Santidad en el culto a Dios

TÍTULO: Santidad en el culto a Dios.

TEXTO: Levíticos 10: 1-7.

OBJETIVO GENERAL: Consagración

OBJETIVO ESPECIFICO: Que los hermanos de la iglesia comprendan las dos razones por la cual debemos guardar reverencia en el culto a Dios.

ORACIÓN DE TRANSICIÓN:

INTRODUCCIÓN

Buenos tardes hermanos espero que estén bien, y que todos estemos gozando de las bendiciones de nuestro buen Dios.  Me da gusto poder compartir con ustedes la enseñanza de hoy.

Si debe llevar algún título sería el siguiente: Santidad en el culto a Dios. Me gustaría compartir al menos dos razones por la cual debemos guardar sumo respeto durante el culto a Dios.

         Que les parece si una vez más tomamos nuestra Biblia y leemos todos juntos el siguiente pasaje; Levíticos 10: 1-7. Oremos.

        Nadab y Abiú no eran brujos charlatanes o vendedores de hierbas milagrosas que se introdujeron en el campamento de los  Israelitas para convencerlos con actos milagrosos.  

        Entonces ¿Quiénes eran Nadab y Abiú? Según las apariencias eran hombres justos, respetables, líderes religiosos piadosos. De hecho eran sacerdotes del Dios único y verdadero.

        No se trataban de levitas mediocres. Nadab era heredero de la posición de sumo sacerdote y Abiú era el siguiente en la línea después de él. Eran los hijos mayores de Aarón.

Por si fuera poco Moisés era su tío. Y estos personajes encabezaban la lista de “los príncipes de los hijos de Israel” Ex. 24. 11.

        Aparte de su padre, Aarón, son los únicos mencionados por nombre la primera vez que las Escrituras hablan de los “setenta varones de los ancianos” de Israel, el grupo de líderes que compartían la supervisión espiritual de la nación hebrea (Números 11: 16-24).

Las Escrituras no lo presentan como hombres malos, todo lo contrario.

        Estos dos hermanos, junto con los setenta ancianos, tuvieron el privilegio en el Sinaí de subir hasta la mitad de la montaña y ver desde una distancia cómo Dios hablaba  con Moisés.

        Recuerda usted, que el pueblo de Israel había recibido instrucciones de permanecer al pie de la montaña, ordenándoles: “no suban al monte, ni lo toquen”.

        Mientras que Dios hablaba con Moisés, si alguna bestia perdida vagaba por la falda del Sinaí, ese animal debía ser apedreado o asaeteado.

        Desde la base de la montaña, todo lo que los israelita podían ver era humo y relámpagos. Sin embargo, Nadab y Abiú fueron nombrados expresamente por el mismo Señor, quien los invitó a subir con los setenta ancianos. “y vieron a Dios, y comieron y bebieron” (Ex. 24: 11).

        En otras palabras, Nadab y Abiú habían estado más cerca de Dios que la mayoría de los Israelitas, que privilegio tan grade.

        Estos hombres sin duda alguna parecían piadosos, líderes espirituales confiables y fieles siervos de Dios, jóvenes de renombre. Y sin duda alguna el pueblo estimaba a estas dos personas.

        Si la Biblia los cataloga como personas buenas, entonces ¿Por qué Dios los castigo de esa manera? La respuesta es sencilla, tomaron en poco la santidad de Dios.         

        Y es por esta razón que en esta tarde deseo compartir con ustedes  al menos 2 razones por la cual debemos mantener reverencia en el culto a Dios.

        Oración de transición: la primera razón es…

BOSQUEJO:

1. PORQUE DIOS  ACEPTA  UNA SOLA FORMA DE ADORACIÓN. Vv. 1- 2.

No podemos a cercanos a Dios  de la forma que deseemos. No podemos servir a Dios de la forma que usted cree que es bueno, sino de la forma que Dios lo pide.

Existe un dicho entre nosotros los creyentes, y en ocasiones hasta pareciera bíblico, pero no lo es: “Si tú lo haces de corazón Dios lo acepta, porque Dios no ve lo  exterior sino la sinceridad del corazón”.

Sinceramente creo que nos hemos equivocado al rezar este dicho. En ocasiones, es una excusa para no hacer bien las cosas.

Como aquellos albañiles cuando no hacen  bien su trabajo: ahí Sebastián lo arregla… pero cuando llega el día de pago le faltaron 500 pesos… el patrón le dijo: ahí Sebastián te lo completa.

En el servicio a Dios no podemos decir a ahí se va.

“Dios no está obligado aceptar lo que le ofrecemos sino cumple con sus requisitos”.

Ver Génesis 4: 3-5.

Y podemos ver que estos personajes tomaron en poco la santidad de Dios.

Algo similar sucede con los creyente de hoy en día, cuando el creyente toma en poco la santidad de Dios y se acerca de la manera incorrecta puede ofrecer fuego extraño.

De hecho cualquier cosa que Dios no pide debería ser extraño para el creyente. 

Hay al menos tres sugerencias de lo que hicieron mal Nadab y Abiú:

1. Probablemente no encendieron su incensario con carbón del altar, es decir con fuego que había venido del cielo. Leer Levítico 16: 12 “después tomará un incensario llenó de brasas del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos de perfume aromático molido, para que no muera”. Debe asumirse que este era el único método correcto.  Y lo que ellos hicieron fue todo lo contrario.
2. El momento probablemente también era el incorrecto. El ritual del día ya había concluido y ellos debían haber consultado a Aarón para este asunto. Aparentemente, ellos querían repetir lo que ya se había hecho. Leer Levítico 9: 22-24. Ya no había que más hacer… ya estaba la expiación, el holocausto y la ofrenda de paz.
3. Hay quienes que piensan que Nadab y Abiú se habían introducido a la zona prohibida que estaba detrás del velo. Lévitico 16: 1, 2. Ellos también se habían equivocado al entrar en aquel lugar.

Podemos concluir que estos personajes habían equivocado en al menos tres aspectos: la forma de actuar, el momento oportuno, y lugar. Y ellos se habían equivocado en las tres.

Algunos podrían pensar que Dios utilizó una disciplina muy extrema. ¿Por qué tuvo que matarlos?  Pero recordemos hermanos que Dios es soberano en todas sus acciones y los que se acercan a Él deben hacerlo con las condiciones que Él ha establecido. 

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