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ACTITUD DEL EDUCADOR O EDUCADORA


Enviado por   •  12 de Enero de 2016  •  Ensayo  •  1.261 Palabras (6 Páginas)  •  615 Visitas

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Índice

PÁG.

Primera parte

2

Segunda parte

4

Bibliografía / Webgrafía

6


Primera parte

Proponer una actividad cotidiana a realizar en el aula y desarrollarla en primer lugar teniendo en cuenta la metodología del modelo lúdico y después sin utilizar esta metodología. Incluye los recursos y técnicas para la edad que se haya seleccionado.

El modelo lúdico consiste en que el niño/a vaya adquiriendo los aprendizajes correspondientes a su etapa evolutiva jugando. En este sentido las distintas experiencias y momentos de aprendizaje serán por tanto placenteras, agradables,…, por lo que el proceso de enseñanza-aprendizaje va desarrollándose paralelo al  propio juego que el niño/a va realizando, según la estrategia lúdica de intervención que el educador/a haya planificado.

Una actividad cotidiana podría ser en el rincón del agua, enseñar a los niños/as de 1-2 años, a coger con las dos manos el vaso para tomar el agua.

Según el modelo lúdico introduciremos el aprendizaje a través de un cuento. El educador/a, p.e. con la mascota de la clase, se inventará un cuento en el que la mascota deberá beber agua: “Primero cogerá el vaso con una mano, pero el agua se le derrama y se moja la ropa, y se pone muy triste, después cogerá el vaso con las dos manos, y genial, puede beberse toda el agua sin que se le caiga”. Luego invitaremos a los niños/as a hacer lo mismo que la mascota, para ello le pondremos a cada uno/a algo significativo que lleve la mascota, p.e. un sombrero, y cada uno/a hará lo que se dijo en el cuento.

Si no utilizáramos esta metodología lúdica, le diríamos a los niños/as una vez sentados en el rincón del agua, cómo tienen que coger el vaso, colocándoles las manos sobre éste, y diciéndoles que lo tiene que coger así para que no se les caiga el agua.

¿De qué manera se puede proponer la rutina de recoger los juguetes después de haber jugado, para que la actividad sea lúdica?

El recoger los juguetes es un momento de la rutina diaria donde pueden detectarse varios comportamientos. Están los niños/as que recogen sin problema, los que no recogen nada y se van a sentar a la alfombra, los que recogen sólo cuando el educador/a  los llama por su nombre y les dice “venga a recoger”, los que no hacen caso de las indicaciones y siguen jugando,…,.

Ante esta situación, resulta muy apropiada utilizar el modelo lúdico para realizar esta actividad.

En este caso, el educador/a podrá disponer de dos cajas repartidas por el aula, pondrá música instrumental, y se pondrá a cantar una canción “inventada”, relacionada con los juguetes que están en el aula, p.e. si son figuras de animales, utilizaremos los sonidos onomatopéyicos: “los perritos guau-guau se van a su casa, los gatitos miau-miau se van a su casa…”.

¿Cómo se puede actuar con un niño o niña que habitualmente se niega a hacer lo que se propone, para conseguir por ejemplo, que se siente para una actividad de lectura de cuentos?

Si a la hora de indicar que vamos hacer una actividad alguno de los niños/as  se niega, como en el caso del ejemplo de la lectura, actuaremos de forma tranquila, clara y concisa, intentando reconducir la situación. Le indicaremos que no puede estar de pie, esperamos unos minutos y vemos si es capaz de cambiar de actitud. Si no lo hace, intentaremos, a través de la metodología lúdica conseguir que se mantenga sentado. Le diremos a todos los niños/as que en el suelo hay pegamento, que tenemos que probarlo sentándonos, para ver quién aguanta el máximo tiempo posible sentado en el pegamento, mientras escuchamos el cuento. Al ganador o ganadores/as le daremos una insignia como Campeones.

 

Para ofrecer seguridad afectiva a un niño o niña, poner ejemplos concretos de actuación en los siguientes casos:

  • Se muestra angustiado o angustiada por la ausencia de su padre y de su madre.

Ante esta situación de ansiedad del niño/a ante la separación de sus padres, intentaremos calmarlo mediante el tono de voz y contacto físico: caricias, sonrisas, roces, etc. Esto ayudará al niño/a a sentirse seguro dentro del grupo, a crear el lazo afectivo necesario con su educador/a.

Intentamos así demostrarle que no pasa nada porque sus padres no estén, le diremos que en la escuela lo vamos a pasar bien, jugando todo el día y que además van muchos niños/a para poder jugar en grupo y pasarlo genial.

  • Llora sin cesar cuando quiere comunicarse con una persona adulta.

En este caso, nos dirigiremos al niño/a a la altura de él/ella, nunca estando de pie, sino que nos agacharemos o sentaremos para hablarle mirándolo a la cara.

Volveremos a utilizar el contacto físico y el tono de voz suave y calmada. Además, y para distraerle, le invitaremos a participar en algún juego que estemos desarrollando en ese momento en el aula, diciéndole: “Venga, vamos a hacer…”.

  • Un niño o niña que acepta bien las normas y no plantea conflictos.

En este caso, y para que el comportamiento de este niño/a no pase desapercibido, premiaremos su comportamiento y lo reforzaremos, usando frases como: “Qué alegría estar al lado de…”, “Vamos a hacer lo mismo que…”, etc.

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