Amor Y La Mente
Enviado por ivane6 • 7 de Noviembre de 2013 • 1.845 Palabras (8 Páginas) • 318 Visitas
través de la experiencia hemos podido comprobar que es imposible comprender eso que se llama Amor, hasta que no hayamos comprendido en forma íntegra el complejo problema de la Mente.
Quienes suponen que la Mente es el Cerebro están totalmente equivocados. la Mente es energética, sutil, puede independizarse de la materia, puede en ciertos estados hipnóticos o durante el sueño normal, transportarse a sitios muy remotos para ver y oír lo que está sucediendo en esos lugares.
En los laboratorios de parapsicología se hacen notables experimentos con sujetos en estado hipnótico.
Muchos sujetos en estado hipnótico han podido informar con minuciosidad de detalles sobre acontecimientos, personas y situaciones, que durante su trance hipnótico se estuvieron sucediendo a remotas distancias.
Los científicos han podido verificar después de esos experimentos la realidad de esas informaciones. Han podido comprobar la realidad de los hechos, la exactitud de los acontecimientos.
Con estos experimentos de los laboratorios de parapsicología está totalmente demostrado por la observación y la experiencia que el Cerebro no es la Mente.
Realmente y de toda verdad, podemos decir que la Mente puede viajar a través del Tiempo y del Espacio, independientemente del Cerebro, para ver, y oír cosas que se suceden en lugares distantes.
La realidad de las extrapercepciones sensoriales está ya absolutamente demostrada, y sólo a un loco de atar o a un idiota, podría ocurrírsele negar la realidad de las extrapercepciones.
El Cerebro está hecho para elaborar el Pensamiento, pero no es el Pensamiento.
El Cerebro tan solo es el instrumento de la Mente. No es la Mente.
Nosotros necesitamos estudiara fondo la Mente si es que de verdad queremos conocer en forma Integra eso que se llama Amor.
Los niños y los jóvenes, varones y mujeres, tienen mentes más elásticas, dúctiles, prontas, alertas, etc.
Muchos son los niños y los jóvenes que gozan preguntando a sus padres y maestros sobre tales o cuales cosas. Ellos desean saber algo más, quieren saber y por eso preguntan, observan, ven ciertos detalles que los adultos desprecian o no perciben.
Conforme pasan los años, conforme avanzamos en edad, la Mente se va cristalizando poco a poco.
La Mente de algunos ancianos está fija, petrificada, ya no cambia .
Los viejos ya son así y así se mueren, ellos no cambian, todo lo abordan desde un punto fijo.
La chochera de los viejos, sus prejuicios, ideas fijas, etc., parecen todo junto, una roca, una piedra, que no cambia de ninguna manera, por eso dice el dicho vulgar: “genio y figura hasta la sepultura”.
Se hace urgente que los maestros y maestras encargados de formar la personalidad de los alumnos y alumnas, estudien muy a fondo la Mente a fin de que puedan orientar a las nuevas generaciones inteligentemente.
Es doloroso comprender a fondo, cómo a través del tiempo se va petrificando la Mente poco a poco.
La Mente es el matador de lo Real, de lo Verdadero. La Mente destruye el Amor.
Quien llega a viejo ya no es capaz de amar porque su Mente está llena de dolorosas experiencias, prejuicios, ideas fijas como punta de acero, etc.
Existen por ahí viejos verdes que se creen capaces de amar todavía, pero lo que sucede es que dichos viejos están llenos de pasiones sexuales seniles, y confunden a la Pasión con el Amor.
Todo “viejo verde” y “vieja verde” pasan por tremendos estados lujuriosos pasionales antes de morir y ellos creen que eso es Amor.
El Amor de los viejos es imposible porque la Mente lo destruye con sus chocheras, ideas fijas, prejuicios, celos, experiencias, recuerdos, pasiones sexuales, etc., etc., etc.
La Mente es el peor enemigo del Amor. En los países supercivilizados el Amor ya no existe, porque la Mente de las gentes sólo huele a fábricas, cuentas de banco, gasolina y celuloide.
Existen muchas botellas para la Mente, y la Mente de cada persona está muy bien embotellada.
Unos tienen la Mente embotellada en los celos, en el odio, en el deseo de ser rico, en la buena posición social, en el pesimismo, en el apego a determinadas personas, en el apego a sus propios sufrimientos, en sus problemas de familia, etc., etc., etc.
A la gente le encanta embotellar la Mente. Raros son aquellos que se resuelven de verdad a volver pedazos la botella.
Necesitamos libertar la Mente, pero a la gente le agrada la esclavitud. Es muy raro encontrar a alguien en la vida que no tenga la Mente bien embotellada.
Los maestros y maestras deben enseñar a sus alumnos y alumnas todas esas cosas. Deben enseñar a las nuevas generaciones a investigar su propia Mente, a observarla, a comprendería. Sólo así, mediante la Comprensión de Fondo, podemos evitar que la Mente se cristalice, se congele, se embotelle.
Lo único que puede transformar al mundo es eso que se llama Amor; pero la Mente destruye el Amor.
Necesitamos estudiar nuestra propia Mente, observarla, investigarla profundamente, comprenderla verdaderamente. Sólo así, sólo haciéndonos amos de sí mismos, de nuestra propia Mente, mataremos al matador del Amor, y seremos felices de verdad.
Aquellos que viven fantaseando de lo lindo sobre el Amor, aquellos que viven haciendo proyectos sobre el Amor, aquellos que quieren que el Amor opere de acuerdo a sus gustos y disgustos, proyectos y fantasías, normas y prejuicios, recuerdos y experiencias, etc., jamás podrán saber realmente lo que es el Amor. De hecho, ellos se han convertido en enemigos del Amor.
Es necesario comprender en forma íntegra lo que son los procesos de la Mente en estado de acumulación de experiencias.
El maestro, la maestra, regañan muchas veces en forma justa, pero a veces, sin verdadero motivo, sin comprender que todo regaño injusto queda depositado en la Mente de los estudiantes.
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