Ensayo sobre el Pesebre Navideño
Enviado por Christian Osal • 1 de Noviembre de 2017 • Tarea • 1.939 Palabras (8 Páginas) • 688 Visitas
Obra Pesebre Navideño
Narrador: Sucedió hace mucho, mucho tiempo, en un pueblito llamado Nazareth, en una casita pequeña en la que vivía una muchachita llamada María. María no era casada pero al poco tiempo se casaría con un buen hombre llamado José.
Un día le sucedió algo increíble a María, del cielo bajo todo de blanco, un hombre alado, con un encargo y que se llama el Ángel Gabriel. Mira a la joven que cose y cose con gran paciencia. El ángel entra muy despacito sin asustarla con su presencia y le dijo
Ángel Gabriel: Escucha María, el Señor está contigo y eres bendita entre las mujeres.
Narrador: Cuando ella lo vio, se turbó con sus palabras y pensaba que saludo era ese.
María: ¿Quién eres? ¿Por qué me dices eso?
Ángel Gabriel: Soy Gabriel. ¡No temas María! Porque eres la elegida del Señor, traerás al mundo un hijo, su nombre será… Jesús.
María: ¡Un hijo!
Ángel Gabriel: Se llamara el hijo del Altísimo y el Señor Dios le entregara el trono de su Padre David y reinará para siempre
María: ¿Pero cómo podrá ser? Soy la prometida de José el carpintero y todavía no estamos casados.
Ángel Gabriel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el que ha de nacer será llamado Santo, el Hijo de Dios.
Además, también tu parienta Elisabeth ha concebido en su vejez. Porque nada es imposible para Dios.
María: He aquí la sierva del Señor. Hágase tu voluntad
Narrador: Y el Ángel se fue de su presencia.
El ángel del Señor también se le apareció a José mediante un sueño y le dijo que no tuviera miedo de recibir a María por esposa, porque lo que ella ha concebido del Espíritu Santo es.
Él se encontraba trabajando en el taller cuando llega María y le dice:
María: José
José: Oh María, entra
María: José tengo algo que decirte, pero no sé como
José: Ya lo sé todo María, el ángel me visito anoche, él bebe se llamará Jesús.
María: Que, gracias José, temía tanto que te enojaras, gracias
José: Seré tu esposo como lo hemos estado planeando y querré al niño como si fuera mío.
Narrador: En aquellos días se levantó María y se fue de prisa a una ciudad de la montaña llamada Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabeth. Cuando Elisabeth oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; corriendo le dio un abrazo muy afectuoso; fue llena del Espíritu Santo y exclamo:
Elisabeth: Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto que hay en tu vientre. ¿De dónde se me concede que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto escuche tu voz, la criatura salto de alegría en mi vientre.
Narrador: María responde muy conmovida, baja del burro su maleticas, unos regalitos y su comida. Se quedó con Elisabeth de compañía, hicieron juntas las canastillas, entreteniéndose todo el día.
Así pasaron tres meses y luego María vuelve a su casita.
En una choza limpia y sencilla la virgen María vive con San José, que con su oficio de carpintero gana la plata para comer. Con diligencia y con gran ternura María cuida de su casita, anda contenta por todas partes pues se le nota su barriguita.
Las mariposas siempre la escoltan cuando en las tardes sale a pasear con pajaritos que la divierten hasta aturdirla con su trinar. También los lirios, las azucenas ninguna flor se queda atrás y la saludan con sus aromas en homenajes del que vendrá.
Canción: A ti te cantamos preciosa María (coro)
Flor: Tú, la flor más pura, del vergel del cielo, eres la esperanza, eres el consuelo.
Mariposas: A ti gran señora, a ti suspiramos, madre del Dios Niño, a quien tanto amamos.
Paloma: Por ti virgen pía, baja el Redentor, porque el alma mía, se inflama de amor.
Canción: A ti te cantamos preciosa María (coro)
Pero no todo fue tan tranquilo y un incidente les va a ocurrir puesto que un día tocan la puerta y les indican que hay que partir. Pues aconteció que en aquellos días se promulgo la Ley, es una orden que da el gobierno y todo el mundo se va a censar en cada sitio donde venga cada familia y cada papá. El caso entonces es que Belén es el pueblito de San José sin perder tiempo parten los dos en un burro y el otro a pie.
Canción: Din, Din, Din
María: ¡José! Estoy muy cansada y tengo sed
José: Ya casi llegamos María ¿Resistirás?
María: Solo un poco más creo
Narrador: Al fin llegaron y desde un cerro se ven las calles y las casitas, los contornos de su niñez José señala con su varita. María suspira, se siente mal, y San José muy preocupado de puerta en puerta busca posada y no lo atienden o está cerrado. San José implora y muestra a María y les explica que está en estado, nadie hace caso y no consiguen hospedaje por ningún lado.
Posadero: Aquí no hay lugar, aquí no hay lugar, se tienen que ir no tengo espacio no se pueden quedar. Súbanse a su burro y sigan por allí.
Narrador: Debido al censo todas las posadas estaban llenas. La pobre María está cansada, ya la barriga le pesa mucho. José y María se la pasaron todo el día buscando. No había lugar, buscaban y pedían, buscaban y pedían, buscaban y pedían una vez más.
José: He buscado, buscado y no encuentro donde podemos quedarnos. Esta es la última posada que preguntare
Posadero: Aquí no hay lugar, aquí no hay lugar, se tienen que ir no tengo espacio no se pueden quedar. Súbanse a su burro y váyanse de aquí.
Narrador: A estas alturas María llora porque tiene hambre y sueno y sed. Y de repente siente dolores ¡es que el niñito ya va a nacer! Así se desliza la novedad en el oído de San José que corre a un lado y corre pa’l otro porque no saben que van hacer.
...