La fotografía y la imagen

Hoy en día existen distintas fotografías, con un valor histórico y cultural muy extenso; sin embargo no sabemos realmente mucho sobre ellas y decidimos vivir en la ignorancia en vez de realizar una investigación para poder conocer más acerca de lo que estamos presenciando, es por eso que en mi opinión es necesario que conozcamos sobre el tema, ya que hay fotografías que muestran una gran incertidumbre sobre quien las tomo o sobre qué fue lo que se fotografió. Actualmente miles de personas alrededor del mundo poseen una cámara fotográfica y disfrutan de tomar fotos, y el saber quién fue el fotógrafo es precisamente una gran ayuda para acabar con la incertidumbre ya que gracias a esto se le puede brindar el debido reconocimiento a una persona.

La fotografía fue tomada en 1932 durante la Gran depresión y el edificio en construcción es el Rockefeller Center. La fotografía en cuestión, se le es atribuida a Charles Ebbets, pero en realidad gracias a la investigadora Christine Roussel se supo que el dia que se tomó la fotografía los fotógrafos Thomas Kelley y William Leftwich también estaban presentes ese día, y no se sabe quién de ellos la tomó en realidad.

La imagen, contiene un gran potencial visual y también se convirtió en un símbolo de la ambición y la capacidad de resistencia de Estados Unidos en una época de profunda crisis económica. Fue además la imagen icónica de Nueva York y de sus habitantes, capaces de embarcarse en proyectos peligrosos y de altura que asustaría a otras ciudades.

Actualmente el negativo original de la foto está guardado en Pennsylvania, en un lugar llamado la Montaña de Hierro, una enorme instalación de seguridad donde se guardan obras de arte de valor incalculable junto a documentos gubernamentales de gran relevancia. La placa original está muy deteriorada pero se hicieron varias copias de gran calidad de las que es posible sacar negativo.

En resumen, el conocer a los autores de las fotografías, nos permite poder darles el reconocimiento que ellos merecen por presentarnos sus obras, además de poder identificar y acabar con la incertidumbre que algunas de estas generan, también debemos de agradecer a los historiadores del arte ya que gracias a ellos hemos sido capaces de poder erradicar los resultados inconcluyentes.

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