¡Oh, Insensatos y Tardos de Corazón!
Enviado por JESÚS JASSO ROQUE • 2 de Noviembre de 2019 • Reseña • 378 Palabras (2 Páginas) • 3.134 Visitas
¡OH, INSENSATOS Y TARDOS DE CORAZÓN!
En el conocidísimo relato del camino a Emaús que se encuentra en el evangelio según San Lucas capítulo 24, de los versículos 13 al 35; vemos como los dos discípulos no lograron reconocer al Bendito Cristo en el camino, así como muchos de nosotros hoy en día somos incapaces de reconocerle en nuestra vida diaria; y no solo eso, ya que además, somos ciegos y sordos al Señor Jesucristo.
Ellos esperaban que Jesús fuera el Mesías que liberaría a Israel, pero su muerte cambió todo, a pesar de las noticias sobre la tumba vacía y la visión de ángeles, no podían creer que en verdad Jesús el Mesías esperado y anhelado por todos, hubiera muerto y mucho menos creer que había resucitado.
Ellos querían tener una vida sin dolor, sin amargura, libres de la opresión romana, la victoria de los justos sobre los inicuos, volver a ser la nación privilegiada y bendecida por El Eterno, pero la voluntad de Dios a pesar de ser esa, no se dio en la forma que ellos querían que se diera.
Ese Jesús que fue inmolado, se acercó a ellos como siempre lo hace con todo aquel que le necesita, y tomó tiempo para escuchar sus preocupaciones; para darles ánimo, ese ánimo que necesitaban para creer. Para explicarles las Escrituras, de modo que entendieran correctamente el significado de la resurrección y el Reino Eterno; sin embargo, aunque sus corazones “ardían” a medida que Jesús les enseñaba, no lo reconocieron y no entendieron, eran tardos de corazón.
Los caminantes rumbo a Emaús iban tristes, desanimados por la muerte del Cristo Bendito, pues habían muerto también sus sueños y esperanzas. Ellos necesitaban ver al Cristo Vivo y Resucitado, necesitaban ver con ojos espirituales y carnales el triunfo poderoso de Jesús sobre la muerte y sobre toda potestad de este mundo y sobre las huestes espirituales de maldad.
Muchos cristianos hoy día caminan con Jesús, pero no lo ven como el Dios Todopoderoso que Es, por eso viven con temor, caminan al igual que los caminantes de Emaús con ojos cegados, son incrédulos y de poca fe, con espíritus de cobardía y amigos del mundo en vez de Dios, pámpanos sin fruto, que al final se secarán y serán echados al fuego como leña seca.
...