ÉTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y ENGAÑO DE MASAS

ÉTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y ENGAÑO DE MASAS

El estar informados es un derecho que tenemos todos como miembros de una sociedad democrática, ya que este es un pilar muy importante para llevar a cabo lo que es la libertad de expresión. La información que recibimos debe de ser real, y no manejada o manipulada para el beneficio de alguien en particular o de las autoridades públicas.

Los responsables de que esto se lleve a cabo adecuadamente son los medios de comunicación, su misión es ser objetivos y realistas a la hora de informar. Los medios de comunicación son una parte muy importante y necesaria para que el mundo siga desarrollándose y evolucionando, pues con esta gran herramienta nos informamos de todo lo que pasa en el mundo y en nuestro país.

La ética es una parte primordial para que los medios de comunicación cumplan con su misión adecuadamente, pues su función siempre será el permitir analizar las cuestiones de actitud moral, gracias a ella se permite que el informador transmita la noticia como realmente es, de una manera honesta, sin importar los intereses personales, siempre poniendo por encima la ética profesional y los valores morales inculcados.

María Rosa Buxarrais en su libro Ética de la información dice que la ética de la  información y de la comunicación se debe de realizar como  “una crítica moral y racional a un tipo de periodismo y de comunicación, que se caracteriza por la superficialidad y la falta de rigor: pueden manipular interesadamente hechos y acontecimientos de carácter diferente y difunden en las pantallas valores consumistas y hedonistas, que promueven dimensiones emocionales del ser humano en detrimento de otros.” (Buxarrais, 2004)

Sin embargo, ¿qué sucede cuándo la ética se deja de lado en los medios de comunicación? La responsabilidad de informar honestamente se ve quebrantada, y nuestro derecho a la libertad de expresión ya no es tal cual, sino un factor manipulado por alguien más, y todo esto pasa sin darnos cuenta, ya que es tanto lo que influyen los medios de comunicación en nuestro propio criterio sobre un tema, que la manera en como ellos lo quieran transmitir será aceptada por la mayoría del público en este caso la sociedad a pesar de que esté totalmente manipulada la información. Es triste y decepcionante el darse cuenta como la falta de ética en los medios de comunicación está siendo un factor muy dañino para cualquier país, ya que de esta manera es más fácil engañar a las personas, y manipularlas al antojo de unos cuantos.

En esta era globalizada en la que vivimos cada vez más se exige tener información, necesitamos estar enterados de lo que pasa día a día es por eso que los medios de comunicación tienen que estar presentes diario en nuestras vidas, pero al jugar este rol tan importante, es cuando llega la contraparte, ya que al ser un medio de comunicación sin ética, se maneja al antojo por el primer poder, en este caso el económico, dándole a las personas información que ya no es original, y al darles dicha información distorsionada están siendo engañados y al mismo tiempo también son manipulados. “Toda manipulación implica la ausencia y supresión de capacidad crítica por parte del manipulado.” (Blázquez, 2000)

Los medios de comunicación dejan de ser meramente informativos sin fines de lucro para convertirse en los elementos esenciales para que la industria cultural llegue a su objetivo, ya que a través de ellos logran persuadir a los consumidores, en este caso las personas que ven o escuchan alguno de estos medios. La industria cultural refuerza la lógica capitalista, dándole a entender al consumidor que todo lo que le vende es lo correcto, influyéndolo en su manera de pensar y decidir, obteniendo como resultado una represión social.

Se les denomina como monopolios culturales, ya que al ser medios de comunicación y difundir “cultura” pueden engañar a las masas a su antojo, estas industrias culturales van unidas con otras industrias fuertemente económicas, y todo lo que difunden es para beneficio de ambas, más que medios culturales, se convierten en negocios, donde la ideología que ellos tienen es transmitida al consumidor, convirtiéndola en su realidad.

Algo muy interesante menciona María Esther Perea en su libro Poder oculto: Sociedad y medios de comunicación, y es que “Las generaciones actuales quedan atrapadas en modelos propuestos y presentados atractivamente por diversas vías en las que también participan los mass media. Esto recuerda el célebre cuento de "Pinocho" en el cual los niños son engañados y parten alegremente al mundo de la felicidad pero, cuando creen arribar, son sometidos a esclavitud y se van convirtiendo en animales.” (Perea, 2005)

En el caso de la radio, su manejo es de forma “democrático”, pero no de manera en la que el oyente pueda decir lo que piensa acerca del tema que están difundiendo. La radio evita el difundir información que no desea que el oyente obtenga, y relaciona el sistema capitalista con la información que le otorga al oyente, para crearle un pensamiento a favor del capitalismo. La radio puede transmitirle al oyente cualquier mentira o engaño que ésta se proponga, con la seguridad de que todo lo que le difunda será tomado como verídico.

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