Defendiendo la fe católica de la filosofía de la religión de scheler

D.S.B.

Colegio Bethania

Filosofía

Miss María Elva Melgar

4to Bachillerato en Ciencias y Letras.

La fenomenología

Rocío González

Clave 12

La defensa de la religión

Nos hacemos aún peores de lo que somos al estar buscando, en la presencia de Dios, ¿hacernos mejores?

Esta es la pregunta que Scheler responde positivamente en su filosofía de la religión, dejando de lado sus anteriores filosofías valóricas en las que afirmaba que el hombre necesita de Dios para tener una buena moral y valores.

¿Pero, por qué esto nos haría peores?

Scheler explica en su filosofía de la religión que el hombre conoce a Dios por medio de los actos religiosos, en donde él se hace de menos, y haciéndose de este modo, es como aparece su figura superiora que en este caso es Dios. Creando así la idea del Dios que lo ayuda, cuando en realidad, es él mismo quien se está ayudando. Plantea al hombre religioso como una figura insegura, que se auto conforta con la idea de que, al realizar ciertas actividades predeterminadas e inventadas por una institución, alguien o algo superior a él le cuida y ayuda, cosa que él mismo no se cree capaz de hacer solo. Lo que significa, que con cada acto de religión, específicamente en el acto de reverencia, adoración oración y amor; el hombre se vuele cada vez más inseguro e inútil.

Lo que Scheler nunca planteó, es que el hombre religioso, lejos de hacerse de menos, se hace humilde en cuerpo y espíritu. Y siendo entones, un hombre humilde, es como se hace más grande y recibe la recompensa de la que es merecedor un gran hombre.  El verdadero hombre de fe no es inseguro de sus capacidades, en realidad, es cosciente de ellas y las aprovecha para bien sin necesidad de presumirlas egocéntricamente. Y como cualquier persona segura de sí, es capaz de reconocer cuando algo o alguien posee un valor, un talento o un físico popularmente superior al de él; y no deja que esto le afecte moral o éticamente.

Es, así pues, como el hombre de fe se hace grande al entender la autoridad y omnipotencia de Dios y como se hace mejor de este modo. Porque: ¿Qué es el mejor hombre para nosotros?

Nosotros tenemos la idea de el buen hombre como una persona que trabaja al servicio de los demás, que deja sus comodidades para entregarlas a las personas necesitadas. Alguien que desea y hace el bien a la demás gente. Estamos seguros de que este tipo de gente, aún que no esperan nada a cambio de sus buenas acciones, merecen todo lo que se les pueda ofrecer. Y cómo puede entonces desligarse un buen hombre de Dios, si todas estas cualidades son las que Dios mismo, nos ha enseñado. Esta gente no espera nada a cambio porque, así como siguen las enseñanzas de Dios para actuar, las siguen al saber que la recompensa a sus acciones son las que recibirán en el momento del juicio del que les ha enseñado Dios y su religión.

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