Agua Para Lavarnos Las Manos

AGUA PARA LAVARNOS LAS MANOS.

Este es el cuento que elijo para desarrollar mi reflexión.

Los valores que el Padre Rafael García Herreros reflejo en el son:

Primero está la fe, la confianza y la devoción que ponen los campesinos en nuestro señor Jesucristo y en Nuestra Señora La Virgen Del Carmen. Se refleja también la humildad, la solidaridad ya que aquellos campesinos no solo oraban por ellos si no por los demás y en especial por las Benditas Almas del purgatorio.

Cuando llegaron aquellos hombres extraños encontramos la vocación del Servicio que debemos tener con nuestros semejantes debido a la forma como el campesino los recibió. Por la forma en que el campesino le hablo a aquellos hombres el reflejo de la seguridad, pero sobretodo la sabiduría y la puesta en práctica de la Palabra Divina De Nuestro Señor Jesucristo.

La dedicación, el esfuerzo realizado por aquel campesino por mantener a su familia unida y brindarles lo básico para sobrevivir de una manera digna sin causar ningún daño a ningún otro ser, otro punto muy importante es el perdón y el actuar todos como hijos de Dios y como verdaderos humanos.

Este cuento del Padre Rafael me recuerda una etapa de mi vida donde estuvieron en juego todos estos valores, cuando tenía doce años mi Madre fue secuestrada por equivocación por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias De Colombia). Lo único que podía hacer en ese entonces era orar y pedirle a Dios que me la devolviera y gracias a mi fe y confianza ella pudo escapar después de que la maltrataron y le hicieron pasar cosas horribles. Ella dijo que debíamos perdonarlos y no guardar rencor en nuestros corazones.

BIBLIOGRAFIA.

Este trabajo fue desarrollado a partir de los insumos proporcionados por la plataforma virtual Cátedra Minuto De Dios.

Cuentos de Rafael García Herreros. Bogotá, 1989.

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Reflexión cuento: agua para lavarnos las manos

Es hermoso ver como una persona que confía en Dios puede cambiar a otra persona del común, es de gran importancia resaltar como se actúa con tal valentía y confianza cuando no se teme a la muerte, cuando se tiene la certeza de que Dios está ahí en compañía y de que el mismo tomará justicia por lo que se le haga a su protegido, también me conmueve mucho como se arraigan esas palabras fuertes de una explicación de un evangelio, a tal punto de volverse recuerdo perenne y de ser de gran importancia en un momento determinado, esas portentosas palabras que taladraban los corazones de los asesinos, palabras que entraban como tormenta desbocada en su interior, removiendo sentimientos de culpa y de dolor. Quizás algún día pueda yo obtener tal valor de confiar ciegamente y de ser capaz de mover corazones como lo hizo este valeroso campesino, sueño con ese instante en que el temor

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