Las ventajass de la tecnología Open Source.
Enviado por coronado.aldo • 12 de Abril de 2016 • Ensayo • 1.692 Palabras (7 Páginas) • 184 Visitas
Las ventajas de la tecnología open source.
Imagine por un momento que ha tenido una idea maravillosa de un invento que sacudirá la industria mundial del transporte, una de esas iluminaciones que parecen divinas, que creemos que no se pueden pasar por alto en la vida, saca la libreta arrugada del bolsillo trasero – si es que cuenta con una - y garabatea unas cinco palabras ilegibles seguidas de un boceto inicial del invento. Las probabilidades de que ese invento se quede en un boceto para toda la vida son grandes si usted no pone manos a la obra. A partir de ese momento en que decide llevarlo a cabo, supongamos que se tienen dos caminos a seguir para continuar con el proceso creativo: el primero es dejar el trabajo actual, echar mano de los ahorros de toda su vida, pedir dinero prestado a familiares, amigos y cualquier otro tonto que crea en su idea – idea que, cabe señalar, aún se encuentra en papel -, llamarle a esos excompañeros de bachillerato que eran buenísimos para las matemáticas y contarles el proyecto, y quien guste unirse al equipo será bienvenido. El segundo camino sería uno mucho menos lógico, que incluso podrá sonar algo alocado: contarle a todo el mundo su idea, publicar en alguna página de aficionados a la tecnología, transporte y demás foros en internet su proyecto, solicitar colaboración y experiencias de personas que ya conozcan el medio, voluntarios sin ningún tipo de paga. Usted podría preguntarse ¿Pero, y si me roban la idea? ¿Cómo voy a monetizar un proyecto al que todo mundo tiene acceso y pueden hacer ellos mismos? En este ensayo se pretende aclarar la definición de las tecnologías de fuente abierta, sus ventajas y como es que han sobrevivido empresas que siguen fieles a la filosofía de la cooperación colectiva.
Para comenzar con este análisis, me gustaría arrojar un poco de luz sobre el fenómeno mundial que han sido las tecnologías de código abierto u open source, como suele conocerse en el ámbito tecnológico. Se le llama open source u open hardware a los desarrollos de tecnología que han sido distribuidos y desarrollados con licencia libre, engloba a cualquier tipo de tecnología que, contrariamente a lo que un inversionista exigiría, en lugar de patentar sus inventos se difunden libremente en la web para que sea del dominio público. Este tipo de filosofía se empezó a gestar en las comunidades de software libre en la década de 1990, que con el lanzamiento y popularización del internet, logró su auge a finales de siglo XX. Permitir la libre distribución, y sobre todo el mejoramiento sucesivo por la comunidad de software libre, de códigos que de otra manera hubieran sido “secretos” para el beneficio solo de unos pocos, ocasionó que el avance de la tecnología tomara velocidades nunca antes vistas. Un estudio de la Universidad Oberta de Catalunya reveló que entre los desarrolladores de software libre sólo el 25% se dedica a ello a tiempo completo, y un 50%, menos de 5 horas semanales; el 84% trabajan en empresas, un 8%, en universidades, y el otro 8% que resta, son estudiantes todavía, y aun así el 65% de los desarrolladores recibe alguna remuneración, directa o indirecta, por el hecho de desarrollar o trabajar con software libre.1
Esto podría significar que no todo está perdido, según las estadísticas hay personas que efectivamente se dedican al desarrollo de software libre y no tienen que vivir debajo de un puente. Veamos el ejemplo de los desarrolladores de uno de los más imponentes estandartes del software libre, la corporación Red Hat, que actualmente cotiza en la bolsa de valores de Nueva York, y fue fundada en 1993. Se trata de la empresa multinacional proveedora de productos de software libre más grande del mundo. Son los responsables del desarrollo y soporte de algunas distribuciones del sistema operativo Linux, y de decenas de productos de software libre más. Pero, ¿cómo es que un modelo de negocios basado en el software libre es sostenible?, y no solo eso, ¿a quién demonios se le ocurriría invertir en una empresa que regala sus desarrollos?. Pues vale la pena enterarse que no solo del desarrollo se puede generar ganancias, sino de otros servicios como los son: mantenimiento y soporte técnico bajo suscripción para grandes empresas que prefieran utilizar software libre, entrenamiento a personal para el uso de software de nuevo lanzamiento, e incluso servicios de integración de sistemas bajo pedido. Ellos mismos se han beneficiado de cooperación colectiva, puesto que sus productos se encuentran bajo la licencia GNU/Linux, que dicta que si se utilizan sus algoritmo y códigos para el desarrollo de un nuevo producto, éste también tiene que ser difundido de la misma manera, para que pueda ser manipulado y conocido por la comunidad del software libre por igual, Pero sobre todo se han dedicado a crear tecnología híbrida y abierta, y apuestan sobre que este tipo de tecnología será tendencia en el futuro.2
Ahora que es más claro que las empresas de desarrollo de software pueden hacer sus nuevos lanzamientos de dominio público ¿cómo lo haría una empresa del ramo del hardware, o incluso de una industria totalmente aparte, como por ejemplo una cadena de restaurantes? Para esto vamos a citar dos ejemplos monumentales de casos de éxito de la filosofía open source: la empresa 3D Robotics, del tijuanense Jordi Muñoz, y la cadena mundial de restaurantes de comida peruana Astrid y Gastón.
En el caso de la empresa 3D Robotics, se trata de un fenómeno bastante extraño, puesto que el fundador Jordi Muñoz era un inmigrante mexicano en Estados Unidos, donde tenía prohibido trabajar debido a que estaba esperando sus papeles de residencia o Green card, lo que aquí en México le llamamos “nini”. Jordi siempre fue un aficionado a la tecnología y al aeromodelismo, incluso intentó ingresar al Instituto Politécnico Nacional para estudiar la carrera de aeronáutica un par de veces, ambas con resultados negativos. Estando en Estados Unidos se encontró con bastante tiempo libre, el cual dedicó a la creación de una plataforma de hardware y software libre, basada en Arduino (también de fuente abierta y de bajo costo) y un control de la consola de videojuegos de Nintendo Wii, para el control de drones o vehículos aéreos no tripulados. Al lanzar sus inquietudes y descubrimientos en un foro de aficionados al aeromodelismo llamado DIY Drones, captó el interés de Chris Anderson, que en ese entonces era el editor en jefe de la revista Wired, quien se contactó con él e incluso le envió dinero para continuar con el proyecto. Ese proyecto de cochera se convirtió en una empresa que fabrica drones no militares, y que ahora cuenta con ciento cincuenta empleados, tres fábricas distribuidas: en Berkeley y San Diego, Estados Unidos, y Tijuana, en México. En el año 2014 facturaron 20 millones de dólares3. Todo basado en la construcción del control de vehículos aéreos “de juguete”, puesto que no tiene fines militares ni de vigilancia. Este es uno de los ejemplos más recientes que demuestra que el avance de una tecnología de punta no tiene que ser siempre detrás de una puerta cerrada, sino que la cooperación puede hacer la diferencia entre el fracaso y el éxito.
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