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Adolescencia Y Suicidio


Enviado por   •  29 de Mayo de 2014  •  2.390 Palabras (10 Páginas)  •  267 Visitas

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INTRODUCCIÓN

La adolescencia es un periodo de crisis aguda, ya que en ella se manifiestan y conjugan importantes rupturas y transformaciones en lo biológico, lo psiquico y lo social.

Desde esta perspectiva, se comprende cómo el adolescente está sujeto a desequilibrios e inestabilidades extremas.

Todos estos cambios tienen una complejidad que puede ser fatal para los adolescentes. En este trabajo abordaremos la adolescencia y el suicidio. Hay dos hechos que provocan mas riesgos de suicidio, por un lado su propia estabilidad mental y por otro, que en muchos casos no cuentan con recursos exteriores, es decir apoyo familiar, de amigos o del entorno social.

Situaciones que pueden ser interpretadas a través del prisma del adolescente como dañinas, peligrosas, conflictivas en extremo, pueden tornarse potencialmente suicidas para los jóvenes que se encuentran en esta etapa del desarrollo.

Lo que los padres o adultos cercanos no entienden es que ellos las perciben como una amenaza directa a la autoimagen o a su dignidad.

Los problemas familiares, como es reconocido, se constituyen en uno de los motivos fundamentales de la realización de un acto suicida. Sera así que abordaremos este factor ;y averiguaremos : ¿Cómo influye la familia para que el adolescente tenga ideas suicidas? , ¿Cómo se manifiesta el adolescente con ideas suicidas?, ¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir un suicidio?

DESARROLLO

La relación entre el suicidio, las ideas suicidas y la adolescencia se debe a las complicaciones que esa edad tiene para muchos chicos y chicas. La adolescencia es un momento de cambios muy profundos, esos cambios se producen en todos los ámbitos. Los adolescentes viven una profunda transformación física en sus cuerpos. También pasan por un gran cambio emocional e incluso sexual. El paso de la niñez a la edad adulta tiene una complejidad que puede resultar fatal para algunos de ellos.

La Organización Mundial de la Salud define el suicidio como “un acto con resultado letal, deliberadamente iniciado y realizado por el sujeto, sabiendo o esperando su resultado letal y a través del cual pretende obtener los cambios deseados” y el parasuicidio, como “un acto sin resultado fatal mediante el cual, sin ayuda de otros, una persona se auto-lesiona o ingiere sustancias con la finalidad de conseguir cambios a través de las consecuencias actuales o esperadas sobre su estado físico”.

Para entender los conceptos y la terminología acerca del suicidio, es frecuente realizar una distinción entre:

• Conducta suicida: espectro de conductas con fatal desenlace o no, que incluyen tentativa de suicidio o suicidio.

• Ideación suicida: pensamientos que pueden variar desde ideas como que la vida no merece la pena, hasta planes bien estructurados sobre cómo morir o intensas preocupaciones autolesivas. También se ha propuesto que la conducta suicida podría considerarse un continuum que va desde aspectos cognitivos como la ideación suicida y planificación, hasta los conductuales, como el intento de suicidio o suicidio.

Un aspecto clave de la conducta suicida es su intencionalidad, por lo que algunas definiciones que suelen emplearse para concretar el tipo de conducta suicida hacen referencia a la intención de la conducta:

• Suicidio frustrado: existiendo una verdadera intencionalidad autolítica, algunas circunstancias no previstas por el sujeto impiden la consumación del suicidio.

• Conducta autolesivas: lesiones autoinflingidas que producen un daño corporal manifiesto sin llegar a comprometer la vida del paciente.

Este comportamiento autolesivo consiste en infligirse el daño corporal sin intencionalidad suicida.

• Amenaza de suicidio: se utiliza para definir aquellas expresiones manifiestas que indican a otros la intención de llevar a cabo un suicidio. Pueden ir acompañadas de acciones para iniciar el suicidio.

Un término que también se emplea con frecuencia es el de contagio, que se utiliza para definir aquellos suicidios que ocurren en breve espacio de tiempo en un sector determinado, generalmente en una comunidad o escuela.

Los adolescentes que intentan el suicidio o se suicidarán se caracterizan por tener diversos factores de riesgo para esta conducta, entre los que analizaremos se encuentran:

Situación familiar.

El papel de los padres en la conformación de la personalidad de los hijos tiene una importancia capital, y en muchas ocasiones, si no hay un correcto clima emocional familiar, las consecuencias en los hijos pueden ser graves y determinar la aparición de diversos grados de patología mental.

Hay un grupo de factores denominados de riesgo, que aumentan las posibilidades de manifestar un trastorno, una enfermedad, un comportamiento anómalo.

Por ejemplo, el divorcio de los padres o la separación, influye de forma negativa en la psiquis de los hijos, ocasionándoles diversos tipos de problemas, entre los que cabe mencionar los emocionales, como la depresión, los sentimientos de culpa por la desavenencia, el rechazo hacia el progenitor que se queda y la añoranza por el que se ha ido; la aparición de dificultades con el rendimiento escolar, inexistentes antes de la ruptura; la inseguridad al perder una fuente de protección y apoyo, lo cual puede desencadenar ansiedad, trastornos de la conducta de tipo disocial o antisocial, así como sentimientos de incompetencia en la comunicación con sus iguales.

Las malas relaciones entre los padres, sin que se llegue a la ruptura, también entrañan serias contrariedades para los hijos, quienes pueden comenzar a presentar una agresividad, muy similar a la que están contemplando, en sus relaciones con otros niños, en el propio hogar y en la escuela. Pueden iniciar síntomas como son la enuresis, o sea, se orinan en la cama, se empiezan a comer las uñas, se les afectan el apetito y el sueño, aparece caída del pelo en forma de pesetas o sacabocados, o caída de las cejas, tendencia al aislamiento o a solidarizarse con el progenitor víctima, y experimentar un miedo excesivo hacia el que inicia las discusiones o las peleas.

El abuso o maltrato infantil es otro problema muy frecuente y muy dañino para la víctima. Por el maltrato de sus padres muchos niños han fallecido o han sufrido graves complicaciones derivadas de esta conducta de sus progenitores. De inicio, cuando los padres tratan mal a un hijo se produce una profunda distorsión de la comunicación paterno-filial y de la imagen que el niño va adquiriendo de ellos, lo cual perjudicará sus futuras relaciones interpersonales, como parte de la afectación más general

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