Vale la pena ser docente
Enviado por lupenaty • 5 de Agosto de 2017 • Resumen • 828 Palabras (4 Páginas) • 222 Visitas
Vale la pena si ese futuro docente tiene plena conciencia de la tarea que está haciendo ya que al educar tenemos la pretenciosa intención de fomentar un cambio en el otro/otros, un maestro de calidad es aquel que desea brindar herramientas para generar futuros posibles mostrándoles a esos niños las miles de posibilidades que hay y depende de ellos y nada más que de ellos el camino que escojan seguir. La autora cita que existen varios motivos para llevar adelante esta profesión y uno de ellos es por amor a los niños (reconocimiento, dibujo, abrazo. E.tc) yo más bien pienso que decidí seguir esta profesión puesto que si es verdad la importancia de un buen vinculo porque en base a este es como el chico va a desarrollar confianza si yo creo que él puede este también pero no sé reduce solo a eso porque también una forma de demostrar amor, contención, protección y seguridad es brindándoles instrumentos para construir de manera conjunta saberes acerca del ambiente que lo rodea, Siguiendo a la autora ella coloca al docente en el lugar de habilitador de esa palabra, ofreciendo una exigencia, un desafío al pensamiento y desde mi posicionamiento concuerdo ya que por medio de las propuestas innovadoras y desafiantes es como ayudamos al grupo a despertar la inquietud de querer conocer más y por medio de la palabra es como compartimos la experiencia con el mismo confrontando lo que cada uno piensa e intentando armar con las voces de todos un aprendizaje conjunto.
Luego la autora hace hincapié en “la entrega” lo que cada uno deja de lado por esta profesión a nivel personal y a la vez lo que los otros esperan de nosotros para mí la contención y la enseñanza deben darse de manera vinculada no debemos priorizar una sobre la otra porque si no estaríamos haciendo nuestra tarea a medias citando a hossoun este habla de la transmisión lograda de la herencia y que esta misma es la cual nos va a permitir una cadena de filiación en la cual reconocerse como parte de esa cultura , Larrosa habla de que un educador es aquel que puede soportar la renuncia necesaria a querer serlo todo para el niño. Desde mi postura estoy de acuerdo con ambos autores ya que considero que el buen educador es aquel que se da cuenta que es parte de un proceso educativo ajeno que no es protagonista del mismo sino más bien acompañante y su labor es la de guiar a ese grupo por medio de pistas, saberes, preguntas que orienten esa búsqueda.
Otro aspecto que menciona como importante es “el deseo de durar” uno cuando recibe ese grupo en muchos casos vemos solo un pedacito del proceso en la evolución hacía el saber que va apropiando, algunas docentes mencionadas en esta bibliografía hablan de ese deseo de durar ya sea porque el niño agradece el tiempo que te tomaste para explicarle, para escucharlo, o simplemente cruzarte por la calle un ex alumno y que se acuerde de ti acercándose a saludarte. Pero esta profesión también está plasmada de desafíos y sorpresas contantemente porque cada grupo, cada año cada niño en si son diferentes y a la vez la manera de emprender el viaje es distinta con cada uno. Y otra cosa que les sucede al docente es proyectar en esos niños imaginar que será como será en un futuro por más que no vemos el final del proceso
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