Lectura y resumen personal de la encíclica de Juan Pablo II
Enviado por WANIMO • 23 de Octubre de 2023 • Resumen • 1.509 Palabras (7 Páginas) • 52 Visitas
ACTIVIDAD II
ENCÍCLICA REDEMPTORIS MATER
Resumen
Fundación Universitaria Católica del Norte
Facultad de Teología
Mariología
Jorge Alejandro Holguín Holguín
Octubre de 2023
ENCÍCLICA, REDEMPTORIS MATER
Resumen
INTRODUCCIÓN:
Esta hermosa encíclica “Redemptoris Mater” que en español dice “la Madre del Redentor”, escrita por el entonces papa Juan Pablo II y ahora santo; publicada el 25 de marzo de 1987, novena año de su pontificado. Está estructurada en tres partes muy significativas, con una introducción y una conclusión. Sus tres partes son: “MARÍA EN EL MISTERIO DE CRISTO, LA MADRE DE DIOS EN EL CENTRO DE LA IGLESIA PEREGRINA, MEDIACIÓN MATERNA”. Me atrevería a decir que la más importante es la tercera ya que, contiene en sí toda la esencia de la encíclica.
Juan Pablo II, reflexiona y hace reflexionar a toda la humanidad creyente sobre María en el plan salvífico de Dios para con la humanidad. Inicia citando a Gálatas 4,4-6, la cual, es la misma cita que se usa en el Concilio Vaticano II. Según los estudiosos teólogos definen la palabra “plenitud” como el momento en que Dios se encarna por medio de María en su vientre virginal. Es el comienzo de la Iglesia, que va en camino al Señor que llega. El papa hace alusión a las palabras de Pablo VI “Christi Matri”, Signum Mágnum” y “Marialis Cultus”[1] (Numeral 2).
Su contenido no es nada nuevo, pero sí muy significativo ya que, hablar de María es siempre una experiencia de admiración, ternura y amor. El papa, quizás, al escribir esta encíclica piensa en el año que se avecina (2.000) y sin lugar a dudas esto significa un evento bimilenario mariano (dos mil años de haber nacido Jesús). Un aspecto muy importante y creo que hay que resaltarlo es que en todo el documento el papa habla del santo Luis María Monfort, todos sabemos que este santo en su vida terrenal fue profundamente mariano (Numeral 3).
Dice que el misterio solo se logra esclarecer en la mentalidad del hombre bajo la encarnación y se realiza de forma particular en María (GS 22) por tal motivo, el dogma de la maternidad divina (Concilio de Éfeso, 431). (N 4).
Da una breve pista sobre el contenido de este documento que más adelante se irá desarrollando “la peregrinación de la fe de María, en la cual se mantuvo fiel con su Hijo y con el Cristo”. Habla sobre las cualidades de Madre y Virgen citando a la LG 64. (N 5).
PARTE I:
El tema de maría el papa lo enfoca en el documento como un modo de hacer una peregrinación hacia María con el fin de conocerla más a fondo, de asimilar sus virtudes y su modo de ser en el plan de salvación. Inicia la primera parte llamándola “la llena de gracia”, este nombre lo conocemos por el pasaje de “la anunciación”[2]. Así es, María es la llena de gracia, la que intercede por nosotros, pero a ella no la podemos comparar con los santos, ella es “especial” es la madre de Dios, la que contiene pecado original, “la bendita entre todas las mujeres[3]” por eso es la llena de gracia. El siguiente atributo que le hace el papa a la virgen es “feliz la que ha creído”, esta es la expresión de su prima Isabel cuando la ve llegando a su casa. María es la que creyó sin dudar a pesar del dolor que iba a sufrir (Simeón le dijo, una lanza te traspasará el corazón), de sus angustias, “cuando Jesús se pierde y es encontrado en el templo”[4]. Es por esto que ella está íntimamente unida a la vida de su hijo y a todos sus sufrimientos. “Ahí tienes a tu Madre” es la siguiente expresión del texto y es una frase de entrega eterna para el género humano. De un modo particular, el pasaje nos muestra la fe de aquella mujer en su nuevo encargo como madre de la humanidad y misionera con los apóstoles anunciadora de la Buena Nueva. Ella es la madre, la que intercede: bodas de Caná: “hagan lo que Él les diga”[5]. Otro aspecto importante que se describe en el texto es el estilo maternal que le suplica a su hijo para que “inicie su actividad mesiánica”[6]. Una vez más se deja claro que María es la mediadora, ella es la que puede acercar en medio de las necesidades del hombre a Dios. Ella no es la protagonista y por eso es humilde y hace la voluntad de Dios en su plan divino.
PARTE II:
El titulo de esta segunda parte nos hace referencia a una Iglesia misionera, peregrina anunciadora del mensaje salvífico y sostenida por la fe (de la humanidad) y la acción del Espíritu Santo en donde “María implora sus dones”[7]. En la historia de salvación es ella, dice el papa, quien refleja las exigencias de la fe (cita LG 65) y es espejo, el cual refleja las maravillas de Dios (N 25). También es ella quien precede en todo momento el testimonio hacia los apóstoles y todos aquellos que participan en este caminar de la Iglesia ya que, es por la fe de María que todo cristiano encuentra su fe (NN 27, 28) y todos tenemos la misión de tener nuestros ojos puestos en María con el pensamiento de que ella es la nuestra Madre común la cual, reza por la unidad del pueblo de Dios (N 30).
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