma.

En mi opinión, el motivo de consulta real tiene que ver con toda la angustia que le generaron los episodios que remiten a la temática de la desgracia, y la muerte fundamentalmente. Su experiencia organísmica, al enfrentarse con lo que el sentido de la vida significa para él, lo angustia a tal punto, que se ve impulsado por su tendencia actualizante a construir un nuevo discurso más relevante y coherente para su evolución. Yalom está ahí para ayudarlo a autodescubrir una persona más aceptante y valorativa. Este yo emerge llegando al final del capítulo.

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