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El pecado social como conflicto en la sociedad


Enviado por   •  29 de Enero de 2019  •  Ensayo  •  1.521 Palabras (7 Páginas)  •  2.092 Visitas

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DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Tarea Segundo Bimestre

TEMA: El pecado social como conflicto en la sociedad

NOMBRE: Luis Gonzalo Vallejos Alarcón

CURSO: M103

FECHA: 15 de enero de 2019

DOCENTE: Walter Eduardo Ramírez Cueva

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OCTUBRE 2018-FEBRERO 2019


PECADO SOCIAL Y RESPONSALIBILIDAD DEL CRISTIANO

El hombre es capaz de transformar en instrumento de pecado la actividad humana, que debería ser en sí misma un servicio a Dios y a los demás hombres. (Escudé)

La actividad humana es la libertad que el Todopoderoso otorgo al hombre para hacer el bien con todo lo creado, con todo lo que le rodea, pero en el transcurso de los tiempos esta libertad ha sido utilizada para hacer el mal al prójimo y al entorno; es por este motivo que en el mundo existen los disturbios, los desequilibrios, los males, las desigualdades sociales, la privación de derechos personales y la amenaza de destrucción humana, las cuales desencadenaron dos guerras mundiales en los años 1914-1918 y 1939-1945 respectivamente y siguen dando apertura a más guerras y a discordias entre los seres humanos, ya que el hombre no puede ver por el bienestar de los demás, si no de manera egoísta solo por su propio bienestar.

(Escudé) Dice que para comprender mejor el sentido del pecado en el mundo, es preciso recorrer las principales características de la actividad del hombre en el mundo de hoy. Dicha situación, sin embargo, no es simple consecuencia de la actividad del hombre en el mundo, sino que nace de la raíz profunda del egoísmo humano. A este egoísmo le conviene el nombre de pecado, fruto de la victoria del poder de las tinieblas.

El pensamiento conciliar nos habla de un pecado que brota de las relaciones del hombre con sus conciudadanos. A este pecado le llamamos pecado social. Es fruto del egoísmo: "el hombre mira sólo lo suyo con olvido de lo ajeno" (GS 37). Puede ser un acto de un individuo concreto que repercute en todo o en una parte del cuerpo social, o bien el acto de un grupo que repercute en otros individuos o en otros grupos sociales. (Escudé)

En la actualidad el mundo se encuentra desequilibrado por el liberalismo y libertinaje  de la sociedad en las drogas, sexo, alcohol, prostitución, etc. Las cuales reflejan “el pecado social” del ser humano. Son impresionantes las actitudes que se dan en el mundo de hoy y en las que se manifiesta esta situación de pecado. Por ejemplo los atentados contra la vida (coches bomba en ciudades del mundo, guerras por el petróleo, diferencias políticas y religiosas); Violación a la integridad de la persona humana, como, por ejemplo, las mutilaciones, las torturas morales o físicas; Las ofensas a la dignidad humana, como son las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, la esclavitud, la prostitución y las condiciones laborales degradantes.

El hombre por naturaleza es un ser social, que vive en comunidad, que comparte toda su vida en compañía de sus padres, abuelos e hijos (en familia) con el fin de encontrar la felicidad conjunta y vivir en el amor y en la paz de Dios. Cuando el hombre busca su propia felicidad como único fin de sus acciones deja de realizar una de las principales tareas que Dios le ha encomendado: colaborar a que todos los hombres puedan usar y gozar del mundo según los planes de Dios y las exigencias de la persona humana.

Toda forma de injusticia, violencia, transgresión a los derechos fundamentales de la persona o discriminación es una mentira, va contra la verdad de nuestra fe y la de nuestra humanidad. Urge promover una gran obra educativa de las conciencias, que forme a todos en el bien, especialmente a las nuevas generaciones, abriéndoles al horizonte del humanismo integral y solidario. Sobre esta base es posible dar vida a un orden social, económico y político que tome en cuenta la dignidad, la libertad y los derechos fundamentales de cada persona (Arquidiócesis Primada de México)

(Hernández) Dice que aunque Dios nos salva hay ciertas cosas que Él quiere que hagamos. Como Pablo afirma en Efesios capítulo 2 versículo 10, Dios nos salva para hacer buenas obras. Por eso la pregunta que nos hacemos como creyentes es ¿Cuál es nuestra responsabilidad en el asunto de la salvación? En la primera carta de Pedro capítulo 1 versículo 13 nos señala 3 responsabilidades que el creyente debe tener en cuenta a la salvación:

  • Estar mentalmente despiertos
  • Estar moralmente equilibrados
  • Estar espiritualmente esperanzados

Haciendo énfasis a la pregunta y a las responsabilidades que nos exponen San Pedro y San Pablo debemos tomar en cuenta que la más grande responsabilidad que tiene el ser humano (cristiano) es con Dios, ya que si estamos bien con el Todopoderoso estamos bien con los demás, y podemos hacer el bien promulgando valores como el respeto, el amor y la solidaridad.

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