Se aleja la presencia de Dios?
Enviado por elector • 5 de Febrero de 2016 • Apuntes • 1.364 Palabras (6 Páginas) • 329 Visitas
PARA ALEJAR LA PRESENCIA DE DIOS DE MI VIDA DEBO...
Lo normal es leer un artículo sobre "cómo tener una mejor comunicación con Dios", o "qué debo hacer para mejorar mi comunión con Dios". Sin embargo, creo que es importante señalar la forma en que alejamos a Dios de nuestra vida, ya que muchas veces hacemos una o más acciones, que a continuación se presentan, y sin darnos cuenta, nuestro estilo de vida es para alejar cada vez más a Dios de nuestra vida.
Este artículo nace en mi mente meditando en la respuesta de algunas amigas, las cuáles les pedí que escribieran los temas que les gustaría escuchar en la Iglesia, sea en sermón el sábado por la mañana, o sociedad de jóvenes.
Dos escribieron: "Que hablen sobre cómo no salirse de la Iglesia", y "cómo no aburrirme en la Iglesia en mi juventud."
Sí, esta es la realidad de muchos jóvenes en la Iglesia. Y no solo es por falta de actividad dentro de la Iglesia, sino por la falta de actividad espiritual en su vida personal. Esto es algo que le pasa, ha pasado y puede pasar a cualquiera que haya crecido en el seno de la Iglesia, o que se haya bautizado y permanezca como miembro de Iglesia solamente.
A veces pensamos que Dios es misericordioso, amante, y siempre nos perdona, y nunca nos abandonará; y en realidad así es. Sin embargo, también podemos alejar la presencia de Dios de nuestra vida, por nuestra decisión. Eso es lo que dice la Biblia:
[pic 1]1. Ora poco y a la carrera, o nada. "Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mat. 26:41). ¿Cómo es que se enamora una persona?Mirándose a los ojos, PLATICANDO, y obviamente pasando tiempo junto a la persona querida. A veces se caen mal al principio, pero solo por pasar tiempo juntos, y platicar mucho de cualquier cosa, se llegan a querer. Así pasa con la oración, al platicar con Dios. Si no paso tiempo hablando con Él, ¿cómo espero que me guste adorar a alguien que conozco poco o nada, y que me da pena platicar en público con Él? Al orar, Dios nos fortalece para vencer la tentación, lo llegamos a conocer más, a amar y escuchar su voz, y nos guía para hacer lo correcto. Por el contrario, al no orar, somos vulnerables para caer en tentación.
2. Mantente en pecado, aunque sea uno pequeñito que ni se note. "...pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír (Isa. 59:2).
[pic 2]
"Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas estan de sangre vuestras manos" (Isa.1:15). Éste último versículo habla de la cantidad de cerremonias y ritos religiosos que el pueblo de Israel presentaba a Dios, pero todos sin importancia alguna,
ya que lo hacían sin arrepentirse y con el fin de justificarse por las obras.
De la misma forma, cuando vamos a la Iglesia, y cantamos, estudiamos la Biblia, pero seguimos criticando a nuestro prójimo, guardamos rencor, mentimos o pecamos de cualquier otra forma sin desear
la pureza del corazón y arrepentirnos, hacemos lo mismo que el pueblo de Israel ante Dios en los días del profeta Isaías. Dios no nos oye.
3. Considerate mejor que otros; no pecas tanto. Así estas bien. "El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aún alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido" (Luc. 18:11-14). Nunca te compares ni critiques a otros. Si te has de comparar con alguien, comparate sólo con tu mejor ejemplo, el Señor Jesús.
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