San Francisco de Asís, El Don de Servir

San Francisco de Asís, El Don de Servir

       San Francisco de Asís “patrono de la ecología” fue una persona apasionada por el medio ambiente, amando a Dios, a la naturaleza y a cada ser por más insignificante que pareciera. San Francisco sentía la necesidad de proteger la vida de todos los seres, porque para él, los demás seres diferentes del hombre los consideraba como hermanos y hermanas, ya que todos resplandecen por igual a la imagen de Dios. Sin embargo su filosofía de vida se ve reflejada en un entorno de enseñanza de equilibrio físico y mental. En la cual podemos mencionar a las escuelas y las universidades como lugares propicios para que el ser humano encuentre este equilibrio. Así podemos brindarles a los estudiantes una nueva forma de ver no solo su propia vida, sino la que nos rodea, valorándola y conservándola, convirtiéndola en un ambiente agradable y acogedor.

      Ciertamente no existe ningún santo que sea tan popular como él, tanto entre católicos como entre los protestantes y aun entre los no cristianos. San Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus contemporáneos presentándoles la pobreza, la castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio radical. Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la pobreza, la flora y la fauna de la madre tierra. Todo esto refleja un alma en la que Dios lo era todo sin división, un alma que se nutría de las verdades de la fe católica y que se había entregado enteramente, no sólo a Cristo, sino a Cristo crucificado.

      Asimismo San Francisco no era un religioso de inmovilidad, sino de acción. Es decir que todo el secreto y esencia de la religiosidad moderna se concentra mayormente en la fe y en las buenas obras. Hoy en día, nadie concibe a una religión en la que el predicar está alejado del actuar. San Francisco cambia el apostolado de la plegaria y la expiación a la acción, no solamente reza o hace expiación, también actúa: visita enfermos, ayuda a los pobres y a los más necesitados.

       Además unas de las características esenciales de cualquier santo es el Amor. Lo importante y lo que distingue a cada uno es el modo de amar. El modo de San Francisco es concreto, es renunciar a tus bienes, basándose en el desarrollo de la acción y la pobreza. Inicia un auténtico renacimiento, no el de la concepción del mundo clásico, sino el renacer del hombre a una vida nueva, instalada en Cristo, pero en una forma renovada.

       Finalmente muchos personajes han adoptado no solo su filosofía y forma de ver la vida, sino también su nombre como representación de él, este es el caso de nuestro papa actual Francisco I. Este papa no solo nos invita a imitar a San Francisco de Asís, también nos muestra la verdadera forma de ayudar incondicionalmente, yo le puedo llamar: “El Don de Servir”.

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