Ensayo exegético Ezequiel 11:13-25

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Ensayo Exegético: Ezequiel 11:13-25

Ensayo exegético  Ezequiel 11:13-25

1. Contexto

El profeta Ezequiel, fue un sacerdote que desempeñó el oficio profético entre los años 593 y 571 a.C.  Es considerado como uno de los profetas del Exilio, es decir aquel grupo de profetas que desarrollaron su ministerio en el periodo en que la nación judía fue llevada cautiva a Babilonia,^[1] entre los años 606 y 587 a.C^[2]

Esta sección se encuentra dentro de la primera gran sección del libro que abarca los capítulos 1 al 24, que habla del juicio sobre Judá, enfocándose en la caída próxima de Jerusalén. Por lo demás, el capitulo 11 termina una sección del libro que habla del juicio sobre Jerusalén y la presencia de Dios que abandona  el Templo.

Dentro de este contexto, el capitulo 11 con una visión de Ezequiel donde ve a 25  líderes  que están tramando mal contra Jerusalén haciendo creer a las personas que no les pasará nada malo. Se usa la imagen de una olla refiriéndose a Jerusalén, la cual protege la carne de exponerse al fuego. Sin embargo, Dios afirma que debido a la rebelión, el juicio es inminente

1. Estructura

Dentro de la sección de los capítulos 8 al 11 titulada “visión de Gloria” que habla de la profanación del templo y la  visión de Yahveh apartándose del templo y de Jerusalén^[3].  Este pasaje culmina la sección mostrando a Dios alejándose de la ciudad, pero dejando un poderoso mensaje de esperanza.

1. Vv.13: La angustiante interrogante del profeta
2. Vv.14-16: La razón del exilio
3. Vv. 17-21: una restauración definitiva
4. Vv.22-25: La presencia del Señor se aparta de Jerusalén.

Para efectos de un sermón estas cuatros secciones se agruparían en tres, incluyendo el vv.13 dentro de la sección del vv.14-16

1. Comentario

v.13: El profeta está profetizando en medio de una visión a los 25 líderes que tramaban el mal y daban consejos impíos a los habitantes de Jerusalén. Como resultado de ello, muchos habían muerto^[4]. No se sabe con certeza que estos 25 hombres eran sacerdotes o líderes políticos^[5], pero en definitiva no habían cumplido su rol de aconsejar al pueblo a seguir los caminos del Señor. Ezequiel utiliza el mismo refrán de la olla y la carne^[6] para advertirles que les ocurrirá exactamente lo contrario a lo que ellos afirmar. Dios los sacará de la olla (Jerusalén) y serán expuestos al fuego directo (juicio) a las afueras de la cuidad.^[7] 

En medio de esta visión, Pelatías, unos de los 25 líderes cae muerto^[8]. Wright propone que esta escena se yuxtapone a la visión, lo cual causa impacto en el profeta^[9], pues estaba viendo una visión, luego ve caer muerto a un líder de carne y hueso. Esta imagen nos puede llevar a hechos 5 a la historia de Ananías y Safira y poder concluir que Dios no puede ser engañado.

“caí rostro en tierra” esta frase es particular de Ezequiel, previamente citada, dentro del mismo contexto de Juicio sobre Jerusalén^[10]. También hay otras partes del libro donde el profeta ocupa la misma cita^[11],  Daniel^[12] también la ocupa. Dentro del contexto creo que se refiere a un temor reverente.

La pregunta que el profeta formula, había sido realizada previamente^[13]. Ahora, la respuesta por parte de Dios es distinta, previamente había sido un “¡Si!, es lo que estoy haciendo”. Ahora, Dios, por primera vez, propone una luz de esperanza^[14].

14-16: Ahora es Dios quien entrega su veredicto. Las palabras del Señor en esta sección nos hacen recordar a Israel por el desierto, el pueblo de Dios lejos de la tierra por causa de su desobediencia, pero Dios estando con ellos y manteniéndose siempre fiel a su pacto.

A diferencia del mensaje que estaban entregando los líderes, Dios les dice que su verdadero pueblo es el que está en el exilio. A pesar que Dios está ejecutando un juicio purificador, Dios se mantiene junto a los suyos.^[15] A la luz del inminente juicio a Jerusalén y la destrucción el santuario, estás palabras de aliento son realmente significativas para el pueblo de Dios. A pesar que sus escogidos estén dispersos, Dios es su santuario en el exilio, es su lugar de refugio. Sea cual sea la tierra donde lleguen siempre podrán encontrar esperanza en la presencia de Yahveh. Esta promesa nos abre una puerta a la sección que viene a continuación, pero además nos hace recordar las palabras de Esteban en hechos 17:24, “Dios no habita en casa hecha por mano de hombre”. Y aun, bajo el contexto de la gloria de Dios y el Templo, las palabras de Salomón son muy asertivas, pues el oró “¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado.”

17-21: Antes que Dios quite su gloria de Jerusalén, el  Señor entrega unas palabras de consuelo y esperanza. Promesas que solo Dios puede llevar a cabo.

v.17: El Señor promete reunir a su pueblo y entregarles por herencia la tierra de Israel. Resulta imposible no pensar en Génesis 12 y el pacto con Abraham. La revelación progresiva aquí nos comienza a mostrar con mucha más claridad la forma en que Dios desarrollará su plan de salvación.

v.18: El gran pecado de Israel por fin llegará a su fin, la idolatría quedará atrás y Dios volverá a ocupar el lugar de señorío en la vida de su pueblo, quienes ahora cumplirán la primera parte del decálogo^[16]

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