Los relatos de la Pasión
Enviado por palomo83laura • 22 de Octubre de 2018 • Trabajo • 645 Palabras (3 Páginas) • 1.033 Visitas
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Lectura: Los relatos de la Pasión
Basándote en el Catecismo de la Iglesia Católica (números 595-623) y en el manual Creer (páginas 320-332), contesta a las siguientes preguntas, razonando cada una de tus respuestas:
- ¿Los judíos colectivamente son responsables de la muerte de Jesús?
- ¿Por qué nuestra salvación pasa por la muerte de Jesús?
- Jesús dijo: “Nadie me quita la vida; yo la doy voluntariamente” (Jn 10,18). ¿Quiere esto decir que Jesús provocó su propio arresto?
- ¿De quién es la responsabilidad y la culpa de la muerte de Jesús? ¿Por qué?
Con este ejercicio buscamos que vayas configurando un método adecuado para transmitir el mensaje de forma comprensible y eficaz, adaptado siempre, como es lógico, a la edad y circunstancias de los destinatarios.
Los relatos de la Pasión
- ¿Los judíos colectivamente son responsables de la muerte de Jesús?
No se puede atribuir la muerte de Jesús al conjunto de los judíos.
Jesús fue llevado a la cruz bajo unas circunstancias en la que existió un proceso manipulado, en las que hubo acusaciones falsas y amenazas a sus seguidores.
Aun así, Jesús en la cruz y posteriormente Pedro siguiendo su ejemplo, perdonaron a estos judíos apelando a su ignorancia.
Y por tanto, si no se le considera responsables a los judíos de Jerusalén de la muerte de Jesús tampoco se les puede considerar responsables a los judíos de hoy.
La Iglesia ha declarado en el Concilio Vaticano II lo siguiente: “Lo que se perpetró en su pasión no puede ser imputado indistintamente a todos los judíos que vivían entonces ni a los judíos de hoy [...] No se ha de señalar a los judíos como reprobados por Dios y malditos como si tal cosa se dedujera de la sagrada Escritura”
- ¿Por qué nuestra salvación pasa por la muerte de Jesús?
Jesús murió a causa de nuestros pecados. Su misión es “Servir y dar su vida en rescate por muchos” (Mc 10, 45)
Dios Padre no desea la sangre de Jesús, no es algo que estuviera programado así.
La voluntad de acabar con su vida proviene de los hombres que no creen en su palabra.
El Padre entrega a Jesús, su hijo, como prueba de que nos ama. “Dios no perdonó ni a su propio hijo, antes bien le entregó por todos nosotros para que fuéramos reconciliados con Dios por la muerte de su hijo” (CIC 603) y Jesús aceptó con corazón humano el amor del Padre hacia los hombres.
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