MARÍA MADRE DE CRISTO Y MADRE EJEMPLAR DE LA IGLESIA
Enviado por Integra Veracruz AC • 1 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.492 Palabras (6 Páginas) • 273 Visitas
MARÍA MADRE DE CRISTO Y MADRE EJEMPLAR DE LA IGLESIA
Por: Alanna Torres Talarico
Persona y Trascendencia
Abril 2017
“¿Acaso no estoy aquí yo, que soy tu madre?”
Santa María de Guadalupe a San Juan Diego
El Evangelista San Juan relata las palabras de Cristo agonizante en el calvario en la escena de la pasión. En la agonía, Cristo cumple con una última misión en la Tierra, dejar a su madre entre nosotros. Así lo relata San Juan en tres versículos: “Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.” (Juan 19, 25-27). En esta escena, Cristo llega al culmen de su misión amorosa al entregarnos a su Madre. María, por otro lado, recibe la última misión de su hijo, ser nuestra madre. Así, considero, la última y eterna misión entregada a María sería ser nuestra Madres, a nosotros, el último de los mandamientos, recibirla en nuestra casa, como eso, como verdadera madre. Después de eso el evangelista relata por qué se considera la última misión de Cristo en la tierra, ya que relata: “Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido” (Juan 19, 28). Así, vemos que la misión de Cristo no estaría completa hasta entregarnos una prueba más de su amor y una manera más específica de salvación, su propia Madre.
Las reflexiones que ocupan la relación entre María y la Iglesia, es decir, la doctrina católica sobre el puesto que María Santísima ocupa en el misterio de Cristo y de la Iglesia, han ocupado las tareas de la Iglesia a lo largo de su historia. En este trabajo se presenta la visión muy genérica que ha adoptado la doctrina respecto a esta relación. Visión que quedó establecida en los trabajos del Concilio Vaticano II y que expone muy claramente, por ejemplo, el Santo Padre Pablo VI en su discurso “María Mater Ecclesiae” en donde proclama a María Madre de la Iglesia. Aunado a ello, y para dar fundamento bibliográfico y doctrinario se utiliza el Catecismo de la Iglesia Católica para describir elementos esenciales de esta relación que se estudia brevemente.
En el Catecismo de la Iglesia Católica, el estudio de María Madre de Cristo y Madre de la Iglesia ocupa el lugar dentro de la “Profesión de Fe”, en específico, en la profesión “Creo en la Santa Iglesia Católica”. En ese apartado, se ubica la descripción de este misterio mariano. Así el catecismo establece: “Después de haber hablado del papel de la Virgen María en el Misterio de Cristo y del Espíritu, conviene considerar ahora su lugar en el Misterio de la Iglesia. «Se la reconoce y se la venera como verdadera Madre de Dios y del Redentor [...] más aún, "es verdaderamente la Madre de los miembros (de Cristo) porque colaboró con su amor a que nacieran en la Iglesia los creyentes, miembros de aquella cabeza" (LG 53; cf. San Agustín, De sancta virginitate 6, 6)"». "María [...], Madre de Cristo, Madre de la Iglesia" (Pablo VI, Discurso a los padres conciliares al concluir la tercera sesión del Concilio Ecuménico, 21 de noviembre de 1964).”[1] Como se ve, el misterio de “María Madre de Dios y Madre de la Iglesia” ocupa un espacio importante en la doctrina, en mi primer lugar, reconociendo éste hecho y afirmándolo dentro de la doctrina. Es verdad, María es Madre de Dios, y a su vez, es Madre de la Iglesia. Es decir, de todos los fieles cristianos, e incluso añade después, de todo el pueblo de Dios, creyentes o no creyentes.
Así, tenemos como primera afirmación de éste trabajo algo que podría obviarse, sin embargo, se considera necesario puntualizar. María es Madre de Dios y Madre de la Iglesia, esto es una verdad doctrinaria que encuentra culmen en los trabajos del Concilio Vaticano II, encuentra difusión en el discurso y proclamación hecha por el Papa Pablo VI, y encuentra base doctrinaria en el Catecismo de la Iglesia Católica. Ahora bien, no hemos llegado al punto en establecer el significado que tiene, para la Iglesia Católica, que María sea Madre de Dios, y con ello, Madre de la Iglesia. A fin de no escapar de la sana doctrina, el Catecismo de la Iglesia Católica, resume en tres afirmaciones lo que significa este misterio mariano: 973 Al pronunciar el Fiat de la Anunciación y al dar su consentimiento al misterio de la Encarnación, María colabora ya en toda la obra que debe llevar a cabo su Hijo. Ella es madre allí donde Él es Salvador y Cabeza del Cuerpo místico. 974 La Santísima Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, en donde ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo, anticipando la resurrección de todos los miembros de su cuerpo. 975 "Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia, continúa en el cielo ejercitando su oficio materno con respecto a los miembros de Cristo (Credo del Pueblo de Dios, 15).
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