CEMENTACIÓN DEL COBRE

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

MARCO TEÓRICO

La cementación es la precipitación de un metal desde una solución acuosa, que se produce por efecto de la presencia de otro metal. En este proceso el metal precipitado usualmente se deposita o "cementa" sobre el metal añadido.

En general, mientras mayor sea el potencial de celda de la reacción de cementación, mayor será la tendencia a precipitar impurezas, ya que éstas se encontrarán comprendidas con mayor probabilidad, en cierto rango de potenciales, por lo que se verán favorecidas para precipitar en conjunto.

En el caso de la cementación de cobre mediante fierro, junto al cobre cooprecipitan el plomo, estaño, níquel y cobalto que se encuentran presentes en solución, contaminando el producto. De igual modo, cualquier impureza insoluble presente en el fierro, como los carburos, también contaminará el producto.[1] 

La cementación en fase líquida presenta las siguientes ventajas:

• La reacción se produce con gran rapidez.

• El precipitado puede separarse con facilidad sin contaminación.

• Se puede reciclar la solución gastada final y proceder a devolverla a su estado reducido anterior con algún otro proceso sencillo.

• Presenta una gran economía de espacio y de costos de operación.

En la búsqueda de métodos de recuperación de cobre a menor costo, el uso de hierro esponjoso o hierro particulado (a diferencia del polvo de hierro utilizado en la metalurgia de polvos) como precipitantes en lugar de latas, chatarra desteñida o chatarra es una posibilidad intrigante.

La tasa de precipitación de cobre relativamente más rápida obtenida con el hierro particulado en comparación con la chatarra promete ventajas económicas y de procesamiento cuando el hierro particulado se vuelve competitivo con la chatarra disponible.

Kennecott ha desarrollado un cono de precipitación, Fig. 1, que utiliza diversos precipitantes de hierro particulado y lo ha demostrado con éxito en un prototipo a una velocidad de aproximadamente 1000 gpm de solución.

[pic 1]

Inicialmente, el hierro de esponja producido en la División de Ray Mines para usar en un proceso de lixiviación, precipitación y flotación de LPF se utilizó en pruebas exploratorias para desarrollar un aparato adecuado para aprovechar la velocidad de precipitación rápida y la utilización eficiente de hierro para la recuperación de cobre diluido soluciones.

Aquí se demostró que cuando se agregaba hierro esponjoso a un lavado, las partículas de hierro se acumulaban en el fondo del lavado y tendían a cementarse.

Esto dio como resultado una precipitación incompleta del cobre y una utilización ineficaz del hierro.[2]

METODOLOGÍA

Procedimiento

• Pesar 11.75g de sulfato de cobre pentahidratado.
• Colocar en un vaso de precipitados de 600 ml.
• Añadir agua para tener un volumen de 75 ml.
• Agitar hasta completar la disolución (en estas condiciones la solución tiene una concentración de cobre de 40 g/L).
• Agregar 4g de hierro para precipitar el cobre.
• Agitar por un máximo de 30 minutos.
• Filtrar en el buchner.
• Secar y pesar el precipitado conocido como cemento de cobre.

DIAGRAMA DE BLOQUES [pic 2]

DISCUSIÓN DE RESULTADOS

CONCLUSIONES

Dayami Medina Ordaz

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