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El llamamiento más valioso


Enviado por   •  29 de Octubre de 2019  •  Apuntes  •  1.369 Palabras (6 Páginas)  •  234 Visitas

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El llamamiento más valioso

Tengo que aclarar que tuve una vida antes de la bautizarme, una vida donde los hijos nunca fueron una opción, donde lucia imposible verme en perspectiva futura con una persona por más de unos cuantos meses. Pero cuando dos ángeles llegaron a la puerta de mi abuela con sus camisas blancas combinadas con corbatas de divertidos diseños, y una dulzura e inocencia únicas, en mi empezó un cambio espiritual que nunca pensé experimentar y que inevitablemente se reflejó en mis modos de hablar, vestir y vivir.

Tengo que admitir que esto no fue inmediato, es decir un día no me desperté con un lenguaje puro, con vestimenta modesta, orando sin cesar, y leyendo cada día el libro de mormón (esto continúa siendo un reto para mí 18 meses después de haber entrado en las aguas del bautismo). Pero un día si me descubrí a mí misma buscando ropa más modesta, sustituyendo groserías por buen humor, leyendo las escrituras en cada pequeña oportunidad, y doblando las rodillas cada día para orar.

Nunca había tenido fe antes, me rebelaba mucho la idea de que hubiera un Dios, y si lo había según mi criterio a mí nunca me escuchaba. Pensaba erróneamente que el amor de Dios era un banal intercambio: adoración de mi parte a cambio de que el haga que ocurrieran las cosas que yo quería. Recuerdo que mis Elderes nos pidieron orar para saber si el libro de Mormon era real, entonces doble mis rodillas y le dije: “Dios yo sé que, si estás ahí, quizás no te caigo bien, pero si existes y esto es verdad. Es ahora o nunca, me siento vacía, quiero creer, ayúdame”.

A la mañana siguiente debía viajar para trabajar durante una hora en auto compartido, recuerdo haber llegado un poco tarde a la salida de autos y oh sorpresa: no había ninguno. En ese momento de mi vida mi jefa era una persona muy prepotente y maltratadora entonces comencé a llorar porque le temía a esta mujer, ella fue una política dentro de mi región y yo trabajaba en su despacho e igual que mis compañeras (2 mujeres más) llorábamos casi a diario. Los insultos, atropellos, vejámenes públicos de aquella mujer (feminista radical, dicho sea de paso) eran intolerables y dolorosos, pero todas necesitábamos el trabajo en el cumplíamos jornadas hasta de 24 horas sin pagos extras. Mientras sollozaba de temor e impotencia llego otro auto y pude viajar, sabía que cuando llegara iba a tener que escuchar insultos y reproches más fuertes a lo acostumbrado, tengo que añadir que tener una jefe abusiva e injusta es terrible y demasiado estresante y agobiante. Esa mañana en medio de mi viaje decidí hacer una oración, le pedí al Padre Celestial fortaleza, porque sabía que jamás podría cambiar la naturaleza mala de mi jefa, pero si podía fortalecer mi carácter y espíritu para soportarla. Y luego buscar al azar en el Libro de Mormon y encontrar en 3 Nefi 22:11-13 “¡Oh haré afligida, azotada por la tempestad, y sin hallar consuelo” He aquí que yo cimentaré tus piedras con bellos colores y con zafiros echaré tus cimientos! Tus ventanas haré de ágatas y tus puertas de carbúnculos, y todos tus recintos haré de piedras deleitables. Y todos tus hijos serán instruidos por el Señor; y grande será la paz de tus hijos.”

Aquel día mi jefa había decidido realizar un viaje inesperado fuera de la región y no escuche gritos ni insultos, por el contrario, fue relajado y sin prisas. Pero después cada vez que la escuchaba maldecir simplemente oraba y me repetía aquella escritura en mi mente y corazón. Después de un mes me bautice en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, pero lo realmente maravilloso llegaría después.

Conocía el Plan de Felicidad de nuestro Padre Celestial pero no lo sentía en mi corazón, no sentía que hubiera en el mundo para mi alguien que me amara que quiera compartir su eternidad conmigo, hasta que siguiendo el consejo de mi líder JAS busque tener mi bendición patriarcal, recuerdo haber tenido dos semanas de preparación para estudiar las escrituras y entender lo que iba a ocurrir y cuando el patriarca me indico que mi destino era ser madre muchos hijos, mi mente se llenó de confusión pues nunca había querido tener hijos, y si acaso uno y punto. Recuerdo haber llegado a casa a llorar ese día, pero en esa semana empezar a tomar la clase de instituto “Familias Eternas” para comprender mejor cuales los mandamientos que tiene el Señor para sus hijas en cuanto a la maternidad. Fue así como al estudiar Doctrinas y Convenios 132:19y20 encontré las promesas que ha hecho el Padre Celestial para cada uno de nosotros si cumplimos el mandamiento de tener nuestra familia eterna. Y nos dice “les será cumplido en todo cuanto mi siervo haya declarado sobre ellos, por el tiempo y por toda la eternidad; y estará en pleno vigor cuando ya no estén en el mundo; y los ángeles y los dioses que están allí les dejarán pasar a su exaltación y gloria en todas las cosas, según lo que haya sido sellado sobre su cabeza, y esta gloria será una plenitud y continuación de las simientes por siempre jamás.”

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