¿Es la transformación digital en las empresas una simple actualización tecnológica?

¿Es la transformación digital en las empresas una simple actualización tecnológica?

Las empresas tienen diversas interpretaciones sobre cómo alcanzar una transformación digital, en la mayoría de los casos tienen un concepto equivocado. Por ejemplo algunas empresas consideran que al abrir un canal virtual a través de una página web o una aplicación móvil están realizando una transformación digital, en otros casos entienden que son cambios que afectan sus procesos productivos u operativos, en consecuencia para cada uno de estas interpretaciones, estas empresas definen la transformación digital de una manera distinta.

El objetivo de este ensayo es responder a la pregunta sobre si la transformación digital consiste simplemente en renovarse tecnológicamente, mi hipótesis es que no, si bien es un factor importante no es la clave para alcanzarlo. La transformación digital implica un cambio profundo en la cultura y procesos de la empresa, debe abarcar o involucrar a toda la organización y tener un carácter estratégico, es decir debe estar alineado con la estrategia de la organización.

La transformación digital no es un concepto nuevo, desde los años 90 las empresas dedicadas al sector de la tecnología ya hablaban de esta transformación digital, lo que si ocurre es que se han producido cambios desde entonces hasta ahora que han hecho que vuelva a tomar auge el impulsar la transformación digital.

Un reciente estudio indica que  “las principales características de las culturas digitales incluyen: un apetito ampliado para el riesgo, la experimentación rápida, la gran inversión en talento y el reclutamiento y desarrollo de líderes” (Kiron, Kane, Palmer, Phillips y Buckley, 2016).

Los clientes actualmente están más informados, son más exigentes y menos fieles. Como Berman indicó:

En el nuevo mercado digital, los consumidores están utilizando herramientas móviles interactivas para convertirse en expertos instantáneos de ofertas de productos y servicios y sus ventajas relativas al decidir en quién confiar, dónde hacer sus compras y qué comprar. Al mismo tiempo, las empresas están emprendiendo sus propias transformaciones digitales, reconsiderando lo que los clientes más valoran y creando modelos operativos que aprovechan lo que es recientemente posible para una diferenciación competitiva. (2012, p. 1).

Las empresas para hacer frente a los grandes desafíos de un mundo altamente competitivo deberán contar con líderes con una predisposición de asumir riesgos, con actitud positiva para afrontar retos, y con una mentalidad innovadora y colaborativa (Kiron, Kane, Palmer, Phillips y Buckley, 2015).  En el entorno empresarial de empresas digitales se valora más la mentalidad o capacidad de adaptación al cambio que los conocimientos tecnológicos (Kiron, Kane, Palmer, Phillips y Buckley, 2016). Las personas están en el centro de la Transformación digital, tanto los que se encuentran en el exterior de la empresa denominados clientes y los internos denominados personal. En la empresa digital se hace uso de las bondades de la tecnología para ser un medio que permita fluir el conocimiento y la comunicación.

Existen algunos mitos sobre la transformación digital que debemos conocer para no caer en falsas expectativas acerca de los objetivos planteados por su organización. Uno de ellos es que se piensa que la transformación digital es adquirir software o aprovechar tecnologías disruptivas. Si bien los recursos tecnológicos son catalizadores y potenciadores de la transformación digital, estos son un medio para llegar al objetivo y no el objetivo en sí mismo (Andriole, 2017). La forma adecuada de abordar la transformación digital debe ser concebida como un proceso estratégico que abarca e implique a toda la empresa.

Uno de los peligros de la transformación digital es que con el afán de hacer a las empresas más eficientes, se automatizarán ciertas tareas y se reemplazarán a personas por máquinas que generarán en el mediano o largo plazo un problema de desempleo. Como Westerman comentó:

La transformación digital necesita un corazón. En una edad de innovación digital, los líderes en todas las industrias deberían esforzarse para transformar cada parte de la empresa, desde la experiencia del cliente, los modelos comerciales, la gestión operacional. Pero no podemos olvidar que son las personas quienes hacen que las empresas funcionen (2016, p. 3).

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