HOMBRE, CIENCIA Y RELIGIÓN: UN LLAMADO A LA CONCIENCIA

Erick J. Polania Peña

Teresa Mantilla López

HOMBRE, CIENCIA Y RELIGIÓN: UN LLAMADO A LA CONCIENCIA

El documento que está apunto de leer contiene cinco puntos destacables del capítulo 13 del libro  Miles de Millones de Carl Sagan, que pone de manifiesto la importancia de aceptar los puntos de vista y la concepción del mundo que tienen la ciencia y la religión, para que su acción concomitante haga mella en el pensamiento colectivo con respecto a la importancia del medio ambiente, del único planeta conocido por el intelecto humano que manifiesta el fenómeno de la vida y que por el desarrollo tecnológico de la especie se ve en jaque.

• Como científicos, muchos de nosotros tenemos experiencias profundas de asombro y reverencia ante el universo. Entendemos que es más probable que sea tratado con respeto aquello que se  considera sagrado.

Es consecuencia de la actividad científica ir dilucidando cómo funciona la naturaleza desde sus diferentes ángulos  abriendo lo ojos de la humanidad con respecto al estructura del cosmos, de los organismos vivos su funcionamiento y comportamiento  aun de los más pequeños (microorganismos) y sus valiosa importancia. Despertando una inevitable sensación de  admiración por el universo.

Se hace imprescindible que puntos de vista notoriamente adversos (ciencia y religión) se vean convergiendo entorno a un objeto en común como lo es la preservación del planeta, que aunque de acuerdo con el autor este no necesita celaduría alguna, somos responsables  del daño que evidentemente el estilo de vida basado en el consumismo  y uso desmedido de los recursos ha ocasionado, entonces se hace relevante el accionar humano para compensar  los daños y modificar la forma de proceder llamado la atención de unos con proceder religioso al darle valor a lo considerado creación puesto que será venerado por ellos lo que traiga consigo una connotación sagrada y aquí pude  actuar de manera sinérgica la ciencia quizá aún más objetiva para el sesgo de muchos al resaltar el valor intrínseco en la armonía del funcionamiento de los ecosistemas del planeta  y de lo perjudicial a gran escala de la intervención de los mismos.

• Nos hemos convertido en predadores de la biosfera.

El termino predadores de la biosfera nos lleva a pensar a cerca de la inconciencia referente al uso de los recursos e irrespeto por las demás formas de vida y su habitad, no solo estamos en la capacidad de usar las formas  de vida para nuestro beneficio valiéndonos de las facilidades que proporciono la evolución a nuestro cerebro, como en el caso de la zoocría y agricultura donde además de privar a estas especies de su entorno natural se moldean a nuestro antojo por medio de  selección artificial  convirtiéndolos en objetos de consumo donde deben cumplir con estándares de calidad impuestos por el mercado de los grandes distribuidores provocando que se descalifiquen y desechen aun siendo útiles para el consumo por presentar mínimos defectos en su apariencia , lo que se refleja en una injusticia más  representada en la desigualdad. El predador no muestra ningún respeto o dolencia por su actividad o acaso los felinos se detienen frente a su presa o una jauría de lobos muestra piedad ante sus victiman esta es la analogía perfecta para mostrar que aunque nuestra neo corteza nos separe por mucho de la configuración cerebral del resto de animales somos predadores indiscriminados  con el agravante del despojo del habitad de la presa y un creciente número de bocas para alimentar.

• En el mundo real y palpable, tal como se revela en lo que hacemos y no en lo que decimos, muchos seres humanos parecen aspirar a ser los señores de la creación.

A través del tiempo la humanidad ha tenido la concepción de que en la creación de Dios pueden reinar e imponer todos y cada uno de sus deseos sin embargo esta errada y debatida postura ha llevado a un uso desmesurado de lo que nos ofrece el medio ambiente. El autor plantea que la mano del hombre ha sido tan devastadora y ha llegado tan lejos que podríamos ser un peligro para nosotros mismos; postura de grandes pensadores al respecto nos hace replantear ahora la importancia que se le venía dando al medio ambiente según  Rene Descartes, «hacernos dueños y poseedores de la naturaleza», Aristóteles «la naturaleza ha creado todos los animales en beneficio del hombre». Immanuel Kant, «sin el hombre la  creación entera sería un simple yermo, algo en vano». Planteamientos de tipo conquistador que ponen a la naturaleza como objeto a vencer. Nuestra ambición por obtener siempre más nos ha cegado y nos ha hecho perder el sentido común, ya no importan las consecuencias ambientales o sociales, solo importa obtener un beneficio que en el peor de los casos es personal.

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