Actividad Ruido en la Lavanderia UNIR

Trabajo: Ruido en la lavandería

Ejercicio 1

[pic 1]Para la realización de este ejercicio, en primer lugar, se corrigen los datos recogidos mediante la curva de ponderación A, con el objetivo de adecuar el nivel de ruido medido por un sonómetro a cómo percibe el oído del trabajador.

Esta ponderación se realiza con la suma de los valores de ponderación A (tabla 1) con los recogidos por el sonómetro, respecto al nivel de frecuencia en el que están medidos.

Por ejemplo, para los 63 Hz se han medido con el sonómetro 78 dB y, realizando la ponderación, resultan 51,8 dB. (78-26,2). A continuación, se exponen todos los datos ponderados:[pic 2]

Por último, se calcula el nivel de presión acústica ponderada para los trabajadores de la lavandería.

[pic 3]

Como resultado, el trabajador que se encuentre presente en la lavandería percibirá una presión total de 86,88 dB.

Ejercicio 2

Para realizar este cálculo se pondera, de la misma forma que en el ejercicio anterior, los datos recogidos en la medición del lugar con las lavadoras apagadas.

A continuación, se restan los niveles de presión acústica total con las lavadoras encendidas y los niveles de presión acústica con las mismas apagadas (ruido de fondo) para cada frecuencia. Se realizan los cálculos con la siguiente fórmula:

[pic 4]

Resultan, por tanto, los siguientes datos:

Por último, se calcula la presión acústica ponderada total procedente de las lavadoras:

 85,69 dB[pic 5]

Ejercicio 3

Según los resultados obtenidos, los trabajadores están expuestos a más de 85 dB, por lo que según el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido, se encuentran dentro del nivel superior de actuación. Este nivel indica que hay una obligación en materia de evaluación de riesgos y se deben realizar mediciones específicas anuales, así como controles audiométricos trienales a los trabajadores y realizar un plan de reducción de ruidos en donde los trabajadores deben de estar informados y formados. Por otro lado, se le obliga al empresario a facilitar EPI a los trabajadores, siendo de obligada utilización para estos. El equipo protector se elige en función del entorno laboral para que su eficacia sea favorable, por lo que según el RD 286/2006, para este tipo de trabajo los tapones auditivos son los más recomendables, puesto que en este caso se trata de un ambiente caluroso y húmedo.

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