Abuso Sexual Infantil
Enviado por Emiliaulloa • 17 de Junio de 2015 • 7.842 Palabras (32 Páginas) • 258 Visitas
Valoración del testimonio en abuso sexual
infantil (A.S.I.)
The testimony assessment on sexual abuse on children.
C. Jiménez Cortés1 y C. Martín Alonso2
1. LAS AGRESIONES SEXUALES Y LOS ABUSOS SEXUALES:
En líneas generales, el abuso sexual consiste en la utilización de un menor para satisfacer
los deseos sexuales, generalmente de un adulto. No obstante, al ser este uno de los temas
actualmente más debatidos en Psicología, ha sido precisamente la variedad de las conceptualizaciones
propuestas por los diferentes autores dedicados al estudio de este área lo que dificulta la
unificación de criterios en cuanto al estudio y a la estimación de la incidencia de las conductas de
abuso, si bien existe unanimidad en la estimación de los daños que estas situaciones ocasionan
en el menor [1].
Según el Código Penal vigente [2], el criterio diferenciador entre abuso y agresión sexual
es el uso de la violencia en las agresiones y el uso de la seducción, la insistencia o el engaño en el
abuso. Siguiendo este criterio, las investigaciones indican que la incidencia general de los casos de
ASI es similar en el ámbito familiar y en el extrafamiliar, si bien parece que en el primero se producen
más abusos y en el segundo más agresiones. En cualquier caso, las investigaciones señalan una
mayor incidencia de los casos de ASI por familiares y personas conocidas [3], sobre los casos de
agresiones sexuales por parte de desconocidos.
En función de lo anteriormente expuesto, quedan más delimitados los conceptos de abuso
sexual y agresión sexual, que pueden ser definidos como:
Abuso sexual: cualquier forma de exposición del menor a estímulos sexuales o utilización
del mismo como estímulo sexual, sin mediar violencia o intimidación. Esta definición abarca desde
la exposición del menor a material pornográfico o proposiciones verbales explícitas hasta el acceso
carnal, que puede incluir la penetración vaginal, oral, anal, digital o caricias.
Agresión sexual: cualquier forma de exposición del menor a estímulos sexuales o utilización
del mismo como estímulo sexual, mediando violencia o intimidación.
Para determinar la existencia del abuso sexual se han utilizado tradicionalmente tres criterios:
• La edad de la víctima (como máximo diecisiete años).
• La edad del agresor, que debe superar entre cinco y diez años a la del menor (cinco años
si la víctima es menor de doce años y diez años de diferencia si la víctima es mayor de
doce). Pese a esto, algunos autores consideran que solo se puede hablar de abuso si la
diferencia de edad es de al menos quince años.
• Empleo de fuerza, presión o engaño. Hay autores que consideran que si se da este criterio
puede hablarse de abuso, independientemente de la edad del agresor, con lo que
se da cabida en esta categoría a los abusos entre iguales.
De aquí se desprende que para que se dé abuso debe existir una relación de desigualdad,
bien por edad, madurez o poder, entre el agresor y la víctima, y la utilización de un menor como
objeto sexual, entendiéndose que la acepción de la expresión "objeto sexual" incluye las interacciones
en las que se utiliza a un menor para la estimulación sexual del agresor o de otras personas [3], ya
que según Cantón y Cortés [4], se parte del supuesto de que un niño no debe implicarse en
actividades sexuales para las que por su estadio evolutivo no comprende ni se encuentra capacitado
para dar su consentimiento.
Gran parte de los abusos sexuales a menores se producen en el ámbito familiar y, aunque
se han llevado a cabo numerosos estudios orientados a delimitar un perfil de las familias incestuosas,
no se ha identificado un modelo único, pero sí una serie de características que con frecuencia
puede observarse en este tipo de familia [5]:
C. Jiménez y C. Martín
84 Cuad Med Forense, 12(43-44), Enero-Abril 2006
Valoración del testimonio en abuso sexual infantil (A.S.I.)
• Familia aglutinada: límites externos cerrados y rígidos y confusión interna de roles.
• Familia cerrada en sí misma: no deja traslucir su problemática interna. No solicita ayuda
ni acepta soluciones ajenas al núcleo familiar (psicólogos, médicos, trabajadores sociales,
etc.). Poco permeable a las influencias externas.
• Socialmente aislada: relaciones sociales escasas y superficiales, pocos recursos sociales.
• Estructura patriarcal rígida (padre rígido y autoritario).
• Madre sometida (en ocasiones con conocimiento y/o consentimiento de la situación).
• Comunicación deficiente entre los miembros de la unidad familiar.
• Consumo de sustancias (alcohol y/o drogas).
No obstante, hay otros rasgos a evaluar, como la actitud excesivamente celosa que con
frecuencia muestra el perpetrador hacia las interacciones extrafamiliares del menor (las relaciones
extrafamiliares de la víctima suponen el riesgo de que las situaciones de abuso trasciendan el ámbito
familiar o el secreto mantenido entre los dos, por lo que supone una pérdida del control sobre la
situación) y la tendencia a considerar la familia como su propiedad. Por otra parte, una vez efectuada
la denuncia, el perpetrador puede adoptar una actitud de aparente indiferencia hacia la misma y
negar los hechos. Con frecuencia, estos sujetos carecen de sentimientos de culpa merced a un
mecanismo de distorsión cognitiva que, al justificar su conducta, neutraliza las cogniciones
autoinculpatorias (p.e. "a los niños les gusta", "para que aprenda", "no le hace mal", "es un
juego", "la culpa es suya", etc.), evitando así el malestar que podría desencadenar en ellos la
conciencia de estos actos, por lo que no se esperan reacciones autoinculpatorias en estos
agresores sexuales.
Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que estas conductas no suelen ir ligadas a
trastorno mental, lo que supone un obstáculo para la identificación del agresor. No obstante, se
detecta en muchos agresores rasgos como un acusado egocentrismo, tendencia a adaptar la realidad
a las propias necesidades, ausencia de empatía, etc., obteniéndose de esta manera un perfil
que únicamente tiene un carácter aproximativo, ya que los rasgos que suelen detectarse en
estos sujetos no son privativos de este tipo de delito
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