10 Preguntas De Hipnosis

1- ¿Qué es la hipnosis?:

Contrariamente a lo que muchos piensan la hipnosis no es un estado de sueño, es un estado natural que incluso llegamos a alcanzar sin darnos cuenta cuando nos estamos durmiendo por ejemplo, o cuando miramos la tele. Es un estado de conciencia modificada en cual el subconsciente se manifiesta abiertamente (por ejemplo cuando soñamos, estamos en trance, durante la relajación, la meditación)

Si comparamos nuestra mente a un iceberg, el subconsciente representaría la parte sumergida, es decir su mayor parte.

El “trance hipnótico” corresponde a una modificación de la vigilancia normal, la que nos permite razonar y vivir nuestra vida cotidiana. Al encontrarnos en un entorno monótono donde nada ocurre, donde las estimulaciones son pocas, nuestro cerebro empieza a notar una falta de información. Entonces él mismo la va a generar buscando imágenes en nuestro inconsciente. De alguna manera, “soñamos” estando conscientes. Al contrario del estado de vigilancia normal, donde la atención abarca numerosos centros de interés a la vez y salta de uno a otro rápidamente, en hipnosis estás totalmente concentrado sobre un asunto mucho más restringido. Es de esta manera que la persona hipnotizada olvida la realidad exterior para conectar con una realidad mucho más interior, pero que el paciente vivirá como si fuera exterior. Única excepción, la voz del hipnólogo que seguimos escuchando. Sus palabras son una estimulación muy particular que aumenta el poder de la sugestión.

La hipnosis permite alcanzar los niveles profundos de la mente subconsciente: la que dirige nuestros comportamientos y nuestras emociones, es decir, la que hace que actuemos como actuamos, o que sintamos como sentimos. Sus técnicas sugestivas permiten sacar partido a nuestro potencial latente, nuestro subconsciente, generando desde estas capas profundas de la mente las actitudes que nos servirán y nos ayudarán frente a un problema. Se han visto casos de desaparición inmediata de dolores agudos, de eczema, etc. ¿Cómo, por qué? Hoy todavía es un verdadero misterio.

1- Ha sido demostrada científicamente?:

Sus efectos sí. Numerosos estudios han mostrado que una sugestión hipnótica conduce a respuestas neuronales. Por ejemplo el estudio llevado por Stephen Michael Kosslyn, un psicólogo estadounidense, neurólogo, autor y educador especializado en los campos de la psicología cognitiva y la neurociencia cognitiva. En el año 2000, Kosslyn y sus colegas publicaron uno de los primeros estudios sobre la alucinación del color. Durante el experimento pidieron a personas altamente susceptibles que imaginaran, bajo hipnosis, unos cuadros grises como si fueran de colores. Este estudio y muchos otros más demuestran que la simple sugestión puede ayudar a pacientes con fobias o dolores. El equipo, que utilizó escáneres PET (Tomografía por Emisión de Positrones), también detectó que se activaban las zonas del cerebro relacionadas con la percepción del color.

2- ¿Cómo es una sesión de hipnoterapia?:

Hay que subrayar que creo que la sesión depende mucho del profesional. Así que . A mí me permitió conocer al hipnólogo, tomar el tiempo que, quizás, necesitaba para hablar de mis necesidades, objetivos, y de mis motivos, y para familiarizarme con la hipnosis. Además como para todas las medicinas alternativas, deben asegurarse de que el profesional con el que van a tratar les gusta. Y esto lo detectan durante el primer encuentro con él. Les aconsejo no seguir visitándole si no han tenido buenas sensaciones porque lo resultados obtenidos dependerán mucho de ello. Lo mismo que esta primera toma de contacto les permite introducirse en la hipnosis, conocer al profesional, el hipnólogo por su parte puede aprender a conocer a la persona que le visita. A mí me escuchó atentamente, se centró en mis necesidades, mis expectativas, mis objetivos. Esta información le sirvió de base a su trabajo consecutivo de preparación. El hipnólogo me informó lo que es la hipnosis, como funciona, como es una sesión, me ayudó a aclarar mis expectativas y mis objetivos. También me orientó hacia técnicas de relajación, o técnicas pre-hipnóticas que correspondían a mis necesidades. Esta sesión duró cerca de 2 horas.

Mi segunda sesión ha sido la continuación de la primera. El hipnólogo gracias a la primera sesión había preparado lo que llama un “script” personalizado para poder adaptar las técnicas hipnóticas que mejor me irían a mí. Durante esta sesión sí que tuve mi primer contacto con la hipnosis. Una cosa debén de saber es que no se puede hacer una sesión de hipnosis sin previamente tener un objetivo claro para la sesión. En mi caso le había pedido al hipnólogo que quería conseguir relajarme con más facilidad y entrar en contacto más a menudo con mi inconsciente para aumentar mi intuición y dejar de estar constantemente en la reflexión. Si hay alguien en el mundo que difícilmente deja de pensar, ésta persona soy yo. Antes de conocer la hipnosis, todo pasaba por una reflexión constante de lo que me pasaba. Todo lo analizaba hasta encontrar una explicación racional a mi problema. Así que les puedo asegurar que a pesar de tener muchas ganas de vivir esta primera experiencia, estaba bastante nerviosa, y porque no decirlo, también estaba bajo la influencia de lo que nos vende la televisión sobre la hipnosis. De aquí la importancia de encontrarse a gusto con el hipnólogo. Esto hará que aumente vuestra confianza y que se relajé con más facilidad. El hipnólogo me pidió que me sentara en una silla, puso música de relajación de fondo, me pidió que cerrara los ojos, y empezó a ayudarme a relajar todo el cuerpo, incitándome a relajar cada una de las partes de mi cuerpo. Una vez estuve en un estado de relajación óptima, empezó a darme mensajes inductivos sobre situaciones que me ayudarían a relajarme.

Si tengo que contar mi experiencia, tengo que decir que me decepcionó. No la experiencia en sí, pero no le vi nada extraordinario. Tuve la sensación en cada momento de estar consciente, de estar como siempre, como si fuera a la terraza de un café hablando con una amiga. Después de varias sesiones más, pude darme cuenta que eso demostró lo a gusto que estuve durante esta sesión. Y en realidad sí que pasaron muchas cosas. Lo que pasa que al tener otras expectativas sobre mis sensaciones, no las supe ver a la primera. Lo que sí me impresionó fue mi capacidad a poder perder el control. les aseguro que en mi caso esto es un dato muy importante. ¡Yo nunca quiero perder el control! No es que lo perdiera pero tu estado de relajación es tal que cuando vuelves a “incorporarte, te cuesta volver a tener el control sobre tus movimientos. Todo mi cuerpo estaba entumecido y tardé un poco en poder moverme. Y a pesar

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