ALEXANDRA VARGAS
Enviado por gabriela_maria • 15 de Octubre de 2012 • 519 Palabras (3 Páginas) • 520 Visitas
ALEXANDRA VARGAS
Nació el 25 de septiembre de 1998 en la ciudad de Quito. Sus estudios primarios y secundarios los ha realizado en la Unidad Educativa Giovanni Antonio Farina donde en la actualidad se encuentra cursando el noveno de básica.
Hija de Jaime Vargas y Rosario Vilatuña de quienes ha adquirido los valores éticos y espirituales para desarrollarse como una persona de bien para la sociedad.
Mi nombre es Alexandra Vargas, nací en Quito - Ecuador, el 25 de septiembre de 1998. Estudié la escuela Primaria en la Unidad Educativa Giovanni Antonio Farina, en donde actualmente estoy cursando el décimo año de básica.
Quiero, en un futuro, escoger la carrera más adecuada conforme mis aptitudes para ser una persona útil para la sociedad y ser un orgullo para mis papás, y así retribuir todo lo que ellos hacen por mí.
Me considero una persona tranquila, creativa, soñadora e imaginativa.
En el monte Olimpo, habitaba una joven muchacha llamada Acacia quien se dedicaba a la agricultura. Acacia era muy bonita pero sin embargo no tenía pretendiente alguno.
Así que decidió ir a visitar a la diosa del amor Afrodita para que le ayudara a conseguir un hombre bueno que la amara. Fueron varias veces que Acacia pidió poder hablar con la diosa pero ella no tenía tiempo para atenderla. Una noche, Acacia fue hasta el castillo de Afrodita y escondiéndose entre los matorrales esperó hasta que los guardias se despistaran para escabullirse por los jardines y trepar por la pared hacia la habitación de Afrodita. Una vez dentro del dormitorio de la diosa, se arrodilló y lloró para que Afrodita la escuchara. Acacia le contó a la diosa que no tenía familiar alguno, se sentía muy sola y deseaba encontrar el amor de un buen hombre, que sabía que ella era la única que podía ayudarla.
Afrodita conmovida por la valentía de la joven muchacha al entrar a su castillo decidió ayudarla, le dijo a Acacia que tenga paciencia y dejará todo en sus manos, que en menos tiempo de lo que se imagina ella le habrá conseguido un hombre digno de su amor.
Pasaron los días y Afrodita no había encontrado hombre alguno para Acacia.
Acacia ya casi con las esperanzas perdidas, salió a vender sus vegetales en el mercado como siempre. Casi al llegar a su puesto de venta se le apareció un perro de tres cabezas que quiso atacarla, cuando de repente apareció un hombre que atrapo a la bestia y defendió a Acacia.
Acacia quedo sorprendida con tal acto y agradeció a aquel hombre. No tienes por qué agradecerme, era lo menos que podía hacer por una bella mujer dijo él. Acacia sonrojada pregunta su nombre y él respondió: Me llamo Heracles bella dama. Fue en ese instante donde los dos quedaron enamorados uno del otro, Acacia por la caballerosidad de Heracles y Heracles por la belleza de la joven.
Al poco tiempo decidieron casarse,
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