Religión y sentido de la vida

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE QUERETARO

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Asesor: Elizabeth Gonzáles Durán

Materia: Formación Humana

Alumno: Carolina Pacheco Sánchez.

Grupo: 3-70

Expediente: 123123

Tarea 1

Religión y sentido de la vida

Desde la época primitiva los seres humanos se ha preguntado el ¿Por qué? de las cosas, y al mismo tiempo intentado dar respuesta. Nos hace sentir más seguros  confiados o tranquilos, sabiendo de donde surgen las cosas o fenómenos naturales, por esta razón creo sus Dioses y religiones. De esta forma se delegan explicaciones a un ser superior que posee virtudes que jamás podrá tener un ser humano. Traspasa los límites de nuestra razón, como lo son; la omnipotencia, omnipresencia, inmortalidad, etc.

EL SENTIDO DE  LA VIDA

Podemos analizarlo desde el punto de vista religioso. Que es más fácil ya que hay un Dios que decide por nosotros y se tiene que aceptar la forma en que Él lo ha decidido, que si sufrimos, nuestra recompensa será en “la otra vida” por haber sufrido y aceptado el “destino” que estaba escrito para nosotros. De esta forma nuestra vida ya tiene un sentido “lógico” para seguir.

En ausencia de una religión es más difícil encontrar un propósito y llega a sentirse ”perdido”, los seres humanos siempre tendemos a preguntarnos ciertas cosas como , ¿habrá vida después de la muerte?, ¿dónde estuve antes de nacer?, ¿Qué soy?, ¿A dónde voy?, ¿Qué es el alma?, ¿existe el alma?, y sin fin de preguntas más, al tener ausencia de religión nos es más complicado tener una respuesta, he de ahí que la religión es necesaria para complementar la vida y darle respuesta a nuestras dudas existenciales.

CONCLUSIÓN:

La religión es necesaria para darle una explicación a las cosas que no logramos entender, así como ciertas reglas a seguir para ser “buena persona”, sería imposible unificarnos a una religión el mundo entero, porque tenemos muy variadas formas de pensar. La religión nos marca de diferentes escalas y formas,  dependiendo de la edad, las situaciones que se estén viviendo, los lazos afectivos y hasta nuestra propia genética.

También cambia el sentido de la vida…

De niños nuestro propósito o sentido es salir a jugar con los amigos y sentirse querido por las personas. En la adolescencia surgen más dudas existencias que tiene que ver hasta con las hormonas, y en la edad adulta ya tenemos más planteado lo que somos y queremos ser.

Pero al final de nuestros días maduramos y nos damos cuenta que lo que más valor tiene en la vida va más allá de los bienes materiales, si no de los valores, amor y buena compañía que podamos tener.[pic 3]

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