ACTIVIDAD SENSORIAL

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

INSTITUTO DE DISEÑO CARACAS

UNIDAD CURRICULAR: PSICOLOGÍA DE LA PERCEPCIÓN

CICLO: PROFESIONAL

CARRERA: DISEÑO GRÁFICO

L2 ACTIVIDAD SENSORIAL

Profesor(a): Adriana Calzadilla                                Autor: Marylin Rodríguez

CI: 28.301.173

Caracas, 14 de abril de 2021

     Como punto de partida con esta actividad, quiero dar una pequeña acotación de forma introductoria con respecto a la falta de atención que podemos llegar a tener los seres humanos hacia nuestro entorno. 

      Hoy en día el ser humano está acostumbrado a tener los oídos llenos de sonidos fuertes, sean como la música, el televisor, la radio, voces familiares, cornetas de autos, el sonido de los mismos pasando en la calle, entre muchos otras cosas; gracias a esto pasamos por desapercibidos muchos sonidos que oímos mas no escuchamos. 

      Yo considero que hay una gran diferencia entre oír y escuchar, porque el oído humano es capaz de percibir y diferenciar hasta más de 20 sonidos a la vez, sin embargo nuestro cerebro está programado para prestar atención a los sonidos más altos. 

¿No les ha pasado que por más que intenten concentrarse en un sonido, si una persona está hablando en el fondo no te puedes concentrar del todo? 

Esto se debe a que por más que queramos concentrarnos en un solo sonido, si en el exterior hay otros más fuertes o de la misma intensidad, nuestra atención directamente se irá hacia ellos, aun cuando a veces no lo queramos. 

     Y eso es exactamente el punto al cual quería llegar, hoy en día vivimos en una sociedad ruidosa, nos acostumbramos a que nuestro entorno tengo sonidos altos, que tengamos nuestro cerebro lleno de ruido y desastre, pero se nos olvida percatar aquellas cosas que no suenan tan alto pero son muchísimo más agradables para percibir. 

     Con esta actividad entendí lo valioso que es a veces guardar silencio, aunque esto es un poco metafórico, ya que a mi parecer nunca podrá haber un silencio absoluto a tu alrededor, sin embargo la decisión de apagar tu voz por unos minutos y meditar lo considero algo indispensable hoy en día.

     A veces necesitamos un poco de calma, hacer que nuestro cerebro recapacite, intente concentrarse en objetivos que no lo estresen tanto, sino que lo relajen. Captar esos sonidos a lo lejos casi imperceptibles pero que aun así están allí, listos para que los escuches, y los sientas.

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