ENSAYO SOBRE BRECHAS DIGITALES DE GENERO

ENSAYO SOBRE BRECHAS DIGITALES DE GENERO

Debemos empezar señalando que, aun en tiempos como los nuestros en donde ya hemos dejado atrás la esclavitud, los severos abusos a las mujeres y el desconocimiento de sus derechos casi en su totalidad todavía no nos es válido hablar de una verdadera y equitativa igualdad entre el sexo masculino y el femenino; ésta desigualdad ha abarcado todas las instituciones sociales, culturales, políticas, económicas y ahora, con la creciente e imparable evolución del ser humano de igual manera abarca el ámbito tecnológico.

En un mundo donde las naciones poco a poco están adoptando el modelo democrático y donde cada día son más las voces femeninas que se alzan ante el siempre imperante patriarcado político, es necesario que las mujeres puedan acceder a las nuevas tecnologías que el siglo XXI tiene para ofrecernos, posibilidad que se ve igualmente retraída a ingresar a nuestro dominio. De ésta manera, un Estado verdaderamente democrático debe buscar una solución efectiva para dicha problemática que no se logra solo con cambios sociales y revoluciones tecnológicas, sino, con políticas institucionales correctas.

Hay que hacer un debido y muy concreto estudio sobre en qué y cómo invierten hombres y mujeres su tiempo en Internet; se ha demostrado que la mayoría de las mujeres no poseen un conocimiento práctico y profundo sobre las posibilidades que brinda la red, sus aplicaciones y servicios, gastando su tiempo en actividades más sociales y de comunicación (cosa que se logra a través de las redes sociales), mientras que los hombres exploran mucho más el largo laberinto informático de la red usándolo, además de las redes sociales, en actividades lúdicas y de consumismo.

Señalando lo anterior, se debe buscar una solución efectiva para esta brecha de tal manera de que no se agregue más peso al problema ya existente; tampoco nos podemos enfrascar de que la desigualdad viene simplemente del factor hombre/mujer, sino, que también responde a estímulos socio-económicos y al poco conocimiento de las TIC que imposibilita aún más una posible solución al interrogante.

Como punto último, hay que tener en cuenta de que además de las aquí mencionadas, hay muchos otros tipos de brechas tecnológicas que se crean y modifican día a día. La única solución viable hasta hoy es una correcta institucionalización de las políticas no solo educativas sino tecnológicas que permitan un mejor acceso a las TIC y a los conocimientos tecnológicos de manera equitativa para hombres y mujeres en todos los sectores sociales o buscar un mecanismo por medio del cual se le permita a los menos favorecidos aun que sea un mínimo acceso a estos para que de ésta manera poco a poco vayamos zanjando las brechas de género y socio-económicas que nos agobian hoy.

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